PRESENTACIÓN DE CASOS
Dedo azul agudo idiopático no
isquémico: síndrome de Achenbach. Presentación de un caso y revisión
bibliográfica
Juan Ignacio Pérez
Abdala, Javier Sánchez Saba, Ezequiel E. Zaidenberg, Gerardo Gallucci, Jorge G.
Boretto, Pablo De Carli, Franco L. De Cicco
Sector de
Cirugía de Mano y Miembro Superior, Instituto de Ortopedia y Traumatología
“Prof. Dr. Carlos E. Ottolenghi”, Hospital Italiano de Buenos Aires, Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, Argentina
Resumen
El síndrome de Achenbach es un cuadro de baja
incidencia y de etiología idiopática. Se caracteriza por la aparición aguda de
coloración azul digital sin un episodio desencadenante, imitando a un cuadro
isquémico, pero, al contrario, el síndrome de Achenbach se autolimita sin dejar
secuelas. Se presenta una mujer de 75 años que consultó en la central de
emergencias por dolor y cambio de coloración violácea del dedo índice de su
mano derecha, de inicio súbito. Los estudios complementarios no aportaron
información relevante. Se administró un tratamiento sintomático y se logró la
resolución completa del cuadro. La anamnesis y el examen físico exhaustivo
tienen un rol fundamental para sospechar este cuadro y los estudios
complementarios se reservan para descartar otras enfermedades, si es necesario.
Consideramos que conocer esta enfermedad y un abordaje correcto conducen a un
diagnóstico apropiado.
Palabras clave: Síndrome de
Achenbach; hematoma digital; dedo azul; hemorragia paroxística.
Nivel de Evidencia: IV
Acute Non-Ischemic Idiopathic Blue Finger: Achenbach’s Syndrome. Case
Report and Literature Review
Abstract
Achenbach’s Syndrome (AS) is a pathology with
low incidence and its etiology is unknown. It is characterized by the acute
appearance of blue coloration in the finger without a triggering event and
might be confused with an ischemic event. However, AS is a self-limited disease
without sequelae. This case report is about a 75-year-old woman who presented
sudden onset pain and purple coloration in the index finger of her right hand.
Diagnostic tests were unhelpful and did not provide relevant information. She
received symptomatic treatment, achieving complete resolution. The anamnesis
and an exhaustive physical examination play a primary role in the suspicion;
leaving diagnostic tests for the exclusion of other pathologies when they are
required. We believe that knowing about this pathology allows a correct
approach leading to an appropriate diagnosis.
Keywords: Achenbach’s syndrome; digital bruising; blue
finger; paroxysmal haemorrhage.
Level of Evidence: IV
Introducción
El
síndrome de Achenbach, también llamado síndrome del dedo azul, hematoma digital
paroxístico o dedo azul agudo idiopático, es una entidad poco descrita en la
bibliografía.1-6 Si bien se comunica una incidencia baja, de hasta
cinco casos por millón de habitantes, se considera que su diagnóstico podría
estar subestimado.4,7-9 Tiene una prevalencia más alta en la
población femenina, de entre 40 y 60 años.2,7,10,11 Aunque su
etiología es desconocida, se ha descrito que puede relacionarse con una
hemorragia subcutánea espontánea y se han postulado diversas hipótesis de
alteración del flujo vascular y de fragilidad capilar para explicar este
fenómeno.2,4,5,7,9,12-20 Como sus características clínicas de
presentación hacen sospechar un episodio isquémico, el conocimiento de este
cuadro debería estar más difundido, teniendo en cuenta que
los pacientes acuden a la atención médica a través de diferentes
especialidades, como dermatología, cirugía vascular, clínica médica, medicina
familiar, cirugía plástica y ortopedia. Es importante conocer esta enfermedad
principalmente para evitar estudios de diagnóstico costosos e invasivos y poder
ofrecer un tratamiento y un seguimiento adecuados.9,11,13,21
El
objetivo de este artículo es presentar un caso de síndrome de Achenbach y una
revisión bibliográfica, proponiendo una ruta diagnóstica sencilla y segura.
Caso clínico
Mujer de
75 años, jubilada, y de mano dominante derecha. Relataba antecedentes de
polimialgia reumática, hipotiroidismo, depresión, dislipemia y gastritis
crónica. Tomaba aspirina 100 mg/día. Concurrió al Departamento de Urgencia de
ortopedia por la aparición súbita de color violáceo en el dedo índice de su
mano derecha. Refirió que, dos horas antes, había comenzado con dolor y edema
de forma espontánea. A los pocos minutos, notó cambios de coloración en su
dedo, se tornó violáceo, acompañado de sensación de calor y limitación
funcional. No refirió una causa desencadenante, negó un traumatismo y la
exposición a cambios bruscos de temperatura. Tampoco había sufrido episodios
similares antes.
En el
examen físico, se observó una coloración violácea de la región volar del dedo
índice, sin compromiso de la falange distal. El diámetro estaba aumentado
comparado con el contralateral y la flexión estaba limitada por el edema
(Figura 1).
Se
constató lo siguiente: un relleno capilar <2 segundos, una adecuada
temperatura local, pulsos periféricos radial y cubital, prueba de Allen en la
muñeca y a nivel digital negativa. La sensibilidad estaba conservada, con
discriminación a dos puntos <6 mm. Se evaluaron el dolor y la funcionalidad
mediante la escala analógica visual (0 = sin dolor; 10 = el peor dolor) y el
puntaje DASH (0 = mejor resultado, 100 = peor resultado). El puntaje para el
dolor era 5/10 en reposo y 7/10 en actividad, y el puntaje DASH inicial era de
63,75. Las radiografías no revelaron compromiso óseo (Figura 2).
A su vez, ante el compromiso de partes blandas, se
solicitaron una ecografía y una ecografía Doppler de forma urgente, que
mostraron edema subcutáneo, flujo arterial conservado y ausencia de trombosis.
Se realizaron análisis bioquímicos que incluyeron hemograma, coagulograma
(recuento de plaquetas, tiempo de protrombina, tiempo de tromboplastina parcial
activado), ionograma, eritrosedimentación, proteína C reactiva y perfil
lipídico. Todos estos valores estaban dentro de los parámetros normales.
Teniendo en cuenta tanto la evaluación clínica como los exámenes
complementarios, se indicó reposo manual y analgesia por vía oral, según
necesidad.
Durante los sucesivos controles, se observó una
disminución progresiva de los signos clínicos, el cuadro se curó a las dos
semanas, sin dejar secuelas, y tampoco hubo recurrencias hasta el alta
definitiva a los cuatro meses del comienzo (Figura 3). En ese momento, la
evaluación arrojó un puntaje de 0/10 tanto en reposo como en actividad, para la
escala analógica visual, y un puntaje DASH de 16,5.
Discusión
El primer
registro de esta enfermedad se remonta a 1958, por Walter Achenbach.22
Es más prevalente en etnias de raza blanca, el sexo femenino (90%) y durante la
mediana edad.3,4,7,10,23 A pesar de que la etiología no es clara,
Robertson y cols. asocian esta enfermedad a una reducción del flujo digital
demostrada por angiografía; pero, por el contrario, Takeuchi y cols. no
comunican cambios en el flujo digital.3,17 Mediante el uso de la
capilaroscopia, se observaron hemorragias, sin cambios morfológicos en los
capilares; mientras que, por otro lado, se postuló la fragilidad de los
pequeños vasos, posiblemente relacionada con la edad y el factor hormonal.8,16,18
Además, Kämpfen y cols. publicaron que el uso de la ergotamina puede provocar
una reacción vasoespástica.12 Como aseguran los numerosos estudios,
no sería una expresión de una enfermedad sistémica, pero se la asocia con
artritis reumatoide, tiroiditis autoinmune, enfermedad gastrointestinal y de la
vesícula biliar, acrocianosis y migraña.1,14,24
Su
presentación clínica consiste en la aparición súbita de cambio de coloración
azul-violácea, frecuentemente precedida por síntomas prodrómicos, como picazón,
molestias, parestesias o dolor.2,4,25 Luego del cambio de
coloración, que puede virar a pálido o rojizo, los síntomas que acompañan al
cuadro son dolor (60-100%), edema (60%), parestesias (20-40%), limitación
funcional y, en menor medida, sensación de calor o frialdad.7,10,11,14,17,23,24
El cambio de coloración es explicado, tanto por histología como por los
estudios por imágenes, como un mecanismo de hemorragia subcutánea, sin
transitar por los estadios que comúnmente un hematoma atraviesa.1,3,4,15,16,19
Se considera de aparición espontánea, aunque algunos reportes lo asocian a
fenómenos mecánicos, como traumas menores o efectos cizallantes durante
actividades repetitivas con la mano afectada, y la exposición solar.3,7,11,16,19
Las
regiones más afectadas son las manos, con predominio del lado derecho, y los
dedos índice y mayor, aunque puede presentarse en otras áreas, como los pies.2,7,10,11,15,24
Es característica la ausencia de compromiso de la falange distal y su
delimitación a la región volar, aunque no es un signo patognomónico.2,4,21
Según algunos autores, hay riesgo de recurrencia (un promedio de hasta 3
episodios) y, en otras publicaciones, se asoció la presencia de algún familiar
con antecedente de síndrome de Achenbach como un factor predisponente.7,9,23
El tratamiento es puramente sintomático, con analgésicos,
crioterapia, inmovilización y reposo.4,7 Su pronóstico es benigno,
no deja secuelas, y resuelve espontáneamente a los pocos días de comenzar,
aunque puede extenderse hasta seis semanas, según algunos autores.2,3,7,21
El examen
físico es fundamental para valorar los distintos diagnósticos diferenciales. Se
deben evaluar las zonas afectadas teniendo en cuenta lo siguiente: si hay
compromiso de todo el dedo, se puede sospechar un episodio isquémico o síndrome
de Raynaud; si están afectadas las zonas acrales, sospechar acrocianosis,
acrorrigosis o eritema pernio; y si aparece en regiones distintas de las acrales,
puede considerarse púrpura psicogénica (por estrés emocional) o dermatitis
artefacta.7,21 El dedo comprometido puede estar frío en el episodio
isquémico o el síndrome de Raynaud, o caliente en la eritromegalia.21
Se observan estigmas cutáneos, como úlceras o gangrena, en la tromboangeítis
obliterante y la presencia de nódulos (trombos) en la trombosis de venas
digitales.7,21 La palpación de los pulsos periféricos y la prueba de
Allen, tanto en la muñeca como digital de forma bilateral, son útiles ante la sospecha
de un episodio isquémico de origen embólico, trombótico, vasoespástico o
vasculítico.11 La prueba de Adson suele ser positiva en un síndrome
del opérculo torácico.7,21 Finalmente, no debe desestimarse la
presencia de síntomas y signos sistémicos que puedan expresar colagenopatías o
endocarditis bacteriana.7,11,21
Los
métodos complementarios empleados, como se ha comprobado, no aportan datos
específicos positivos para el diagnóstico del síndrome de Achenbach y su
utilidad radica en descartar los diagnósticos diferenciales.2,4,7,24
Estos incluyen la toma de la presión arterial con índice tobillo/brazo,
saturometría con oxímetro de pulso, ecografía convencional, y ecografía Doppler
venosa y arterial; análisis de laboratorio, como hemograma, coagulograma, razón
internacional normatizada, ionograma, función renal y hepática,
eritrosedimentación, proteína C reactiva, perfil lipídico e inmunológico
(anticuerpos antinucleares, factor reumatoide, anti-ADN) y serología viral,
radiografías, resonancia magnética, ecocardiograma, angiotomografía o
angiografía, capilaroscopia, y hasta la toma de biopsia.3,9,12,16-19,21
Si es necesario, se debería comenzar con métodos incruentos que incluyan
análisis completos, radiografía y ecografía Doppler que ayudarán a descartar
lesiones traumáticas, trastornos inmunológicos y vasculares; y avanzar a
estudios más invasivos cuando no se haya podido establecer el diagnóstico, como
angiografía o angiotomografía, que pueden ser útiles tanto para el diagnóstico
como para un eventual tratamiento.
Consideramos
que la falta de conocimiento sobre el síndrome de Achenbach y la creencia de
que represente un cuadro de urgencia revelan la importancia de su conocimiento.
Por esto, entendemos que una exhaustiva anamnesis y un correcto examen físico
serían suficientes para su diagnóstico y, por lo tanto, los exámenes
complementarios quedarían reservados para aquellos casos de duda diagnóstica.
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ORCID de J. Sánchez Saba: https://orcid.org/0000-0001-5496-3513
ORCID de E. E. Zaidenberg: https://orcid.org/0000-0002-1535-0586
ORCID de G. Gallucci: https://orcid.org/0000-0002-0612-320X
ORCID de J. G. Boretto: https://orcid.org/0000-0001-7701-3852
ORCID de P. De Carli: https://orcid.org/0000-0002-9474-8129
ORCID de F. L. De Cicco: https://orcid.org/0000-0001-9844-140X
Recibido el 9-8-2020. Aceptado luego de la
evaluación el 28-12-2020 • Dr. Juan
Ignacio Pérez Abdala • ignacio.perez@hospitalitaliano.org.ar • https://orcid.org/0000-0002-5398-6876
Cómo citar este artículo: Pérez Abdala JI, Sánchez Saba J, Zaidenberg
EE, Gallucci G, Boretto JG, De Carli P, De Cicco FL. Dedo azul agudo idiopático
no isquémico: síndrome de Achenbach. Presentación de un caso y revisión
bibliográfica. Rev Asoc Argent Ortop
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Información del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2021.86.5.1182
Fecha de publicación: Octubre, 2021
Conflicto de intereses: Los autores no declaran conflictos de intereses.
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