INVESTIGACIÓN CLÍNICA
Anestesia local con epinefrina,
sin manguito hemostático, para la liberación del túnel carpiano. Estudio
comparativo de dos variantes técnicas en 89 casos
Luciano Poitevin,
María Solange Ferraguti
Departamento
de Ortopedia y Traumatología, Hospital de Clínicas “José de San Martín”,
Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina
RESUMEN
Objetivo: Evaluar la eficacia intra- y posoperatoria, y la comodidad para el
paciente de dos variantes de la anestesia en dos grupos con síndrome del túnel
carpiano. Materiales y Métodos:
Estudio descriptivo, comparativo, retrospectivo, observacional mediante un
cuestionario telefónico de 12 ítems sobre la anestesia local sin manguito. Se
incorporó a pacientes con síndrome del túnel carpiano operados entre 2008 y
2019, mediante un miniabordaje abierto, y se los dividió en: grupo 1: lidocaína
al 2% más bupivacaína al 0,5% más epinefrina 1:200.000 más sedación ligera (n =
32) y grupo 2: lidocaína al 2% más epinefrina 1:200.000 (n = 57). Resultados: Se evaluó a 89 pacientes
(media de edad 66.9 años). Todos se mostraron satisfechos y confirmaron que
volverían a elegir este
procedimiento. No hubo diferencias significativas en la comodidad o el posible
desarrollo de síntomas intra- o posoperatorios entre ambos grupos. La
permanencia posoperatoria fue de 1-3 h, sin hospitalización. El sangrado fue
mínimo. Conclusiones: La liberación
del túnel carpiano bajo anestesia local más epinefrina, sin manguito
hemostático, resultó segura y sin complicaciones. Los pacientes no refirieron
dolor local intraoperatorio ni posoperatorio inmediato, ni en el sitio del
torniquete. La permanencia en el centro asistencial fue breve. La estancia
corta y la menor cantidad de elementos empleados (anestésicos, manguito)
implican una reducción de los costos del procedimiento. Si bien es recomendable
la presencia de un anestesiólogo, puede llegar a realizarse en ámbitos
adecuados sin él. No se recomienda su empleo sin estudios prequirúrgicos ni
fuera del quirófano.
Palabras clave: Mano; síndrome del túnel carpiano; anestesia local; epinefrina.
Nivel de Evidencia: III
WALANT in Carpal Tunnel
Release. Comparative Study of Two Technical Variants in 89 Cases
ABSTRACT
Objective: To evaluate the
intraoperative and postoperative efficacy and comfort of two variants of
anesthesia in two groups with carpal tunnel syndrome (CTS). Materials and Methods: Descriptive,
comparative, retrospective, observational study using a 12-item telephone
questionnaire on local anesthesia without a tourniquet. We included patients
with CTS who underwent surgery between 2008 and 2019 with a mini-open approach
and divided them into two groups: 1) 2% lidocaine plus 0.5% bupivacaine plus
1:200,000 epinephrine plus light sedation (n = 32) and 2) 2% lidocaine plus epinephrine
1:200,000 (n = 57). Results: 89
patients were evaluated (mean age 66.9 years). All patients were satisfied and
confirmed they would choose this procedure again. There were no significant
differences in comfort or the possible development of intra- or postoperative
symptoms between the two groups. The postoperative stay was 1-3 hours;
hospitalization was not required. The bleeding was minimal. Conclusion: Carpal tunnel release under
local anesthesia with lidocaine + epinephrine, without a tourniquet, has proven
to be a safe procedure with no complications. The patients did not complain of
local immediate intraoperative or postoperative pain or pain at the site of the
tourniquet. The stay in the healthcare facility was shorter. The short stay and
the fewer elements used (anesthetics, tourniquet) imply a reduction in the
costs of the procedure. Though the presence of an anaesthesiologist is
recommended, the procedure can be performed in appropriate settings without
one. We do not recommend its use without preoperative studies or outside the
operating room.
Keywords: Hand; carpal tunnel
syndrome; local anesthesia; epinephrine.
Level of Evidence: III
INTRODUCCIÓN
En los
últimos años, se ha difundido el empleo de la anestesia local con epinefrina
sin el uso de manguito hemostático para numerosos procedimientos quirúrgicos
ambulatorios en la mano y la muñeca.1 Se ha demostrado también la inocuidad de
la epinefrina a nivel digital: un estudio que evaluó un gran número de bloqueos
digitales ha refutado esta preocupación siempre que la concentración sea más
diluida que 1:100.000.2 Esta técnica se conoce como WALANT (Wide Awake Local Anaesthesia – No Tourniquet).
Permite evaluar la movilidad y la función de los dedos durante la cirugía.
El
principal objetivo de este estudio fue evaluar la eficacia de este método de
anestesia y la comodidad del paciente durante la cirugía y en el posoperatorio,
así como su nivel de seguridad en intervenciones de liberación del túnel
carpiano. Además, se compararon dos variantes técnicas de anestesia local con
epinefrina en dos grupos de pacientes, con diferentes cirujanos y en distintas
instituciones.
Las
hipótesis planteadas fueron:1) que el método ofrece beneficios respecto de lo
observado con los métodos convencionales (no aparecen braquialgias debido al
torniquete, ni parestesias secundarias a la anestesia regional, ni
complicaciones isquémicas ni de otro tipo; el sangrado es mínimo y no
obstaculiza la cirugía, no se requiere un tiempo final de hemostasia, el acto
quirúrgico dura poco tiempo, los pacientes quedan satisfechos y la permanencia
posoperatoria en el centro de salud es breve); 2) que no debería haber
diferencias significativas entre los dos grupos estudiados.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se llevó
a cabo un estudio descriptivo, comparativo, retrospectivo, observacional. La
población incluyó a dos grupos de pacientes con diagnóstico de síndrome del
túnel carpiano operados entre agosto de 2008 y diciembre de 2019. Los criterios
de exclusión fueron: edad <18 años, tratamiento previo de liberación del
túnel carpiano, falta de voluntad del paciente para considerar esta opción
terapéutica y reacciones adversas previas a los anestésicos locales. Las
características demográficas registradas fueron: sexo, edad, mano afectada,
actividad laboral (activo o retirado).
Los 89
pacientes con síndrome del túnel carpiano operados mediante una minincisión
palmar fueron divididos en: grupo 1 (n = 32), mezcla de lidocaína y bupivacaína
con amortiguador, sedación con anestesista y topicación con la solución
anestésica durante la cirugía, según se describe más adelante, y grupo 2 (n =
57), 20 cc de lidocaína al 2% con epinefrina, sin sedación, no participa un
anestesiólogo.
Los
pacientes dieron su consentimiento para responder a un cuestionario telefónico
sobre los siguientes ítems:
1)
¿sintió
dolor cuando se introdujo la aguja, se inyectó el líquido anestésico y durante
la cirugía (escala analógica visual de 0 a 10)?,
2)
¿sintió
dolor durante la cirugía por lo que necesitó reforzar la anestesia?,
3)
¿sintió
sensación de falta de aire?,
4)
braquialgia
(dolor proximal al codo) intra- o posoperatoria,
5)
náuseas,
vómitos,
6)
necesidad
de internación,
7)
necesidad
de cuidado por terceros,
8)
momento
de la ingesta de alimentos,
9)
medicación
posoperatoria,
10)
calidad
del sueño,
11)
manchado
de apósitos,
12)
¿elegiría
la misma anestesia?
Técnica anestésica
Antes de
cambiarse y colocar los campos, el cirujano administra la anestesia local con
técnica aséptica, este paso da tiempo para que actúen la anestesia y la
epinefrina.
Solución anestésica
-
Grupo 1:
20 cc de lidocaína al 2% más 20 cc de bupivacaína al 0,5%, ambas con epinefrina
1:200.000 más 20 cc de solución fisiológica más 2 gotas de epinefrina 1:1000
(ampolla de 1 ml con 1 mg de epinefrina) más 4 cc de solución de bicarbonato de
sodio 1 M más sedación previa con midazolam 0,5 mg a cargo de un anestesiólogo.
Inyección de aproximadamente 40 cc de la mezcla. Durante la intervención, se
emplean gasas embebidas en una mezcla de 200 cc de solución fisiológica más una
ampolla de epinefrina, que se colocan sobre los tejidos como coadyuvante de la
hemostasia. Administración de sedación ligera a cargo de un anestesiólogo.
-
Grupo 2:
20 cc de lidocaína al 2% con epinefrina, sin sedación.
Punción cutánea: 1 cm proximal al pliegue proximal de la muñeca, en
el eje de la 3ª. comisura, evitando las venas
superficiales, con aguja 15/5. Infiltración de 1 cc, aguardar 30 segundos.
Infiltración:hacia proximal y distal progresando antes la anestesia
que la aguja. Cambio de aguja: 50/8, colocada en el mismo orificio. Infiltración
hacia proximal, distal, medial y lateral (Figura 1).
Punción
más distal, si es necesario, para completar la infiltración. La piel debe
quedar isquémica (blanca) (Figura 2).
En ambos
grupos, se siguieron los detalles técnicos indicados por Lalonde:
a.
Introducción de la aguja perpendicular a la piel.
b. Habón
subdérmico (no intradérmico) 1 cc y esperar 30 segundos.
c.
Progresión lenta de la aguja haciendo que el anestésico preceda a la aguja.
d.
Inyectar un volumen importante de líquido anestésico (principio de
tumescencia).
e.
Esperar 30 min para iniciar la cirugía con el fin de obtener la máxima
vasoconstricción, como recomiendan McKeey cols.3 Mientras tanto, el equipo
quirúrgico se lava, se cambia y coloca los campos.
Técnica quirúrgica
Se
efectúa una incisión de 3 cm, distal al pliegue distal de la muñeca, en el eje
de la 3ª. comisura. Se identifica el borde distal del
retináculo flexor. Se secciona todo el retináculo, inclusive la fascia
antebraquial distal, siguiendo el borde cubital del tendón del palmar menor
(Figura 3).
Análisis estadístico
Se
emplearon la prueba t de Student bilateral para datos independientes y la
prueba U de Mann-Whitney. Se consideró estadísticamente significativo un valor
p <0,05.
RESULTADOS
Se evaluó
a 89 pacientes con síndrome del túnel carpiano. Las características
demográficas de cada grupo de estudio fueron comparables (Tabla 1). No se
observaron diferencias estadísticamente significativas en las variables
demográficas, a excepción de la actividad laboral. Las manos afectadas eran 21
derechas y 11 izquierdas en el grupo 1, y 37 derechas y 20 izquierdas en el
grupo 2. Los pacientes eran 23 hombres y 66 mujeres, con un promedio de la edad
de 66.9 años (rango 21-90), rangos de edad predominantes entre la sexta y
séptima décadas de la vida.
Todos
refirieron estar satisfechos con el procedimiento anestésico. La intensidad del
dolor evaluada por la escala analógica visual (Figura 4, Tabla 2) fue mayor en
el grupo 2, con significancia estadística. La respuesta media al dolor durante
la introducción de la aguja fue de 0,94 ± 1,24 en el grupo 1 y 1,63 ± 3,03 en
el grupo 2 (p = 0,006) y, durante la inyección del líquido, fue de 0,62 ± 1,15
en el grupo 1 y 1,91 ± 1,54 en el grupo 2 (p = 0,004). Por último, la
puntuación del dolor durante la cirugía fue 0,16 ± 1,24 en el grupo 1 y 1,91 ±
1,54 en el grupo 2 (p = 0,001).
No hubo
diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos, en el posible
desarrollo de síntomas intra- o posoperatorios. La ingesta posoperatoria de
alimentos fue a las 6.75 ± 2.88 h en el grupo 1 y a las 6.57 h ± 2.53 h en el
grupo 2 (p = 0,37). Ningún paciente requirió hospitalización y la permanencia
en el centro asistencial después de la cirugía osciló entre 1 y 3 h (Tabla 3).
No hubo complicaciones isquémicas. El sangrado fue mínimo y no obstaculizó el
acto quirúrgico.
La
mayoría de los pacientes estudiados no refirió complicaciones en el
posoperatorio inmediato, excepto uno del grupo 2 que sufrió braquialgia y uno
del grupo 1 que refirió náuseas (Tabla 3).
El 81,25%
del grupo 1 y el 87,72% del grupo 2 requirieron medicación posoperatoria (p =
0,4). El 96,88% del grupo 1 y el 98,25% del grupo 2 informaron que la calidad
del sueño era buena (p = 0,67).
Casi
todos los integrantes del grupo 1 (excepto uno) confirmaron que volverían a
elegir este procedimiento en lugar de la anestesia general o un bloqueo
regional, lo que arrojó un 96,9% de respuestas positivas, frente al 100% en el
grupo 2 (p = 0,27).
DISCUSIÓN
En 1979,
Lichtman y cols.4 fueron unos de los primeros autores en publicar sus
resultados con la anestesia local para la liberación del túnel carpiano bajo
torniquete, sin sedación. Los resultados como procedimiento ambulatorio fueron
satisfactorios en 93 pacientes.
Lalonde5
ha sido el autor que más difundió el uso de la anestesia local con epinefrina
en la cirugía de la mano, sin torniquete en la extremidad superior. Este autor
afirma que los casos de necrosis digital descritos antes fueron causados por la
procaína y no por la epinefrina.
Una
encuesta entre miembros de la American
Society for Surgery of the Hand realizada por Duncan y cols.6 reveló que el
2,4% de los encuestados utilizaba exclusivamente anestesia general y el 19,9%,
anestesia regional en todos sus pacientes. El uso de anestesia general habría
aumentado considerablemente los costos del procedimiento en el hospital.
No hubo
complicaciones isquémicas en ninguno de los dos grupos, si bien no se aplicó
anestesia a nivel de los dedos, debido a la naturaleza del procedimiento
quirúrgico. Asimismo, al no utilizar manguito hemostático y evitar el bloqueo
regional o la anestesia general se simplificó el procedimiento y no se
produjeron las molestias de las parestesias que suelen describirse con el bloqueo
axilar o supraclavicular.
En un
estudio comparativo aleatorizado de casos y controles que evaluó la inyección
de lidocaína con el uso de torniquete o sin él para la hemostasia en pacientes
sometidos a liberación bilateral, Braithwaite y cols.7 demostraron
que el dolor intraoperatorio podía llegar a ser hasta dos veces más intenso con
el uso de torniquete que solo con infiltración local más epinefrina. Emplearon
una escala analógica visual para medir el dolor intraoperatorio y obtuvieron
puntuaciones de 4,7 con el uso de torniquete y 2,2 sin torniquete (hemostasia
por infiltración de lidocaína más epinefrina) (p <0,01). Ralte y cols.8
publicaron conclusiones similares.
Coincidiendo
con Braithwaite y cols.7 como en el procedimiento de anestesia local
realizado en este estudio, únicamente se usa lidocaína sola o asociada con
bupivacaína, en ambos casos con epinefrina (como se administra en consultorios
odontológicos de todo el mundo), las comorbilidades de los pacientes, rara vez,
son una preocupación.
La recuperación
posanestésica fue rápida, aunque solo los pacientes del grupo 1 de nuestro
estudio recibieron sedación y, en el otro grupo, no hubo anestesiólogo. Esta
modalidad fue obligada por la falta de anestesiólogo en cada uno de los
quirófanos del hospital público correspondiente. Sin embargo, había un
anestesiólogo en los quirófanos adyacentes. Se entiende que puede haber
objeciones desde el punto de vista medicolegal. Por ello, se considera que lo
ideal es contar con un anestesiólogo en el propio quirófano.
A
diferencia de la recomendación de Lalonde,9
consideramos que no sería conveniente realizar estas intervenciones en los
consultorios externos, ni prescindir de los estudios previos de riesgo
quirúrgico.
Gordley y
Basu10 refieren que la lidocaína con epinefrina contiene
conservantes ácidos que producen un pH de 3,5 a 4,5 y la lidocaína simple tiene
un pH de 6,5 a 6,8. Por lo tanto, el uso de lidocaína (especialmente con
epinefrina), a menudo, requiere amortiguar con bicarbonato de sodio para minimizar
la sensación de ardor. En cuanto a la comparación estadística
entre los dos grupos analizados en este estudio, el efecto amortiguador de 1 cc
de solución de bicarbonato de sodio 1 M cada 10 cc de lidocaína más bupivacaína
en el grupo 1 presumiblemente pudo disminuir el dolor de la inyección del
agente anestésico.
El
impacto de la sedación administrada por un anestesiólogo en el grupo 1 también
podría explicar la diferencia significativa en el dolor durante la inyección y
el procedimiento quirúrgico, entre ambos grupos. De todos modos, en el grupo 2,
el valor principal de dolor por la escala analógica visual fue 1,91,
significativamente bajo.
No se
registraron diferencias significativas entre ambos grupos, salvo en el ítem
dolor.
En cuanto
a la forma de administración de la solución, se utilizó, como ya se señaló, la
técnica descrita por Lalonde y Wong.11
Cabe
destacar que no fue el objetivo de este estudio el análisis de los resultados
quirúrgicos a largo plazo.
El
procedimiento de liberación del túnel carpiano bajo anestesia local con
lidocaína más epinefrina y el agregado o no de bupivacaína y amortiguador de
bicarbonato de sodio, sin manguito hemostático, ha demostrado ser seguro y no
causar complicaciones. Sería recomendable el agregado de bupivacaína, aunque
cuando se comparó a estos dos grupos, la anestesia no duró más con dicha
adición.
El tiempo
de anestesia es similar o inferior al de una anestesia general o regional y, al
igual que en las anestesias convencionales, se realiza antes de colocar los campos.
Como el sangrado es mínimo, no prolonga la cirugía y tampoco requiere un tiempo
adicional de hemostasia como es necesario al soltar el manguito hemostático.
Así, este
procedimiento anestésico permite evitar tanto una anestesia más invasiva como
la incomodidad del manguito hemostático sin provocar complicaciones isquémicas
o un sangrado excesivo. Sin embargo, uno de los factores limitantes de nuestro
estudio es la falta de un grupo de control con pacientes operados por síndrome
del túnel carpiano en quienes se haya utilizado un manguito hemostático para
comparar los resultados. Por lo tanto, las estimaciones de este tipo son
cualitativas y basadas en estudios publicados y la experiencia personal de los
autores con las anestesias convencionales.
No utilizar
un manguito hemostático, ni venda Esmarch, ni un dispositivo ecográfico para
guiar el bloqueo regional y la duración estimada más breve del procedimiento en
relación con los métodos convencionales (porque el procedimiento anestésico
dura menos y no es necesario un tiempo de hemostasia adicional como sucede al
liberar el manguito hemostático) implican una
reducción de los costos. Aunque se recomienda la presencia de un anestesiólogo,
podría realizarse en entornos adecuados sin este profesional. No se recomienda
su empleo sin estudios prequirúrgicos ni en ámbitos fuera del quirófano.
El
sangrado fue mínimo y la visualización del campo quirúrgico, muy buena, lo que
no prolongó el tiempo de cirugía. Los beneficios para los pacientes fueron no
sufrir dolor local intra- o posoperatorio inmediato ni en el sitio habitual del
torniquete. Asimismo, se notó cualitativamente un breve tiempo de permanencia
en el centro asistencial comparado con el habitual, en procedimientos con
bloqueo regional o anestesia general.
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ORCID de L. Poitevin: https://orcid.org/0000-0002-8652-4723
Recibido el
19-11-2021. Aceptado luego de la evaluación el 4-7-2022 • Dra. María Solange Ferraguti • solangeferraguti@yahoo.com.ar • https://orcid.org/0000-0002-3225-4561
Cómo citar este
artículo: Poitevin L, Ferraguti MS. Anestesia local con epinefrina, sin manguito
hemostático, para la liberación del túnel carpiano. Estudio comparativo de dos
variantes técnicas en 89 casos. Rev Asoc
Argent Ortop Traumatol 2022;87(6):789-797. https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2022.87.6.1466
Información del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2022.87.6.1466
Fecha de publicación: Diciembre, 2022
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