PRESENTACIÓN DE CASOS
Fractura de fémur
distal asociada con una lesión del tendón cuadricipital: reporte de dos casos
María
Cristina Irigoyen, Fernando Bidolegui, Sebastián Pereira
Servicio de Ortopedia y Traumatología, Hospital Sirio Libanés,
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
RESUMEN
Las
fracturas de fémur distal, especialmente las abiertas, se asocian con traumas
de alta energía. Las lesiones asociadas alrededor de la rodilla son frecuentes;
sin embargo, la asociación con una lesión completa del tendón cuadricipital ha
sido poco documentada. El diagnóstico temprano y un adecuado tratamiento de
ambas lesiones son fundamentales para conseguir buenos resultados
posoperatorios. Presentamos dos casos de fracturas intrarticulares de fémur
distal expuestas asociadas con lesiones completas del tendón cuadricipital. La
reparación de la lesión tendinosa asociada mediante túneles transóseos luego de
la fijación de la fractura permite comenzar un protocolo de rehabilitación
temprano, esencial para obtener buenos resultados funcionales.
Palabras clave: Fractura; fémur distal; lesión; tendón
cuadricipital; aparato extensor.
Nivel de Evidencia: V
Fractures of the Distal Femur
Associated With a Complete Quadricipital
Tendon Injury: Report of Two Cases
Abstract
Fractures
of the distal femur, especially open fractures, occur in association with
high-energy trauma. The presence of associated injuries around the knee is
common; however, the association with a complete quadricipital
tendon injury has been poorly documented. Early diagnosis and adequate
treatment of both injuries is essential to achieve good postoperative outcomes.
We present two cases of exposed intra-articular distal femoral fractures
associated with complete quadricipital tendon
injuries. The repair of the associated tendon injury with transosseous
tunnels after fracture fixation allows an early rehabilitation protocol,
essential to obtain good functional outcomes.
Key words: Fracture; distal femur; injury; quadricipital tendon; extensor mechanism.
Level of Evidence: V
Introducción
Las fracturas de fémur distal son lesiones complejas que
representan entre el 3% y el 6% de todas las fracturas de fémur.1 El
5-10% son fracturas abiertas, en general, asociadas con traumas de alta energía
en pacientes jóvenes.2 Se han descrito diferentes tipos de lesiones
en la rodilla, asociadas con fracturas de fémur, como lesiones ligamentarias,
fracturas de rótula, fracturas de tibia proximal, lesiones vasculares, etc.3
Si bien la localización más frecuente de la herida de exposición
es la cara anterior de la rodilla, muy pocos reportes mencionan la asociación
con una lesión tendinosa del aparato extensor. La falta de un diagnóstico
temprano y un tratamiento adecuado de esta lesión asociada podrá determinar un
mal resultado posoperatorio con graves secuelas para el paciente.4
El objetivo de este artículo es comunicar dos casos de fracturas
expuestas de fémur distal asociadas con una lesión completa del tendón del
cuádriceps.
Caso clínico 1
Un hombre de 39 años llegó a nuestro hospital a las 24 h de haber
sufrido un accidente de motocicleta. El diagnóstico inicial fue fractura
expuesta de fémur distal izquierdo asociada con una fractura de cúbito proximal
homolateral. En otra institución, se le había realizado una limpieza quirúrgica
y una estabilización de la fractura de fémur distal con un tutor externo. La
fractura de cúbito había sido inmovilizada con una férula. Al llegar a nuestro
hospital, el paciente se encontraba estable hemodinámicamente. La herida de
exposición, de unos 10 cm de largo, ubicada en la cara anterior de la rodilla,
estaba cerrada. La radiografía mostraba una fractura conminuta de fémur distal
(tipo AO 33 C2) (Figura 1).
Se indicó la profilaxis antibiótica, y se programó una exploración
y una nueva limpieza quirúrgica de la herida y la reconfiguración del tutor
externo. Durante la exploración quirúrgica, se constató una fractura conminuta
articular y metafisaria con pérdida de fragmentos articulares del cóndilo
femoral externo (Figura 2).
Al mismo tiempo, se detectó una avulsión completa del tendón
cuadricipital. El defecto metafisario fue tratado inicialmente con un
espaciador de cemento con antibiótico y la fractura se estabilizó con un tutor
transarticular. La herida se cerró en forma primaria. A las 96 h del
tratamiento inicial, se efectuó la fijación definitiva con una placa bloqueada
de fémur distal (Figura 3).
Se utilizó la herida de exposición como abordaje quirúrgico. La
eversión de la rótula facilitó una completa exposición de la fractura
articular. Luego de la reducción y fijación de la fractura, se reparó el tendón
cuadricipital con suturas de alta resistencia transóseas en la rótula. Durante
las primeras tres semanas posteriores a la cirugía, el paciente utilizó una
férula de movilidad continua hasta lograr los 90° de flexión de la rodilla.
Luego de las seis semanas, comenzó con ejercicios progresivos de extensión
activa de la rodilla. A las 10 semanas de la intervención, se procedió al
retiro del espaciador y al aporte de injerto óseo obtenido por RIA (Reamer-Irrigator-Aspirator) del fémur
contralateral por una vía retrógrada,5 y al aumento de la fijación
con una placa medial. A los siete meses, la fractura había consolidado (Figura
4) y la movilidad de la rodilla era de 0° a 100°.
CASO CLÍNICO 2
Un hombre de 41 años llega al hospital a las 6 h de haber sufrido
un accidente en motocicleta. La única lesión era una fractura expuesta de fémur
distal derecho. En la evaluación inicial, se encontraba estable
hemodinámicamente. La herida de exposición medía 3 cm de largo y estaba ubicada
en la cara anterior de la rodilla, proximal al polo superior de la rótula. La
radiografía de ingreso mostraba una fractura de fémur distal (tipo AO 33 C2)
(Figura 5). Se le administró profilaxis antibiótica con una cefalosporina de
primera generación y fue sometido a una limpieza quirúrgica y una
estabilización temporal con un tutor externo a las 3 h de ingresar. Durante la
limpieza quirúrgica de la herida, se detectó una lesión completa del tendón
cuadricipital. Luego del desbridamiento, la herida fue cerrada en forma
primaria sin previa reparación del tendón. La fractura fue estabilizada con un
tutor transarticular. A las 72 h, se realizó la fijación definitiva con una
placa de fémur distal. El abordaje quirúrgico fue anterior con una capsulotomía
pararrotuliana externa que incluyó la herida de exposición. Luego de la
reducción y fijación de la fractura, se efectuó la reparación tendinosa con la
misma técnica descrita para el caso anterior. Durante el posoperatorio, el
paciente utilizó una férula de movilidad continua en las primeras tres semanas
hasta conseguir 90° de flexión (Figura 6).
Luego de las seis semanas, comenzó con
la extensión activa y, a partir de las 12 semanas, con la carga completa; la
movilidad de la rodilla era de 120° de flexión y la extensión era completa. A
los seis meses, la fractura había consolidado.
Discusión
Las fracturas de fémur distal, especialmente las abiertas, ocurren
asociadas a traumas de alta energía.2 Las lesiones asociadas
alrededor de la rodilla son frecuentes; sin embargo, hay pocos reportes que
documenten la asociación con una lesión completa del tendón cuadricipital. Esta
lesión es poco frecuente, pero grave si pasa inadvertida.6,7 La
descripción de estos dos casos busca alertar sobre la posibilidad de una lesión
del tendón cuadricipital asociada con una fractura expuesta de fémur distal y
resaltar aspectos fundamentales de su tratamiento.
Una herida de exposición en la cara anterior de la rodilla,
especialmente proximal al polo superior de la rótula debe generar la sospecha
de una posible lesión del tendón cuadricipital. Ciertos patrones de fractura,
especialmente aquellos con un trazo supracondíleo de anterior a posterior y de
distal a proximal, que generan un borde filoso de la cortical anterior del
fragmento proximal, pueden producir la sección del tendón.4 En
cuanto al mecanismo de producción de la lesión tendinosa, también es posible
que la contracción violenta del cuádriceps al producirse la fractura pueda
provocar una lesión por un mecanismo de avulsión. Según Nori, el tendón del
cuádriceps también puede lesionarse tras un traumatismo con condiciones
degenerativas preexistentes del tendón por endocrinopatía, insuficiencia renal
crónica, tratamiento con quinolonas, diabetes mellitus, entre otras causas.8
Sin embargo, ninguno de nuestros pacientes tenía estos antecedentes.
Karl y cols. comunicaron el caso de una lesión del tendón
cuadricipital asociada con una fractura intrarticular cerrada de fémur distal.
La lesión tendinosa se diagnosticó en el momento del abordaje quirúrgico
pararrotuliano; por lo tanto, los autores recomiendan, en todos los casos de
fracturas articulares, los abordajes amplios que permitan evaluar la integridad
del aparato extensor.4 En nuestros pacientes, al ser fracturas
expuestas, la lesión tendinosa se diagnosticó durante la exploración quirúrgica
de la herida. Sin embargo, coincidimos con Karl y cols., en recomendar la
exploración intraquirúrgica o la evaluación preoperatoria con una resonancia
magnética cuando hay una fractura cerrada de fémur distal con un patrón supracondíleo
de anterior a posterior y de distal a proximal (caso 2).
En ambos casos, la reparación tendinosa se efectuó luego de la
reducción y fijación de la fractura de fémur. Este método tiene varias
ventajas: en primer lugar, la posibilidad de evertir la rótula hacia distal
completamente facilita la exposición de la superficie articular. En segundo
lugar, luego de restaurar la longitud del fémur, es más fácil realizar la
tenorrafia con la tensión adecuada y, de esta forma, evitar un déficit de extensión
de rodilla. Por último, realizar la tenorrafia luego de la fijación de la
fractura nos permite evaluar, durante la cirugía, de forma más fidedigna, la
estabilidad de la reparación tendinosa y, de esta manera, guiar nuestro
protocolo de rehabilitación posoperatorio.
Se han descrito diferentes técnicas para lograr una reparación
tendinosa estable. La tenorrafia con suturas de alta resistencia a través de
túneles transóseos logra una reparación estable que permite instaurar un
protocolo de movilidad temprana con rangos de 90° de flexión en las primeras
tres semanas.6,9,10
Conclusiones
Ante una fractura expuesta de fémur distal, especialmente cuando
la herida de exposición está en la cara anterior de la rodilla, es fundamental
explorar la posibilidad de una lesión del tendón del cuádriceps. La reparación
de la lesión tendinosa asociada, con túneles transóseos luego de la fijación de
la fractura permite instaurar un protocolo de rehabilitación temprano, esencial
para obtener buenos resultados funcionales.
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ORCID de F. Bidolegui: https://orcid.org/0000-0002-0502-2300
ORCID de S. Pereira: https://orcid.org/0000-0001-9475-3158
Recibido
el 23-1-2022. Aceptado luego de la evaluación el 2-2-2022 • Dra. María Cristina Irigoyen • mcrisirigoyen@gmail.com
• https://orcid.org/0000-0002-5620-899X
Cómo
citar este artículo: Irigoyen MC, Bidolegui F,
Pereira S. Fractura de fémur distal asociada con una lesión del tendón
cuadricipital: reporte de dos casos. Rev
Asoc Argent Ortop Traumatol 2022;87(2):238-245. https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2022.87.2.1502
Información del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2022.87.2.1502
Fecha de publicación: Abril, 2022
Conflicto de intereses: Los autores no declaran conflictos de intereses.
Copyright: © 2022, Revista de la
Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología.
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