INVESTIGACIÓN CLÍNICA
Influencia de la fusión espinal en la orientación del implante acetabular
Pablo D. López, Luis D. E. Orosco Falcone, Santiago L.
Iglesias, Ignacio J. Pioli, José M. Gómez, Bartolomé L. Allende
Servicio de Ortopedia y Traumatología, Sanatorio
Allende, Córdoba, Argentina
RESUMEN
Introducción: Las enfermedades
degenerativas de la cadera y la columna vertebral son causas comunes de
discapacidad y dolor y los síntomas suelen superponerse. Cuando algún parámetro
se altera, otro debe modificarse para evitar el choque femoroacetabular y una
posible luxación. Se piensa que la fijación lumbar afectaría la adaptación de
la unidad espino-pélvica en las diferentes posturas. El objetivo de este
estudio fue analizar el comportamiento espino-pélvico en pacientes con
artroplastia total de cadera y artrodesis lumbar. Materiales y Métodos: Se realizó un estudio no
aleatorizado, retrospectivo, de casos y controles en pacientes con artroplastia
total de cadera evaluados con radiografía lumbopélvica de frente y de perfil en
posición erecta y en sedestación, divididos en dos grupos: con artrodesis
lumbar o sin ella. Se midieron parámetros espino-pélvicos y femoroacetabulares.
Resultados: La muestra tenía
50 pacientes: 25 en cada grupo. Quince tenían artroplastia total de cadera
bilateral y el nivel de fijación lumbar más frecuente era L5-S1. No hubo
diferencia estadísticamente significativa en la edad y el sexo entre ambos
grupos. Los pacientes con artrodesis lumbar necesitaron más flexión de cadera
para sentarse, sin un aumento significativo asociado en la tasa de luxación. Conclusiones: La composición ideal de los
componentes aún es difícil de alcanzar. La reconsideración de las “zonas
seguras” de los componentes ha comenzado a alejarse de los valores del plano
coronal de Lewinnek. Se ha propuesto un nuevo enfoque en las zonas seguras del
plano sagital más apropiadas y precisas en pacientes seleccionados con
enfermedad espino-pélvica grave.
Palabras clave: Movilidad
espino-pélvica; luxación, fijación lumbar.
Nivel de Evidencia: III
Influence of Spinal Fusion on Acetabular Implant Orientation
ABSTRACT
Introduction: Degenerative diseases of the hip and
spine are common causes of disability and pain, and the symptoms usually
overlap. When a parameter is altered, another one should be modified to avoid
femoroacetabular impingement and a potential dislocation. It is believed that
lumbar fixation would affect the adaptation of the spinopelvic unit in
different postures. This article aims to analyze the spinopelvic behavior in
patients with Total Hip Arthroplasty (THA) and lumbar arthrodesis. Materials and Methods: A non-randomized retrospective study
of cases and controls was carried out in patients with THA, who were assessed
using anterior and lateral X-ray views in functional sitting and standing
postures, divided into two groups depending on the presence or absence of
lumbar arthrodesis. Spinopelvic parameters as well as femoroacetabular
parameters were measured. Results: 50 patients were selected, 25 in each group. In
total, 15 patients had bilateral THA, and the most common level of lumbar
fixation was L5-S1. There was no statistically significant difference in gender
and age between both groups. Lumbar arthrodesis patients required more hip
flexion to sit, without being associated with a significant increase in the
rate of dislocation. Conclusion: The ideal composition of the components is still difficult to achieve.
The review of the “safe zones” of the components has started to depart from the
values of the body plane proposed by Lewinnek. A new approach has been proposed
to the safe zones of the sagittal plane, which are more appropriate and
accurate in selected patients with severe spinopelvic pathology.
Keywords:
Spinopelvic mobility; dislocation; lumbar fixation.
Level of Evidence: III
Las enfermedades degenerativas de la cadera y
la columna vertebral son causas comunes de discapacidad y dolor. El diagnóstico
y el tratamiento de las afecciones relacionadas con la cadera y la columna
vertebral son un desafío debido a la superposición de síntomas. La artroplastia
total de cadera (ATC) y la fusión de la columna lumbar pueden aliviar
eficazmente el dolor y mejorar la función en pacientes adecuadamente
seleccionados con un cuadro degenerativo y, como resultado, los volúmenes de
estas operaciones están aumentando. No es raro tener una fusión espinal y una
ATC.1-3
En la ATC, la colocación precisa de la copa
acetabular es esencial para lograr una amplitud de movimiento libre y estable.
Durante décadas, los cirujanos ortopédicos se han basado en la “zona segura”
para la colocación del implante acetabular, descrita por Lewinnek y cols. (40°
± 10° de abducción y 15° ± 10° de anteversión)4 para reducir la inestabilidad
de la prótesis, pero actualmente, debido a nuevos conocimientos del papel que
juega la unidad espino-pélvica en la orientación acetabular, este concepto está
cambiando.5 Además, la orientación acetabular es un parámetro
dinámico que puede verse afectado por fuerzas que pueden originarse desde la
parte superior de la articulación de la cadera (p. ej., cambio en la alineación
espinal), en la cadera (p. ej., debilidad muscular o degeneración avanzada de
cadera) o debajo de la cadera (p. ej., discrepancia entre las extremidades).6
Estudios recientes hallaron una alta tasa de
luxaciones de las prótesis que se encontraban dentro de la “zona segura” de
Lewinnek, por lo que sugieren que otros factores pueden jugar un papel en la
inestabilidad de la cadera.5,7 La fusión espinal puede alterar la
adaptación de la unión espino-pélvica, y puede dar como resultado una
ante-versión y una inclinación del implante acetabular inferior a la óptima en
sedestación y bipedestación y, a su vez, dislocación o subluxación.8
Movilidad
espino-pélvica
Cada persona se caracteriza por un parámetro
“morfológico”: el ángulo de incidencia pélvica (pelvic incidence, PI), que representa esquemáticamente el grosor
pélvico. La adaptación de otros factores funcionales, como la inclinación pélvica (pelvic
tilt, PT) y los parámetros espinales [inclinación sacra (sacral slope, SS), lordosis lumbar (LL)
y cifosis torácica] permiten posicionar el centro de gravedad del tronco
específicamente para que esté apoyado por las cabezas femorales relativas a la
base pélvica, para mantener el equilibrio con solo un mínimo esfuerzo muscular.
Matemáticamente todos los parámetros pélvicos son unidos mediante la siguiente
fórmula: PI=PT+SS.
La pelvis se mueve, girando alrededor del eje
bicoxofemoral, lo que lleva a la inclinación anterior (donde la porción
superior de la pelvis se inclina hacia adelante) y la inclinación posterior (la
parte superior de la pelvis se inclina hacia atrás). Las variaciones en los
ángulos de la pendiente sacra determinan el rango de esta PT.9
La posición erecta corresponde a una
inclinación hacia delante de la pelvis como un todo. En esta situación, la
placa superior de S1, vista lateralmente, forma un ángulo de aproximadamente
35° a 45° con la horizontal.9-11 Algunas personas tienen un pequeño
ángulo de SS en posición erecta: hablamos entonces de PT posterior (o
retroversión pélvica o extensión pélvica), y el sacro visto en una imagen
lateral parece más vertical que lo normal. Por el contrario, otras personas
tienen un sacro muy horizontal en posición erecta con un ángulo de SS, a veces,
mucho mayor que 50° (PT anterior o anteversión pélvica o flexión pélvica).
En una posición sentada, el fenómeno se
invierte. La pelvis se inclina hacia atrás a medida que avanza hacia la
sedestación. La SS disminuye, a valores de 20° a 25° en promedio.9,10,12 Esta
pendiente puede ser ligeramente positiva (5°-10°) o incluso negativa. Como
función de la altura del asiento, la morfología del individuo o cualquier
enfermedad espinal asociada, observamos la inclinación posterior de la pelvis
(retroversión pélvica o extensión pélvica) más o menos acentuada con un sacro
más o menos vertical.
Esto es particularmente confuso para los
cirujanos de artroplastia que generalmente se refieren a la retroversión en
relación con la copa acetabular, que es el movimiento opuesto. Por ejemplo, con
la PT posterior o la retroversión pélvica, la posición funcional de la copa
acetabular se vuelve más anteversa.
Estas modificaciones en los parámetros
espino-pélvicos llevan a los cambios correspondientes en la orientación acetabular
[inclinación acetabular (acetabular
inclination, AI) y anteversión acetabular (AA)]. El valor combinado de
estas dos medidas de la orientación acetabular es el ángulo de anteinclinación
(AAI). En posición erecta, el valor de la SS es alto y el ángulo de la AA es
pequeño. Inversamente, en sedestación, la SS disminuye y la AA aumenta.
Radiográficamente tanto en posición anteroposterior como lateral, el implante
acetabular aparece más vertical en sedestación que en posición erecta.
Por cada 1° de PT posterior, la AA funcional
aumentará 0,7°-0,8°. El cambio en la AI funcional es menos significativo y no
lineal, según el grado de PT. En general, la PT posterior mayor aparecerá más
como una vista de salida, mientras que una PT anterior mayor aparecerá más como
una vista de entrada en la radiografía anteroposterior de pelvis.
El objetivo de este estudio fue analizar el
comportamiento de la ATC en pacientes con artrodesis lumbar y sin ella.
MATERIALES Y
MÉTODOS
Se llevó a cabo un estudio no aleatorizado,
retrospectivo, de casos y controles de pacientes con ATC que fueron evaluados
con radiografías de frente y de perfil en posición funcional erecta y en
sedestación.
El estudio se realizó en conjunto con los
profesionales del Servicio de Diagnóstico por Imágenes, a quienes se les
entregó un protocolo en el que se explicaban los criterios de inclusión y
exclusión, y las normativas para obtener las radiografías.
En las radiografías, se debían visualizar,
con claridad, ambas cabezas femorales o prótesis con tercio proximal de fémur,
sínfisis púbica en perfil, columna vertebral desde el platillo superior de L1,
platillo superior de S1.
Se incluyeron pacientes de nuestro Servicio
de Ortopedia y Traumatología sometidos a una ATC. Se obtuvieron registros de
las historias clínicas para clasificarlos en dos grupos, según si tenían o no
patología espinal: grupo A (ATC más fijación lumbar) y grupo B o de control
(ATC sin fijación lumbar).
Se midieron los parámetros espino-pélvicos
LL, PT, PI, SS, el plano pélvico anterior (anterior
pelvic plane, APP), y los parámetros femoroacetabulares AAI, ángulo pélvico
femoral (pelvic femoral angle, PFA).
Las mediciones se realizaron en bipedestación y sedestación mediante el
programa SurgiMap13 para Windows (Figuras 1 y 2).
PI: es el ángulo que se forma entre una línea
trazada desde el centro de la cabeza femoral hasta el punto medio en el
platillo superior de S1 y una segunda línea perpendicular a este último punto.
PT: es el ángulo obtenido entre una línea que
va desde el centro de la cabeza femoral hasta un punto medio localizado en el
platillo superior de S1 y una segunda línea vertical de referencia a 0°.
SS: es un ángulo
formado entre una línea que se traza paralela al eje del platillo superior de
S1 y una segunda línea de referencia horizontal a 0°.
APP: representa la PT, pero medido en el
perfil como el ángulo que se forma por dos líneas, una desde la sínfisis púbica
a la espina ilíaca anterosuperior y otra vertical a 0° desde la sínfisis
púbica.
LL: es el grado de
lordosis de la columna lumbar medida desde el platillo superior de L1 hasta el
platillo superior de S1.
AAI: medido en el perfil con una línea que
conecta el borde acetabular desde la porción más anterior a la más posterior
con otra línea de referencia a 0°.
PFA: es el ángulo que representa la flexión
de la cadera y se mide con una línea que conecta el centro de la cabeza femoral
con la diáfisis femoral y otra línea desde el centro de la cabeza femoral hacia
el punto medio del platillo superior de S1.
Análisis estadístico
Se realizó un análisis descriptivo global
usando medidas resumen y gráficos exploratorios, para cada característica y de
manera bivariada. Para estudiar la relación entre las variables cualitativas,
se empleó la prueba de la ji al cuadrado de Pearson.
Para estudiar las diferencias entre grupos de
variables cuantitativas, se utilizó la prueba t de Student para muestras
independientes. Por último, se utilizó el programa SPSS para Windows v. 22 para
los análisis estadísticos, y el programa Excel para confeccionar los gráficos y
las tablas. El nivel de significación utilizado en todos los casos fue 0,05.
Aspectos éticos
Todos los pacientes dieron el consentimiento
informado verbal y escrito para participar de la investigación. El protocolo de
investigación fue aprobado por el Comité de Ética Institucional y cumple con la
Declaración de Helsinki y la Declaración de Buenas Prácticas Clínicas de ANMAT.
También cumple con la Ley de la Provincia de Córdoba N° 9694 y la Ley Nacional
Argentina de protección de datos personales N° 25.326.
RESULTADOS
Se obtuvo una muestra de 50 pacientes, 25
para cada grupo. En el grupo A, el 68% eran mujeres, con una edad promedio
(desviación estándar) de 70 años (9.62) entre ambos sexos. El grupo B estaba
formado por un 56% de mujeres, con una edad promedio (desviación estándar) de
68 años (11.03) entre ambos sexos. No había una diferencia estadísticamente
significativa entre ambos grupos en cuanto a la edad (p = 0,566) y el sexo (p =
0,297).
Ocho pacientes del grupo A y siete del grupo
B tenían una ATC bilateral (en total 15 pacientes [80% mujeres]).
En el grupo A, el
nivel de fijación lumbar más frecuente fue L5-S1 (7 pacientes, 28%) (Tabla 1).
Al calcular los porcentajes de
pacientes con luxación, fue superior en el grupo de artrodesis que en el grupo
control: 12% vs. 4% (Figura 3); sin embargo, la diferencia no fue
significativa.
Parámetros
espino-pélvicos (Tabla 2)
Los pacientes del grupo de control tenían un
mayor promedio de LL (posición erecta) y un menor promedio de LL (sedestación),
pero la diferencia entre los grupos no fue estadísticamente significativa (p
>0,05). Asimismo, estos presentaban un menor promedio de PT (posición
erecta), y la diferencia entre los grupos fue estadísticamente significativa (p
= 0,0269). En cambio, no hubo diferencias estadísticamente significativas entre
los grupos con respecto a la PT (sedestación).
En cuanto a la PI, hubo una diferencia de
medias entre la posición erecta y la sedestación de 1,21° en el grupo A y de 3°
en el grupo B, sin diferencias estadísticamente significativas entre ambos (p
>0,05).
Los pacientes del grupo B tenían un mayor
promedio de SS (posición erecta), y la diferencia entre los grupos fue
estadísticamente significativa (p = 0,0002). La SS se modificó, en promedio,
8,3° en los pacientes con artrodesis lumbar y 20° en aquellos sin artrodesis
lumbar. Esta diferencia de medias entre los grupos fue estadísticamente
significativa (p = 0,001) (Figura 4).
Los pacientes del grupo sin artrodesis tenían
un menor promedio de APP en posición erecta y sedestación, pero la diferencia
entre los grupos no fue estadísticamente significativa (p >0,05).
Parámetros
femoroacetabulares
Los pacientes del grupo de control
presentaban un mayor promedio de AAI (posición erecta y sedestación), pero la
diferencia entre los grupos no fue estadísticamente significativa (p >0,05).
Los pacientes con artrodesis tenían un
aumento promedio de 11° en el AAI al pasar de la posición erecta a la
sedestación y, en aquellos sin artrodesis lumbar, este valor aumentó 17,30°,
sin diferencia estadísticamente significativa (Figura 5).
Los pacientes del grupo de artrodesis
presentaron un menor promedio de PFA (bipedestación), y la diferencia entre los
grupos fue estadísticamente significativa (p = 0,0049). En cambio, no hubo
diferencias estadísticamente significativas entre los grupos con respecto al
PFA (sedestación). Al enfrentar ambos grupos, los pacientes en general del
grupo con artrodesis lumbar flexionaron 10,50° más la cadera que aquellos sin
artrodesis al pasar de la posición erecta a la sedestación (p >0,05) (Figura
6).
DISCUSIÓN
La movilidad espino-pélvica puede ser
confusa. La mayoría de los cirujanos que realizan artroplastias se centran en
el posicionamiento del componente acetabular de acuerdo con la posición
estática de la pelvis. Sin embargo, en su lugar, debe usarse la posición
funcional. Esto explicará la interacción dinámica entre la columna vertebral,
la pelvis y la cadera. En los últimos años, han aumentado las investigaciones
sobre la influencia de la movilidad espino-pélvica, y la inclinación y
anteversión del componente acetabular para la ATC.9,10
La mayoría de los pacientes sometidos a ATC
tendrán un movimiento espino-pélvico normal (ΔSS 20°-40° de posición erecta a sedestación)
y no tendrán un desequilibrio sagital clínicamente significativo (PT posición
erecta ± 10°). Además, Stefl y cols14. comunicaron que el 16% de los
pacientes con anomalías espino-pélvicas preoperatorias recuperaron el
movimiento espino-pélvico normal después de la ATC, presumiblemente debido a la
liberación de contracturas en flexión de cadera. Como resultado, para la
mayoría de los pacientes, la colocación del componente acetabular en el plano
coronal estándar (zona segura de Lewinnek) ha logrado excelentes resultados
durante tantos años. Incluso la ATC en pacientes con anormalidades
espino-pélvicas menores se ha mantenido históricamente a salvo de la luxación
de la prótesis, porque los cirujanos tienden a apuntar a ángulos de inclinación
y anteversión acetabulares estrechos de 30°-45° y 15°-20°, respectivamente.15
Sin embargo, debe reconocerse que existe un espectro de inestabilidad que
incluye dolor por pinzamiento sin dislocación franca. Para los pacientes de alto
riesgo con movilidad espino-pélvica patológica, varios autores han descrito
esquemas de clasificación y han proporcionado posibles soluciones.
Dorr y cols.16 clasificaron a la
movilidad espino-pélvica en tres categorías sobre la base de la diferencia en
la SS entre la posición erecta y la sedestación. La clasificación se divide en:
normal (20°-40°), hipermóvil (>40°) y rígida (<20°). Señalaron que,
mientras que el movimiento espino-pélvico normal e hipermóvil no tenía casi
riesgo de pinzamiento y dislocación, el movimiento espino-pélvico rígido tenía
un mayor riesgo de dislocación debido a un desequilibrio. En nuestra serie, los
pacientes con artrodesis lumbar presentaron un promedio de 8,30° (rígida) y los
pacientes sin artrodesis lumbar, un promedio de 20° (normal).
Stefl y cols., y Kanawade y cols14,17.
sugirieron que las pelvis con movilidad normal e hipermóviles tienden a tolerar
una gran variabilidad en la posición de la copa, el choque y la inestabilidad
debido a la biomecánica espino-pélvica normal. Durante la
colocación de la copa, se recomienda mantener la técnica quirúrgica normal y la
implantación de la zona de seguridad de la copa regular de 15° ± 10° de
anteversión y 40° ± 10° de inclinación. A su vez, recomendaron que las pelvis
rígidas, que demuestran <10° de cambio de SS entre la posición erecta y la
sedestación, se clasifiquen por la posición acetabular en la que se encuentran.
La posición “erecta” o de inclinación anterior indica un acetábulo más
horizontal y un choque anterior; por lo tanto, un riesgo de dislocación
posterior. La posición “sentada” o de inclinación posterior indica un posible
choque posterior e inestabilidad anterior. Estas clasificaciones ayudan a guiar
al cirujano a la ubicación ideal para el implante de la copa. Estas clasificaciones
pueden ser útiles como categorías generales, pero el grado de rigidez y
desequilibrio sagital debe determinarse caso por caso. Además, a medida que los
pacientes envejecen o se someten a procedimientos quirúrgicos, pueden pasar de
una categoría a otra. La enfermedad de la columna es progresiva y la pérdida de
movilidad espino-pélvica y el equilibrio sagital pueden ser responsables de
luxaciones tardías.
Los objetivos de la posición de la copa en
una clase rígida espino-pélvica son 45°-50° de inclinación (50° en pacientes
ancianos y 45° en los más jóvenes) y 20°-25° de anteversión. Se considera la
prótesis de doble movilidad si los valores del AAI de un paciente cambian
<5° entre sentarse y pararse, lo que significa que el acetábulo no se adapta
al movimiento espino-pélvico y está en riesgo de luxación.
Una revisión de los datos de Medicare halló
un aumento del 293% de pacientes con fusión lumbar sometidos a ATC durante un
período de 12 años.18 La prevalencia de enfermedad degenerativa de
la columna lumbar en pacientes sometidos a ATC primaria por osteoartritis de
cadera fue aproximadamente del 40%.14 El efecto de la enfermedad de
la columna vertebral en la ATC se ha centrado, en gran medida, en el riesgo de
luxación. Según grandes estudios multicéntricos, la inestabilidad posquirúrgica
de la cadera es del 2% al 4%.19,20 Sin embargo, los estudios
contemporáneos que se centran en ATC en pacientes con enfermedad degenerativa
de la columna vertebral o una fusión lumbar de segmento largo han detectado un
riesgo de luxación del 8% al 18%.5,18
Bedard y cols.21 observaron que
los pacientes con fusión espino-pélvica y ATC tenían una tasa de luxación del
20% en su institución y del 8,3% en la base de datos nacional de los Estados
Unidos. Llegaron a la conclusión de que se trataba de una tasa alarmantemente
alta en comparación con las tasas de control del 2,9%.
Perfetti y cols.22 notaron una
tasa de luxación siete veces mayor con una fusión vertebral previa y varios
autores han comunicado una asociación positiva con el número de niveles
fusionados y el grado de desequilibrio espinal.6,23 Malkani y cols.18
descubrieron que la fusión lumbar realizada dentro de los cinco años anteriores
a la ATC era un factor de riesgo independiente para la luxación y corrobora los
datos publicados previamente.22,23
Existe un posible nuevo conjunto de riesgos
en estos pacientes si la cirugía de fusión lumbar se realiza después de la ATC
debido al reajuste de la PT posterior, la anteversión acetabular funcional y la
rigidez espinal.
En nuestra serie, tuvimos tres luxaciones en
el grupo de artrodesis (12%) y un solo caso de luxación de la prótesis en el
grupo de control (4%); sin embargo, esta diferencia no fue significativa. No
hubo diferencias estadísticamente significativas en los parámetros medidos para
ese caso en comparación con el resto de los pacientes del mismo grupo. Por lo
tanto, no podemos afirmar que esta luxación se debió a un desequilibrio
espino-pélvico o acetabular.
Dorr y cols.24,25 clasificaron a
los pacientes con dislocaciones de cadera por sus etiologías subyacentes. Si
bien atribuyeron la mayoría a una causa identificable, el 17% no tenía una
etiología conocida. Esto puede sugerir otros factores de riesgo para la
inestabilidad desconocidos en ese momento.
Como limitaciones de este estudio mencionamos
la baja cantidad de pacientes y no contar con un adecuado método radiológico
que nos permita disminuir las oblicuidades periféricas de las radiografías al
tener que ampliar al máximo el colimador. Creemos que esto se puede mejorar en
posteriores estudios y con una mejor comunicación entre técnicos radiólogos y
médicos solicitantes.
CONCLUSIONES
La artrodesis lumbar reduce la movilidad
espino-pélvica y, en consecuencia, la adaptación acetabular a los cambios de
posición; los pacientes con artrodesis necesitan más flexión de cadera para
sentarse, sin que este factor se asocie, de manera significativa, con la
luxación de la prótesis. A medida que avanza nuestra apreciación y comprensión,
esperamos poder identificar, con mayor exactitud, a los pacientes de alto
riesgo (antecedentes patológicos de la columna y cadera). A su vez, un menor
daño de los tejidos blandos también puede mitigar el riesgo de inestabilidad.
Se necesitan más estudios a futuro para identificar y reducir esta zona segura
sagital propuesta. No obstante, en algunos casos de movimiento patológico
grave, pueden sugerirse implantes de articulación de doble movilidad,
particularmente en cirugías de revisión.
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Recibido el
16-1-2021. Aceptado luego de la evaluación el 28-4-2021 • Dr. Pablo D. López • pablopez1292@gmail.com • https://orcid.org/0000-0001-9722-1317
Cómo citar
este artículo: López PD, Orosco Falcone LDE, Iglesias SL, Pioli IJ,
Gómez JM, Allende BL. Influencia de la fusión espinal en la orientación del
implante acetabular. Rev Asoc Argent
Ortop Traumatol 2021;86(4):463-474. https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2021.86.4.1302
Información
del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2021.86.4.1302
Fecha de
publicación: Agosto, 2021
Conflicto
de intereses: Los
autores no declaran conflictos de intereses.
Copyright: © 2021,
Revista de la Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología.
Licencia: Este
artículo está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-No
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