INVESTIGACIÓN CLÍNICA
Aspectos
morfológicos del absceso epidural espinal piógeno
Pedro L. Bazán,*
Alfredo O. Godoy Adaro,**
Emmanuel Padini,# Enrique A. Casco,## Mathias Maruñak‡
*Unidad de Patología Espinal,
Servicio de Ortopedia y Traumatología, Hospital Interzonal General de Agudos
“General San Martín”, La Plata, Buenos Aires, Argentina
**Sección Columna, Clínica Modelo
S.A., Paraná, Entre Ríos, Argentina
#Servicio de Ortopedia y
Traumatología, Sanatorio Loma Linda, Sáenz Peña, Chaco, Argentina
##Servicio de Ortopedia y
Traumatología, Hospital IPS, Asunción, Paraguay ‡Sanatorio Integral IOT,
Posadas, Misiones, Argentina
RESUMEN
Introducción: El absceso epidural espinal piógeno es
la localización de una colección infecciosa dentro del canal raquídeo, por
fuera del saco dural. El diagnóstico es difícil y las consecuencias son
devastadoras a causa de la compresión o el compromiso vascular. La resonancia
magnética tiene una alta sensibilidad y especificidad diagnósticas que aumentan
si se administra un medio de contraste. Los objetivos de este estudio fueron:
determinar la reproducibilidad inter- e intraobservador, y discriminar los
distintos parámetros y diferencias entre especialidades. Materiales
y Métodos:
Veintisiete observadores independientes evaluaron 5 parámetros: región,
ubicación, compromiso, asociación y perivertebral, absceso extravertebral
anterior, lateral o posterior. Se analizaron 35 casos en tres oportunidades, se
utilizó el coeficiente kappa. Resultados: El nivel de acuerdo global intra- e interobservador global
fue kappa 0,76; los valores obtenidos fueron: región 0,94; ubicación 0,88;
compromiso 0,55; asociación 0,67 y perivertebral 0,77. Los tres primeros
parámetros dan noción de volumen y los dos últimos reflejan la presencia de
focos infecciosos vertebrales por fuera del conducto. Conclusiones: La clasificación morfológica propuesta
es de uso simple y tiene una muy buena tasa de reproducibilidad intra- e
interobservador. Los parámetros con mayor reproducibilidad son: región y
ubicación (>0,87).
Palabras clave: Infección; absceso epidural;
osteomielitis; espondilodiscitis; clasificación; resonancia magnética.
Nivel de Evidencia: III
Morphological
Aspects of Pyogenic Spinal Epidural Abscess
ABSTRACT
Introduction: A pyogenic
spinal epidural abscess is an infectious collection inside the spinal canal,
outside the dural sac. The diagnosis is difficult and
the consequences are devastating due to compression or vascular compromise. MRI
has a high diagnostic sensitivity and specificity, which improves when a
contrast medium is used. Objectives: To determine
the inter- and intra-observer reproducibility, and to discriminate the
different parameters and differences between specialties. Materials and Methods: Twenty-seven
independent observers evaluated 5 parameters: region,
location, involvement, association, and perivertebral,
anterior, lateral, or posterior extravertebral
abscess. The kappa coefficient was used to analyze 35 cases on three occasions. Results: The overall intra- and
inter-observer global agreement level is kappa 0.76, with the following values
obtained: region 0.94; location 0.88; involvement 0.55; association 0.67 and perivertebral abscess 0.77. The first three parameters
indicate volume, while the final two indicate the presence of vertebral
infectious foci outside the canal. Conclusions: The proposed
morphological classification is simple to use and has high intra- and
inter-observer reproducibility. The most reproducible parameters are region and
location (>0.87).
Keywords: Infection;
epidural; abscess; osteomyelitis; spondylodiscitis; classification; magnetic
resonance.
Level of Evidence: III
Los
procesos infecciosos que afectan el raquis pueden manifestarse en distintos
sitios (disco, cuerpo vertebral, conducto raquídeo, espacio perivertebral), en
forma aislada o asociada. El absceso epidural espinal piógeno es la
localización dentro del conducto raquídeo de una
colección infecciosa1 entre la duramadre y
las estructuras osteoligamentarias. Según su extensión y localización, provoca
diferentes síntomas que guardan estrecha relación con la compresión de
estructuras neurales y que afecta directamente el contenido del canal. La
indicación terapéutica y la cirugía plantean un gran desafío para el cirujano
espinal.2
Pese a su
baja incidencia,3
es nueve veces más frecuente que su variante intracraneal,1 y puede ser una enfermedad devastadora2,4 desde el punto de vista neurológico, e
incluso mortal. Casi siempre se lo considera una consecuencia de la
espondilodiscitis, la osteomielitis o un absceso del músculo psoas, pero en
otros casos, se detecta como expresión primaria de un proceso infeccioso, cuya
ubicación puede variar según su origen.5
El déficit neurológico es la complicación más temida, y puede deberse a un
efecto de masa2,3,6,7
o a trastornos vasculares, como trombosis o infarto.2,8
El
estudio de diagnóstico por imágenes de elección es la resonancia magnética (RM)
por su alta sensibilidad y especificidad principalmente en la incidencia
ponderada en T2;2,3,7,9-11 la administración de gadolinio aumenta
la sensibilidad.4,9,12
En la
bibliografía internacional, se lo clasifica como variante o accesorio de una
infección localizada en el disco o el cuerpo,13,14 utilizando clasificaciones de
compresiones tumorales,15 además
de las imágenes y el compromiso neurológico,16,17
pero ninguna de estas clasificaciones es específica del absceso epidural
espinal piógeno, no considera su longitud, ubicación o tamaño.
A fin de mejorar o incluso facilitar el
diagnóstico, es preciso tener un alto índice de sospecha.5,9,11
Este
grupo de trabajo presentó estos parámetros morfológicos de los abscesos
epidurales espinales piógenos18
como primer paso de un proceso de investigación que finalizará con una
clasificación clínica mediante imágenes.
Los
objetivos de este estudio fueron: determinar la reproducibilidad inter- e
intraobservador, discriminar los distintos parámetros y diferenciar entre las
especialidades de los observadores independientes.
MATERIALES Y MÉTODOS
Luego de
la aprobación por parte del Servicio de Investigación del Hospital
(HSMLP2021/0054), se procedió a realizar la segunda fase de un proyecto para
implementar una clasificación de absceso epidural piógeno, con el objetivo
final de proporcionar sugerencias terapéuticas basadas en las imágenes y la
clínica, en un futuro trabajo complementario y final.
Se llevó
a cabo una clasificación morfológica de distintos abscesos epidurales en
imágenes de resonancia magnética extraídas de una base de datos y se consignó
la longitud, la ubicación dentro del conducto raquídeo y el compromiso de su
contenido, lo que confiere una idea de volumen; y se analizó la asociación con
focos intra- y extravertebrales.
Los
parámetros morfológicos fueron: región (R), ubicación (U), compromiso (C),
asociación (A) y perivertebral (P) (RUCAP).
Región:
se determina tomando el límite de superior e inferior de la imagen
correspondiente al absceso epidural, descartando el proceso inflamatorio
sobrenadante. Si uno de los límites coincide con el cuerpo vertebral toma su
nombre, si coincide con el disco toma el nombre de la vértebra adyacente
superior o inferior según sea el límite superior o inferior. De esta manera, el
primer dato es la ubicación y la longitud espacial del proceso en cuestión.
Ubicación
dentro del conducto: puede ser anterior o posterior el contenido dural (Figura 1); de esta manera, se puede evaluar si hay
compromiso del cordón anterior o posterior de la médula a nivel cervical o
torácico.
Compromiso:
M, afecta el espacio meníngeo sin desplazar ni comprimir el contenido
intradural, ya sea medular o radicular según el sector; C1, desplaza el
contenido sin comprimirlo y C2, deforma el contenido meníngeo (Figura 2).
Asociación:
el absceso puede o no estar asociado con infecciones vertebrales, como disco
(O0), cuerpo (O1) o ambos (O2). Se debe seleccionar una sola variante o (-) si
no hay una combinación.
Perivertebral:
se tiene en cuenta la asociación con abscesos perivertebrales en el espacio
anterior (prevertebral), lateral (incluye el psoas) o posterior (gotera
vertebral) (Figura 3). Se marca con (+) si
hay alguno de ellos o con (-) si no se observan.
Los
observadores independientes fueron 27: tres ortopedistas especializados en
columna, un ortopedista en período de formación en la subespecialidad, 20 residentes
de ortopedia, un neurocirujano especialista en columna y dos residentes de
diagnóstico por imágenes.
METODOLOGÍA DE LA EVALUACIÓN
Se
incluyeron 35 casos con imágenes de resonancia magnética en distintas ventanas
que fueron organizadas por el autor principal del estudio quien no formó parte
de la evaluación. Se creó una presentación en PowerPoint® de cada
caso, que se grabó en video .mp4, con pase automático cada 30 segundos. Se
realizaron tres rondas de evaluación separadas por cinco semanas, el evaluador
debía entregarlas en 24 horas.
Para la
segunda evaluación se modificó la posición de los casos, tomando un número al
azar y modificando la ubicación de todos ellos. Según la ubicación de la
segunda evaluación, se realizó el mismo procedimiento para la tercera
evaluación.
Se
confeccionó una grilla de respuesta de las distintas evaluaciones que se envió
con el video por correo electrónico. Tras responder la primera evaluación y,
luego de unos días, se realizó el mismo procedimiento para la segunda y la
tercera evaluación.
Los
resultados se volcaron en una planilla del programa IBM SPSS Static® 20.0 y se
analizaron con el coeficiente kappa de Cohen separado por parámetro y global
por caso para determinar la reproducibilidad intra- e interobservador.
RESULTADOS
El
coeficiente kappa de Cohen sobre el acuerdo intra- e interobservador global fue
de 0,76, lo que se considera una muy buena concordancia de reproducibilidad.
Los valores de cada parámetro en particular fueron: R 0,94; U 0,88; C 0,55,
según la ventana de la resonancia y el uso de medio de contraste; A 0,67 y P
0,77. Los tres primeros parámetros dan una noción de volumen que, en un próximo
proceso, se podría relacionar con la toma de una decisión terapéutica y los dos
últimos indican la presencia de focos infecciosos vertebrales por fuera del
conducto (Figuras 4-6).
La ventana ponderada en T2 con gadolinio fue la
imagen con mayor acuerdo entre los evaluadores (kappa >0,87) en todos los
cortes, seguida de la T2 sin contraste, STIR y, por último, T1 sin contraste.
DISCUSIÓN
En la
bibliografía actual, hay estudios que hacen hincapié en las lesiones que
comprometen la indemnidad ósea y discal, sin describir específicamente al
absceso epidural, la región en la que se encuentra (cervical, dorsal, lumbo-sacra),
su extensión y el compromiso de las estructuras intracanal o la presencia de
lesiones extraóseas o alejadas.
Pola y
cols.13 proponen la clasificación
más difundida y utilizada en la actualidad, catalogan sus casos según si la
infección causa destrucción del hueso o inestabilidad, si presenta un absceso
epidural, si hay un cuadro neurológico o compromiso del espacio paravertebral.
De esta forma, se pueden remarcar tres tipos principales: A, discitis; B,
osteomielitis y C, absceso epidural, y brindan pautas de tratamiento global sin
una justificación profunda. El tipo A, según si hay compromiso del espacio
paravertebral, se divide en cinco subtipos; el tipo B, en cuatro subtipos,
según la combinación entre inestabilidad y espacio paravertebral, y el tipo C,
el tema en cuestión de nuestro trabajo, se diferencia en cuatro subtipos según
la combinación de la destrucción ósea, la inestabilidad y el cuadro
neurológico. No identifica la longitud, lo cual no es aplicable a abscesos
epidurales de más de un nivel. Recientemente Camino Willlhuber y cols.19 analizaron la reproducibilidad de esta
clasificación otorgándole un moderado índice de reproducibilidad tanto inter e
intraobservador.
Almansour
y cols.14 elaboraron una
clasificación clínico-radiológica que incluye, en uno de sus puntos, el absceso
epidural, junto al déficit neurológico, la inestabilidad, los análisis de
laboratorio, el dolor y las lesiones en la resonancia magnética. Describen
pautas de tratamiento y una de las indicaciones principales de abordaje
quirúrgico es el déficit por absceso epidural.
En la
actualidad, se emplean otras clasificaciones y puntajes para el manejo del
absceso epidural desarrollados con otros fines, como el estudio de Bilsky y
cols.15 Creemos que tienen
debilidades, porque carecen de una división por regiones, no analizan la
longitud del absceso epidural piógeno, ni la asociación con otros focos
infecciosos.
Por otra
parte, Shah y cols.16 y Uchida y
cols.17 formularon una hipótesis
sobre la posibilidad de tratamiento de los abscesos epidurales lumbares, basado
en el empleo de resonancia magnética con medio de contraste, con correlación
neurológica según el puntaje de Frankel, pero resultó reproducible en la
columna cervical y dorsal.
En la
primera parte de este proceso,18
el coeficiente kappa de Cohen, sobre reproducibilidad intra- e interobservador
global fue de 0,81, un valor excelente de reproducibilidad; los restantes
valores fueron: R 0,95; U 0,92; C 0,66 según la ventana de la resonancia y el
uso de medio de contraste; A 0,70 y P 0,80, sensiblemente superior al resultado
de esta evaluación, creemos que se debe a que, en la primera experiencia,
participaron ortopedistas dedicados exclusivamente a patología espinal.
Desde
aquí formulamos que nuestra propuesta de clasificación morfológica describe e
incorpora aspectos referidos a la longitud, la ubicación, el tipo de compresión
y su asociación al cuerpo vertebral, al disco intervertebral, paravertebral, y
a infecciones alejadas, con excelente reproducibilidad inter- e intraobservador.
La
fortaleza de nuestro estudio es la falta de ensayos internacionales que
describan las características morfológicas abarcando las distintas regiones, su
patología, su extensión. La debilidad es la muestra de imágenes de pocos casos,
porque corresponden a las partes iniciales del proyecto planificado. En la
última etapa de la investigación, se aumentará la muestra y se incluirán la
clínica, estudios de laboratorio y tratamiento para dar proyecciones de
terapéutica; por último, se buscará la validación por parte de evaluadores
independientes.
CONCLUSIONES
La
clasificación morfológica propuesta es simple de usar y tiene una excelente
tasa de reproducibilidad intra- e interobservador. Los parámetros con mayor
reproducibilidad fueron: R y U (>0,87) y los restantes arrojaron cifras de
entre 0,55 y 0,77.
La
diferencia entre los profesionales especialistas en patología espinal y lo que
no lo son es, en promedio, de 0,10 puntos. Se deja en consideración que los dos
profesionales en formación en diagnóstico por imágenes se aproximan al primer
grupo.
BIBLIOGRAFÍA
1. Pradilla G, Ardila GP, Hsu W, Rigamonti D. Epidural abscesses of the CNS. Lancet Neurol 2009;8(3):292-300. https://doi.org/10.1016/S1474-4422(09)70044-4
2. DeFroda SF, DePasse JM, Eltorai AEM, Daniels AH, Palumbo MA. Evaluation and
management of spinal epidural abscess. J Hosp Med 2016;11(2):130-5. https://doi.org/10.1002/jhm.2506
3. Bond A, Manian FA. Spinal
epidural abscess: A review with special emphasis on earlier diagnosis. BioMed Res Int 2016;2016:1614328. https://doi.org/10.1155/2016/1614328
4. Babic M, Simpfendorfer CS, Berbari EF. Update on spinal epidural abscess. Curr Opin Infect Dis 2019;32(3):265-71. https://doi.org/10.1097/QCO.0000000000000544
5. Pradilla G, Nagahama Y, Spivak AM, Bydon A, Rigamonti D. Spinal epidural abscess: current diagnosis and
management. Curr Infect
Dis Rep 2010;12(6):484-91. https://doi.org/10.1007/s11908-010-0140-1
6. Rutges JPHJ, Kempen DH, van Dijk M, Oner FC. Outcome of
conservative and surgical treatment of pyogenic spondylodiscitis: a systematic
literature review. Eur Spine J 2016;25(3):983-99.
https://doi.org/10.1007/s00586-015-4318-y
7. Eltorai AE, Naqvi SS, Seetharam A,
Brea BA, Simon C. Recent developments in the treatment of spinal epidural
abscesses. Orthop Rev (Pavia) 2017;9(2):7010. https://doi.org/10.4081/or.2017.7010
8.
Cornett
CA, Vincent SA, Crow J, Hewlett A. Bacterial spine infections in adults:
Evaluation and management. J Am Acad Orthop Surg
2016;24(1):11-8. https://doi.org/10.5435/JAAOS-D-13-00102
9. Kumar Y, Gupta N, Chabra A,
Fukuda T, Soni N, Hayashi D. Magnetic resonance imaging
of bacterial and tuberculous spondylodiscitis with associated complications and
non-infectious spinal pathology mimicking infections: a pictorial review. BMC Musculoskelet
Disord 2017;18(1):224.
https://doi.org/10.1186/s12891-017-1608-z
10. Raghavan
M, Lazzeri E, Palestro CJ. Imaging
of spondylodiscitis. Semin Nucl Med 2017;48(2):131-47. https://doi.org/10.1053/j.semnuclmed.2017.11.001
11. Alerhand S, Wood S, Long B, Koyfman
A. The time-sensitive challenge of diagnosing spinal epidural abscess in the
emergency department. Intern Emerg Med 2017;12(8):1179-83. https://doi.org/10.1007/s1739-017-1718-5
12. Petrova AS, Zhelyazkov CB, Kitov, BD. Spontaneous spondylodiscitis – Epidemiology,
clinical features, diagnosis and treatment. Folia
Medica (Plovdiv) 2017;59(3):254-60. https://doi.org/10.1515/folmed-2017-0024
13. Pola E,
Autore G, Formica VM, Pambianco V, Colangelo D, Cauda R, et al. New classification for the treatment of pyogenic
spondylodiscitis: validation study on a population of 250 patients with a
follow-up of 2 years. Eur Spine J 2017;26(Suppl 4):479-88. https://doi.org/10.1007/s00586-017-5043-5
14. Almansour H, Pepke W, Akbar M.
Pyogenic spondylodiscitis. The quest towards a clinical-radiological
classification. Der Orthopade 2020;49(6):482-93. https://doi.org/10.1007/s00132-019-03836-0
15. Bilsky MH, Laufer I, Fourney DR, Groff M, Schmidt MH, Varga
P, et al. Reliability analysis of the epidural spinal cord compression scale. J Neurosurg Spine
2020;13(3):324-8. https://doi.org/10.3171/2010.3.SPINE09459
16. Shah AA, Yang H, Harris MB, Schwab JH. A
Classification system for spinal cord compression and its association with neurological
deficit in spinal epidural abscess. Clin Spine Surg 2019;32(3):E126-E132.
https://doi.org/10.1097/BSD.0000000000000746
17. Uchida K,
Nakajima H, Yayama T, Sato R, Kobayaski S, Chen KB, et al. Epidural abscess associated with pyogenic
spondylodiscitis of the lumbar spine; evaluation of a new MRI staging
classification and imaging findings as indicators of surgical management: a
retrospective study of 37 patients. Arch Orthop
Trauma Surg 2010;130(1):111-8. https://doi.org/10.1007/s00402-009-0928-3
18. Bazán PL,
Soria Adaro JC, Godoy Adaro AO, Ciccioli NM, Avero Gonzalez RA. Morphological aspect of pyogenic spinal epidural
abscesses. Part I. Coluna/Columna 2022;21(1). https://doi.org/10.1590/S1808-185120222101260738
19. Camino Willhuber G, Guiroy A, Zamorano J, Astur N, Valacco M. Independent
reliability analysis of a new classification for pyogenic spondylodiscitis. Global Spine
J 2021;11(5):669-73. https://doi.org/10.1177/2192568220919091
––––––––––––––––––
Conflicto de intereses: Los
autores no declaran conflictos de intereses.
ORCID de A. O. Godoy
Adaro: https://orcid.org/0000-0001-8018-9197
ORCID de E. A. Casco: https://orcid.com/0000-0002-6113-5123
ORCID de E. Padini: https://orcid.org/0000-0002-8509-9438
ORCID de M. Maruñak: https://orcid.org/0000-0003-3681-8982
Recibido
el 30-1-2022. Aceptado luego de la evaluación el 14-12-2022 •
Dr. Pedro L. Bazán • pedroluisbazan@gmail.com • https://orcid.org/0000-0003-0060-6558
Cómo
citar este artículo: Bazán PL, Godoy Adaro AO,
Padini E, Casco EA, Maruñak M. Aspectos morfológicos del absceso epidural
espinal piógeno. Rev Asoc Argent Ortop
Traumatol 2023;88(2):148-155. https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2023.88.2.1513
Información
del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2023.88.2.1513
Fecha de
publicación: Abril, 2023
Copyright: © 2023,
Revista de la Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología.
Licencia: Este artículo está bajo una Licencia Creative
Commons Atribución-No Comercial-Compartir Obras
Derivadas Igual 4.0 Internacional. (CC-BY-NC-SA 4.0)