INVESTIGACIÓN CLÍNICA
Tratamiento de las
fracturas de pelvis APCII. Variables que afectan el resultado final
Jesús Rey
Moggia, Mauro Chiodini, Felipe Galán, Rafael Amadei Enghelmayer
Servicio de Ortopedia y Traumatología, Hospital Interzonal General
de Agudos “Gral. José de San Martín”, La Plata, Buenos Aires, Argentina
Resumen
Introducción: Las fracturas de pelvis se asocian
frecuentemente a un trauma de alta energía. La tasa de mortalidad varía del 5%
al 46%. El objetivo de este estudio fue explorar si las variables analizadas se
asociaron con el resultado final del tratamiento de las fracturas de pelvis
APCII (AO/OTA: 61B2.3). Materiales y
Métodos: Se evaluó a 23 de 79 pacientes luego de aplicarles los criterios
de selección. Las fracturas fueron clasificadas, según Young y Burgess, en una
radiografía panorámica de pelvis, de entrada y de salida, y tomografía
computarizada. Se evaluó el resultado clínico según la escala funcional de
Majeed. Las variables evaluadas fueron: tratamiento en la urgencia, lesiones
asociadas, días de espera hasta la cirugía, fijación utilizada, reducción
posquirúrgica inmediata, infección del sitio quirúrgico. Resultados: No se halló una diferencia estadísticamente
significativa entre el tipo de tratamiento realizado en la urgencia, las
lesiones asociadas, los días de espera hasta la cirugía y el tipo de fijación,
con el resultado final a largo plazo. Los pacientes que tuvieron una reducción
posoperatoria inmediata <1 cm y los que no sufrieron una infección del sitio
quirúrgico obtuvieron mejores resultados funcionales, de manera
estadísticamente significativa. Conclusión:
Las variables calidad de la reducción posquirúrgica inmediata e infección del
sitio quirúrgico en pacientes con fractura de pelvis APCII se asocian
directamente con los resultados funcional y clínico a largo plazo.
Palabras clave: Fractura de pelvis; APCII; escala de
Majeed; variables.
Nivel de Evidencia: IV
Treatment of APCII Pelvic Fractures.
Variables that Affect the Outcomes
Abstract
Introduction: Pelvic fractures are frequently
associated with high-energy trauma. Mortality varies from 5%-46%. In these
patients, the factors related to poor outcomes are still controversial. Purpose: To explore if the variables
analyzed were related with the long term outcomes of the treatment of an
anterior-posterior compression type II pelvic fracture (APCII; AO/OTA: 61B2.3).
Materials and Methods: 79 cases were
analyzed and 23 patients remained for evaluation according to inclusion and
exclusion criteria. Pelvic radiographs (anteroposterior, inlet and outlet) and
CT-scans were evaluated. The Young & Burgess classification was used to
define the fracture pattern and the Majeed Score for
clinical outcomes. Variables analyzed: emergency treatment, associated
injuries, delay for definitive fixation, method of fixation, quality of
immediate postoperative reduction and surgical site infection. Results: We did not find any
statistical relation between the type of emergency treatment, associated
injuries, delay for definitive fixation, method of fixation, and the long-term
clinical outcome. Patients who had an immediate postoperative reduction of less
than 1 cm and those who did not have a surgical site infection obtained better
functional outcomes (statistically significant). Conclusion: The quality variables of immediate postoperative
reduction and surgical site infection in patients with APCII pelvic fracture
had a direct relation with long-term functional and clinical outcomes.
Key words: Pelvic fracture; APCII; Majeed score; variables.
Level of Evidence: IV
Las fracturas de pelvis afectan aproximadamente a 20-37/100.000
habitantes al año. Se asocian a un trauma de alta energía, y la principal causa
son los accidentes automovilísticos, aunque también se pueden producir por
traumas de baja energía.1 La tasa de mortalidad varía del 5% al 46%
y tiene una relación directa con el tipo de trauma sufrido.2,3
Además, este cuadro genera largos períodos de internación y de recuperación.4
Si las fracturas de pelvis no son tratadas correctamente, pueden
ocasionar secuelas a largo plazo, como dolor crónico, dismetrías y diversos
problemas funcionales.5,6 Ante una lesión del anillo pélvico,
debemos determinar la magnitud y decidir el manejo adecuado del paciente según
el grado de inestabilidad que presente.7,8
El sistema de clasificación desarrollado por Young y Burgess9
se sigue utilizando ampliamente. Las lesiones en el anillo pélvico pueden ser
de diferente magnitud y originar un amplio rango de inestabilidades que pueden
comprometer la vida.10 En lesiones por mecanismo de compresión
anteroposterior tipo II de la clasificación de Young y Burgess, llamadas de
“libro abierto” (APCII), se lesionan la sínfisis púbica, el suelo pélvico
(incluido el ligamento sacroespinoso) y los ligamentos sacroilíacos anteriores.
Los ligamentos posteriores permanecen intactos, por lo que la hemipelvis se
define como parcialmente inestable.11 Según la clasificación AO/OTA,12
esta lesión se clasifica como 61B2.3. Para unificar la nomenclatura, en este
estudio, se definirán como APCII.
El tratamiento clásico de las lesiones APCII se basaba únicamente
en la fijación anterior. Con el paso del tiempo y el análisis del rango de
inestabilidad rotatoria, se reconoció la necesidad de la fijación suplementaria
del anillo posterior con tornillos sacroilíacos.13-16 Así como en el
tratamiento definitivo, se genera una serie de controversias en la bibliografía
sobre múltiples variables, algunas de las cuales analizaremos en este artículo.2,3,5-7,11
El objetivo de este estudio fue explorar si el tratamiento en la
urgencia, las lesiones asociadas, el tiempo de espera para la cirugía
definitiva, el tipo de fijación utilizado, la reducción posoperatoria y la
infección del sitio quirúrgico se asociaron con el resultado funcional final en
pacientes que sufrieron fracturas de pelvis por mecanismo de compresión
anteroposterior tipo II de la clasificación de Young y Burgess.
Materiales y Métodos
Se realizó un estudio retrospectivo en una cohorte de pacientes
con fracturas de pelvis por compresión antero-posterior tipo II de la
clasificación de Young y Burgess mediante la recolección de datos del archivo
de historias clínicas del Servicio de Ortopedia y Traumatología. Todos los
pacientes firmaron el consentimiento informado correspondiente y se obtuvo la
aprobación del Comité de Ética de nuestro hospital. Se comenzó a partir del
diagnóstico “fractura de pelvis” y luego se seleccionó cada historia clínica en
particular según los criterios de inclusión y exclusión.
Los criterios de inclusión fueron: 1) edad >15 años, 2)
fracturas de pelvis por compresión anteroposterior tipo II de la clasificación
de Young y Burgess (APCII; AO/OTA: 61B2.3), 3) cirugía realizada en nuestro
establecimiento, entre enero de 2014 y enero de 2018, 4) seguimiento mínimo de
un año y 5) operados por el mismo cirujano.
Se excluyó a los pacientes con una o más de las siguientes
características: 1) >75 años, 2) fractura patológica, 3) fracturas con
tratamiento ortopédico y 4) enfermedades psiquiátricas y deterioro del sensorio
que impidieran la interpretación y el cumplimiento de las indicaciones.
De acuerdo con los criterios descritos, se obtuvieron 23 pacientes
para analizar de una muestra de 79 pacientes con fracturas de pelvis en nuestro
hospital.
Las fracturas se clasificaron, según la clasificación de Young y
Burgess, en las radiografías panorámica (Figura 1), de entrada (Figura 2) y de
salida de pelvis (Figura 3), y tomografía computadorizada.
La evolución clínica se evaluó con la escala de Majeed,17
que valora dolor, sedestación, bipedestación y marcha, y relaciones sexuales,
con un puntaje máximo de 80 que va disminuyendo según la gravedad. La suma de
los parámetros arroja un puntaje y este se valora como: excelente (70-80
puntos), bueno (55-69 puntos), normal (45-54 puntos) y pobre (<45 puntos).
El puntaje original también contempla la actividad laboral, agregando 20 puntos
más, y se llega a un máximo de 100. No se incluyó esta variable, porque
generaría más confusión en los resultados debido a que no todos los pacientes
analizados trabajaban cuando se accidentaron. Además, las actividades laborales
variaban mucho, desde peones de campo y obreros de la construcción hasta
administrativos y otros trabajos sin esfuerzos físicos mayores que permanecer
sentado frente a una computadora por menos de cuatro horas.
Las variables evaluadas fueron: 1) tratamiento en la urgencia, 2)
lesiones asociadas, 3) días de espera hasta la cirugía, 4) tipo de fijación
utilizada, 5) calidad de la reducción posquirúrgica inmediata y 6) infección
del sitio quirúrgico.
Se analizó cada variable por paciente, y se comparó el resultado
obtenido según la escala de Majeed entre subgrupos.
Se analizó el tratamiento en la urgencia según si había sido
cincha pélvica, fijación externa anterior o packing
pélvico. Se dividió a los pacientes en dos grupos: los tratados con cincha y
los tratados con fijación externa o packing
pélvico. La fijación externa se realiza de manera supra-acetabular, de no
mediar lesiones de partes blandas u
otra situación que lo impida.
Se definió “fractura de pelvis con lesiones asociadas” a aquella
que presentaba lesiones que pudieran afectar el resultado final según el
puntaje de Majeed, por ejemplo, fractura de acetábulo, tobillo, calcáneo,
huesos largos de miembros inferiores, expuestas o no, traumatismo
craneoencefálico grave y lesiones ligamentarias. De esta manera, se dividió a
los pacientes en dos grupos: con lesiones asociadas o sin ellas. No se
consideraron lesiones asociadas a las que, por su evolución o gravedad, no
afectasen el resultado final, como fracturas de miembro superior, heridas
cortantes, fracturas de columna sin compromiso medular, traumatismo
craneoencefálico sin pérdida del conocimiento.
Los días de espera hasta la cirugía variaron de 1 a 60. Se
formaron dos grupos: espera de hasta 7 días y espera de 8 días o más para la
cirugía.
Los tipos de fijación analizados se dividieron en dos grupos. El
primer grupo incluyó a los pacientes operados con fijación anterior con placa
mediante un abordaje de Pfannenstiel y percutáneo sacroilíaco. Al segundo grupo
lo conformaron los pacientes operados únicamente con fijación anterior con
placa por medio de un abordaje tipo Pfannenstiel (sin fijación posterior), más
los operados con fijación externa anterior y percutánea sacroilíaca. La
división en grupos se realizó de esa manera para comparar el tratamiento más
aceptado en la actualidad y recomendado en la bibliografía (fijación anterior
con placa y posterior percutánea), con el resto de los tratamientos realizados.
El tratamiento para cada paciente se seleccionó según las características de
cada uno de ellos, sus enfermedades y lesiones asociadas, y en conjunto con los
demás servicios tratantes. Además, los primeros pacientes de la serie habían
sido tratados solo con fijación anterior, en los últimos años de la serie, se
agregó la fijación posterior percutánea. La fijación anterior se realizó, en
todos los casos, con una placa de reconstrucción o una placa DCP de 3,5 mm,
según la disponibilidad. La mayoría de los pacientes fueron operados con placas
de reconstrucción de 3,5 mm y dos, con placas DCP 3,5 mm. Los tornillos
sacroilíacos utilizados fueron de 6,5 mm y 7 mm.
El grado de reducción posoperatoria se analizó en las
radiografías, según los criterios de Matta y Tornetta,18 se definió como
“excelente” a la reducción de menos de 0,4 cm de desplazamiento, “buena” entre
0,4 y 1 cm, “tolerable” entre 1 y 2 cm, y “pobre”, más de 2 cm. Se los dividió
en dos grupos para el análisis estadístico: reducción <1 cm y >1 cm.
Se comparó a los pacientes que sufrieron una infección del sitio
quirúrgico con los que no. Se consideró que un paciente tenía una infección del
sitio quirúrgico si evolucionó con signo-sintomatología de infección, y se
obtuvo un rescate bacteriológico por muestra de tejidos tomada en el quirófano.
Se corroboró esta variable con el registro del Servicio de Infectología de
nuestra institución. Los pacientes que sufrieron una infección del sitio
quirúrgico fueron tratados mediante desbridamiento quirúrgico y tratamiento
endovenoso dirigido por el Servicio de Infectología.
El análisis se realizó con el programa Stata 14.1 (StataCorp,
Texas, EE.UU.). Se comparó el resultado final de la escala numérica de Majeed
en dos grupos formados por cada variable predictiva mediante la prueba de
Mann-Whitney. Para comparar proporciones en grupos definidos por categorías de
la escala de Majeed se utilizó la prueba exacta de Fisher. Se tomó como
estadísticamente significativo a un valor p <0,05.
Resultados
Se analizaron 23 pacientes con diagnóstico de fractura de pelvis
APCII (16 hombres y 7 mujeres). La mediana de la edad era de 32 años (rango
15-70). El seguimiento promedio fue 3.2 años (mín. 2, máx. 6). En nueve
pacientes (39,13%), se documentaron lesiones asociadas. El tratamiento en la
urgencia fue con cincha pélvica en 19 pacientes (82,61%), con fijador externo
en dos (8,69%) (Figura 4) y dos (8,69%) fueron estabilizados hemodinámicamente
mediante packing pélvico. La mediana
de espera hasta la cirugía definitiva fue de 10 días (rango 1-60).
A cinco pacientes (21,73%) se les realizó únicamente fijación
anterior con un abordaje tipo Pfannenstiel, 13 (56,52%) fueron operados
mediante fijación anterior y percutánea sacroilíaca (Figuras 5-7) y cinco
(21,73%), mediante fijación externa anterior y percutánea sacroilíaca. La
reducción posoperatoria fue <1 cm en 16 pacientes (69,57%). Cinco (21,73%)
sufrieron una infección del sitio quirúrgico.
La mediana del puntaje de la escala de Majeed fue de 70
(excelente) (rango 30-80). En la Tabla 1, se muestra la comparación de medianas
en diferentes grupos. No se hallaron diferencias entre los grupos según las
lesiones asociadas. Las medianas de la escala fueron mayores en grupos <40
años, hombres, tratamiento de urgencia con tutor o packing, tiempo <8 días hasta la cirugía definitiva y el grupo
con abordaje tipo Pfannenstiel fijados en la región anterior con placa y
posterior con tornillos sacroilíacos, pero las diferencias no alcanzaron
significación estadística. Se observó que los pacientes que tuvieron una
reducción posoperatoria inmediata <1 cm obtuvieron un mejor puntaje en la
escala funcional (mediana 75 puntos) comparados con aquellos con una reducción
>1 cm (mediana 65 puntos) y la diferencia fue estadísticamente significativa
(p = 0,0310). Se observó que los pacientes que sufrieron infecciones (5 en
total) obtuvieron peores resultados funcionales (mediana 56 puntos) comparados
con los que no tuvieron (mediana 75 puntos) y la diferencia fue
estadísticamente significativa (p = 0,0006).
Según las categorías de la escala de
Majeed, ocho (34,78%) pacientes obtuvieron un resultado excelente; seis
(26,09%), bueno; cinco (21,74%), normal; y cuatro (17,39%), pobre. Aunque los
resultados no alcanzaron significación estadística, el grupo con resultado
“pobre” tenía mayor edad, una frecuencia de reducción >1 cm más alta, todos
fueron tratados con sábana en la urgencia y esperaron más de 8 días hasta el
tratamiento definitivo. Se observó una asociación estadísticamente significativa
de la infección del sitio quirúrgico con la escala de Majeed (Tabla 2).
En los cinco pacientes con infección del sitio quirúrgico, se
aisló Staphylococcus aureus
resistente a meticilina y, en uno de ellos, también Klebsiella pneumoniae. Los cinco fueron operados luego de los siete
días de internación y todos tenían más de 40 años.
Discusión
En este estudio, se evaluaron distintas variables a largo plazo
comparándolas con los resultados funcionales según la escala de Majeed en
pacientes con lesiones tipo APCII. Según una revisión sistemática de 28
artículos, realizada por Lefaivre y cols.,19 en más de la mitad, se
utilizó la escala de Majeed.
En cuanto al relevamiento de datos, la mayoría de los pacientes en
todos los grupos observados no tenía trastornos o disfunciones sexuales,
probablemente por una información incompleta de estos cuadros. Esta idea
coincide con los hallazgos de Harvey-Kelly y cols.,20 que informaron
una alta tasa (28%) de pacientes que rechazaron completar los cuestionarios
sexuales. La incidencia de disfunción sexual y dispareunia informada en la
bibliografía varía del 5% al 44%.11,21
No se encontró una relación con significación estadística entre el
tratamiento inicial en la urgencia y el resultado funcional final según la
escala de Majeed. Esto puede deberse a múltiples variables no analizadas en
nuestro estudio, como el estado hemodinámico al ingresar, los recursos
disponibles y la experiencia del cirujano a cargo del tratamiento en la
urgencia.
La relación entre los pacientes que sufrieron lesiones asociadas y
el puntaje final en la escala de Majeed no fue estadísticamente significativa.
A diferencia de esto, Hessmann y cols.21 afirman que los resultados
funcionales después del trauma pélvico, a menudo, se ven afectados por lesiones
asociadas y otras variables. En nuestro estudio, cuatro pacientes tenían
también fractura de acetábulo; tres, fractura de huesos largos (fémur o tibia);
dos, fractura de columna; cuatro, fractura alrededor del tobillo y pie; uno,
traumatismo craneoencefálico grave y una lesión del nervio ciático.
Los pacientes que fueron operados antes de los siete días
obtuvieron mejores resultados funcionales en la escala de Majeed, mientras que
los operados luego de los siete días tuvieron peores resultados, aunque sin
diferencias significativas. Vallier y cols.22 comunican una
disminución de la morbilidad y los tiempos de internación en pacientes que
recibieron tratamiento temprano, pero no evalúan el resultado funcional a largo
plazo. Además de esto, se puede destacar que cinco pacientes del grupo operado
luego de los siete días del ingreso sufrieron una infección del sitio
quirúrgico y tuvieron un resultado funcional pobre. Esto se entiende, ya que la
internación prolongada aumenta la probabilidad de infección por gérmenes
hospitalarios y empobrece los resultados finales.
En estudios previos, se ha demostrado que la edad, la gravedad de
la lesión, el tipo de fractura y el tipo de fijación utilizado podrían influir
en los resultados funcionales.20,23,24 En nuestro estudio, los
pacientes que fueron operados con fijación anterior con placa mediante el
abordaje tipo Pfannenstiel sin fijación sacroilíaca, junto con los pacientes
operados con fijación externa anterior y fijación posterior percutánea,
tuvieron peores resultados funcionales que los que fueron tratados mediante
fijación anterior con placa y percutánea sacroilíaca. No obstante, no se
obtuvieron resultados estadísticamente significativos. En 2011, Sagi y cols.15
propusieron una modificación a la clasificación de Young y Burgess de lesiones
de “libro abierto” basada en un examen de esfuerzo dinámico con fluoroscopia
bajo anestesia. En este caso, las lesiones APCII son divididas en dos
subgrupos: aquellas que requieren solo fijación anterior (APCIIa) y las que
requieren una fijación posterior adicional (APCIIb). En 2016, Avilucea y cols.16
llevaron a cabo un estudio comparativo y comunican una menor tasa de
falla del material y consolidación viciosa cuando se complementa la fijación
anterior con fijación posterior percutánea, al compararla con la fijación
anterior con placa aislada en fracturas de pelvis APCII. Dichos autores
atribuyen los malos resultados a una fijación inadecuada, y esto coincide con
nuestras observaciones, porque una fijación interna estable, anterior y
posterior llevó a mejores resultados.
Se observó un mejor resultado funcional (mediana 75 puntos) en los
pacientes que obtuvieron una reducción posoperatoria <1 cm comparado con los
que obtuvieron reducciones >1 cm, con valores estadísticamente significativos,
coincidiendo con las afirmaciones de Hessmann y cols.21 En sus
revisiones, Lefaivre y cols. concluyen en que la correlación es desconocida, ya
que hay una amplia variedad de métodos de medición, y ninguno de estos está
correctamente validado.25 Según nuestro estudio, el grado de
reducción posoperatoria influye en el resultado funcional a largo plazo en los
pacientes con lesiones tipo APCII.
Asimismo, se demostró, con valores estadísticamente
significativos, que los pacientes que sufrieron una infección del sitio
quirúrgico obtuvieron peores resultados funcionales comparados con los que no.
Esto puede deberse al aumento de los días de internación, los días en terapia
intensiva o los tiempos quirúrgicos prolongados.
En resumen, se halló, con valores estadísticamente significativos
(Tabla 1), que las variables “calidad de la reducción posquirúrgica inmediata”
e “infección del sitio quirúrgico” inciden en el resultado final, en pacientes
con fracturas de pelvis APCII. Además, las medianas de la escala funcional
fueron mayores en grupos de menores de 40 años, hombres, tratamiento de
urgencia con tutor o packing, tiempo
<8 días hasta la cirugía definitiva y el grupo con un abordaje tipo
Pfannenstiel fijados en la región anterior con placa y posterior con tornillos
sacroilíacos, pero las diferencias no alcanzaron significación estadística.
Las fortalezas de nuestro estudio son que se centra en una lesión
pélvica específica y explora la relación entre variables claras y el resultado
funcional final. Además, todos los pacientes de la serie fueron operados y
controlados en el tiempo por el mismo cirujano, con el mismo protocolo de
seguimiento, lo que le confiere mayor pureza a la muestra. Otro punto a favor
es que se realizó un estudio de tipo comparativo para una mejor evaluación
estadística. Desde nuestro conocimiento, no existe una investigación de este
tipo en la bibliografía nacional.
Las debilidades son el diseño (retrospectivo sin doble ciego), el
universo bajo y la falta de un análisis estadístico multivariado.
Creemos que nuestra investigación puede ser un buen punto de
partida para estudios multicéntricos, como estudios prospectivos con mayor
muestra, y así adaptar los sistemas de clasificación a nuevos conocimientos
sobre el mecanismo del trauma, las distintas variables asociadas y predecir
resultados funcionales a largo plazo.
Conclusión
Según nuestro estudio, podemos afirmar que las variables “calidad
de la reducción posquirúrgica inmediata” e “infección del sitio quirúrgico” en
pacientes con fractura de pelvis por compresión anteroposterior tipo II (APCII)
de la clasificación de Young y Burgess, se asocian directamente con el
resultado funcional y clínico a largo plazo.
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R. Amadei Enghelmayer: https://orcid.org/0000-0002-0032-3016
ORCID de F. Galán: https://orcid.org/0000-0002-7264-488X
Recibido
el 17-2-2021. Aceptado luego de la evaluación el 22-2-2022 • Dr. Jesús Rey Moggia • reymoggiajesus@gmail.com • https://orcid.org/0000-0002-8197-424X
Cómo citar este artículo: Rey
Moggia J, Chiodini M, Galán F, Amadei Enghelmayer R. Tratamiento de las
fracturas de pelvis APCII. Variables que afectan el resultado final. Rev Asoc Argent Ortop Traumatol
2022;87(2):165-176. https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2022.87.2.1322
Información del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2022.87.2.1322
Fecha de publicación: Abril, 2022
Conflicto de intereses: Los autores no declaran conflictos de intereses.
Copyright: © 2022, Revista de la
Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología.
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