PRESENTACIÓN DE CASOS
Tratamiento
endoscópico de la espondilodiscitis lumbar. Reporte de un caso y revisión
bibliográfica
Máximo de Zavalía,*
José-Carlos Sauri-Barraza,**
Enrique Gobbi,* Carlo E. Bañuelos Aluzzi,** Eugenio
Carral Robles de León,** Eduardo Callejas Ponce**
*CEMIC, Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, Argentina
**Centro Médico ABC, Ciudad de México,
México
RESUMEN
Se describe el caso
de un hombre de 62 años de edad, con múltiples comorbilidades que concurre a la
consulta por dolor lumbar severo compatible con espondilodiscitis de T12-L1-L2.
Se realizó una endoscopia con abordaje posterolateral izquierdo con técnica
adentro-adentro para fines diagnóstico y terapéutico. Se aisló un germen y se
administró un tratamiento antibiótico específico. Dada la buena evolución
clínica del paciente, fue dado de alta a los 7 días de la cirugía, con buen
manejo del dolor y antibióticos intravenosos en el domicilio. Se presenta una
breve revisión bibliográfica.
Palabras clave: Endoscopia; espondilodiscitis lumbar.
Nivel de Evidencia: IV
Endoscopic
Treatment of Lumbar Spondylodiscitis. Case Report and Literature Review
ABSTRACT
We describe the case of a 62-year-old male patient with multiple
comorbidities who attended the outpatient clinic due to severe low back pain
compatible with T12-L1-L2 spondylodiscitis. Endoscopy was
performed with a left posterolateral approach and an all-inside
technique for diagnostic and therapeutic purposes. A germ was isolated and
treated with specific antibiotics. Due to the good clinical evolution, the
patient was discharged 7 days after surgery with good
pain management and home intravenous antibiotic therapy. A brief literature
review is presented.
Keywords: Endoscopic
surgery; lumbar spondylodiscitis.
Level of Evidence: IV
INTRODUCCIÓN
La
espondilodiscitis es una infección que afecta la columna vertebral, más
específicamente el platillo vertebral (osteomielitis) y el disco intervertebral
(discitis). Es la principal manifestación de la osteomielitis hematógena en
pacientes >50 años. En la actualidad, su prevalencia está aumentando debido
a la prolongación de la esperanza de vida y los fármacos inmunosupresores.1,2
Algunos
de los cuadros que aumentan el riesgo de sufrir esta infección son: foco
infeccioso o bacteriemia, insuficiencia renal crónica, diabetes,
inmunodepresión, enfermedad oncológica, cirugía previa, trasplante renal,
infección por el virus de la inmunodeficiencia humana/sida, edad avanzada,
hemodiálisis, adicción a drogas intravenosas, catéteres, corticoterapia, alcoholismo,
cirrosis hepática, fibrosis pulmonar, obesidad, enfermedad tuberculosa,
enfermedades reumatológicas, iatrogenia.2-7
Habitualmente
se suele tratar la infección con antibióticos sin necesidad de cirugía. Se
evalúa una cirugía si la respuesta al tratamiento conservador es mala, hay
deformidad espinal progresiva, inestabilidad y déficit neurológico.8
Se dispone de varios tratamientos quirúrgicos que
dependen de las condiciones clínicas de cada paciente y las características
propias de la enfermedad. En 2007, Ito y cols. describen
una serie de 15 pacientes con espondilodiscitis lumbar sometidos a
desbridamiento quirúrgico mediante un abordaje posterolateral endoscópico con
excelentes resultados.9
La
cirugía endoscópica de columna fue descrita por Kambin, en 1973 y, desde
entonces, las indicaciones y la tecnología disponible fueron evolucionando.10 Hoy varias empresas fabrican y
distribuyen diversos equipos de endoscopia, lo que
facilita su acceso y estimula la tendencia a emplear dichas técnicas.
Se ha
demostrado que las técnicas endoscópicas logran, al menos, los mismos
resultados para el tratamiento de cuadros discales lumbares cuando se las
compara con las técnicas convencionales.11-13
A esto, se suma que la incisión para la técnica uniportal suele medir entre 6 y
8 mm, según el tipo de cánula que se utilice, lo cual reduce los daños
iatrogénicos provocados en la cirugía convencional.
De
acuerdo con el consenso internacional para la publicación de reportes de casos
de las guías SCARE,14
se comunica el caso de un paciente con múltiples comorbilidades que sufre dolor
lumbar intenso compatible con un cuadro de espondilodiscitis y se presenta una
breve revisión bibliográfica.
Caso clínico
Hombre de
62 años de edad, con antecedentes de tabaquismo, cáncer de próstata, enfermedad
renal crónica (nefrectomía izquierda) que recibe tratamiento de sustitución
renal con hemodiálisis intermitente tres veces por semana. En los últimos tres
meses, sufrió una pielonefritis derecha asociada a insuficiencia renal crónica
reagudizada, que progresó, en el último mes, a un cuadro de shock séptico por Candida tropicalis y Pseudomonas aeruginosa. Acudió a la
consulta por un cuadro de lumbalgia intensa de un mes de evolución. El paciente
dio su consentimiento informado escrito para la publicación de esta
información.
Hallazgos clínicos
Se
detectó dolor lumbar agudo (escala analógica visual 9/10) asociado a
parestesias en los miembros inferiores. El paciente refería que los síntomas
empeoraban con la actividad y también en reposo. No tenía dolor a la palpación
de espinosas toracolumbares y los arcos de movilidad cervical y lumbar eran
completos. Se observó hiporreflexia de L4 y S1 derecha, el resto sin
particularidades. La sensibilidad estaba conservada y era simétrica en
dermatomas de L1 a S1.
Evaluación diagnóstica
Debido a
los antecedentes oncológicos, se realizó una tomografía por emisión de
positrones que mostró una hipercaptación en cuerpos vertebrales de T12, L1 y L2
y en el disco intervertebral de L1-L2 (Figura 1).
A su vez,
se realizó una resonancia magnética sin contraste, debido a la enfermedad renal
severa, que reveló hiperintensidad de L1-L2 y se descartó un cuadro compresivo
(Figura 2).
Los
análisis de laboratorio arrojaron valores altos de reactantes de fase aguda
(velocidad de sedimentación globular 110 mm/h y proteína C reactiva 6,66
mg/dl).
Intervención terapéutica
Ante las
comorbilidades del paciente, la ausencia de un diagnóstico de certeza y la mala
evolución, se indicó una endoscopia con fines diagnóstico y terapéutico. El
procedimiento se efectuó bajo sedación anestésica, con un abordaje
posterolateral izquierdo uniportal a 10 cm de la línea media a nivel de L1-L2 (Figura 3).
Se
utilizó la técnica adentro-adentro (Figura 4)
que consiste en trabajar dentro del disco mediante la colocación de la cánula
intradiscal. Se procedió a tomar muestras del disco intervertebral de L1-L2 y
del platillo vertebral inferior de L1 y del superior de L2 (Figuras 5 y 6). Se enviaron muestras al
laboratorio para cultivo y estudio anatomopatológico. Se empleó un sistema de
endoscopia de la compañía RIWOspine® que cuenta con un sistema de
irrigación-aspiración continua. El procedimiento duró 17 minutos.
Se inició
el tratamiento empírico con meropenem y daptomicina. La rehabilitación comenzó
con bipedestación, el paciente tuvo una buena tolerancia a las 12 h de la
cirugía con el uso de un corsé toracolumbar.
Evolución y resultados
El
paciente evolucionó favorablemente. A las 48 h, refirió un alivio significativo
del dolor (escala analógica visual 2/10). En todas las muestras, se aisló Pseudomonas aeruginosa a las 48 h y se
ajustó el tratamiento antibiótico con meropenem por vía intravenosa. Los
valores de reactantes de fase aguda habían mejorado significativamente después
de la cirugía.
Debido a
la buena evolución clínica, el paciente fue dado de alta a los siete días del
procedimiento, con indicación de antibióticos por vía intravenosa, durante tres
semanas y por vía oral, durante tres meses.
El
paciente fue controlado con exámenes clínicos y de laboratorio (hemograma
completo, velocidad de sedimentación globular y proteína C reactiva) por parte
de los equipos de infectología y cirugía de columna. A los tres meses, acudió a
la consulta y refirió dolor dorsolumbar (escala analógica visual 2/10), los
análisis de laboratorio (velocidad de sedimentación globular 11 mm/h y proteína
C reactiva 0,32 mg/dl) eran normales.
DISCUSIÓN
Este
paciente presentaba múltiples comorbilidades y un estado clínico delicado que
lo hacía vulnerable a cirugías de mayor calibre. La ausencia del aislamiento de
un germen se podría haber resuelto con una punción guiada. En el centro donde
fue tratado, se optó por la toma de muestras y el lavado endoscópico, ya que el
acceso al método endoscópico es fácil y nos permite no solo
obtener una muestra de calidad, sino que también nos da la posibilidad de hacer
un lavado con solución fisiológica usando el mismo endoscopio y, a su vez,
resecar el tejido desvitalizado.
El
rescate bacteriológico mediante técnicas de punción guiadas bajo tomografía
tiene un rango variable de entre el 36% y el 91% en pacientes con infección
espinal.15-21 Yang y cols. comunicaron un rescate del 90% para la técnica endoscópica
utilizada para tomar muestra en pacientes infectados.15 En nuestro paciente, se aislaron gérmenes
en todas las muestras, lo que coincide con las investigaciones descritas por
estos autores.
Actualmente,
se dispone de escasa bibliografía sobre el tratamiento endoscópico de la
espondilodiscitis. Abreu y cols. llevaron a cabo una
revisión sistemática que incluyó 14 estudios con un total de 342 pacientes.
Señalaron que es un procedimiento seguro y eficaz, aunque sin un consenso claro
en cuanto a la indicación quirúrgica.22
La
cirugía de columna está migrando de manera exponencial a procedimientos cada
vez menos cruentos. La cirugía endoscópica tiene gran potencial para
convertirse en el nuevo procedimiento de referencia para tratar hernias de
disco lumbares.23 Aún resta mucho
por investigar sobre su uso para las infecciones espinales.
Una de
las principales dificultades para su empleo de rutina son los elevados costos
económicos de los instrumentos necesarios. Otra de las dificultades para la
aplicación de esta técnica es la curva de aprendizaje. Dentro del espectro de
enfermedades factibles de ser tratadas con la técnica endoscópica, la técnica
adentro-adentro utilizada en el caso descrito es de las más sencillas en cuanto
a los aspectos técnicos y el riesgo de complicaciones es bajo. Al comenzar la
curva de aprendizaje, se recomienda la formación con cirujanos con experiencia
en este tipo de técnicas, la asistencia a cursos en modelos simulados o
cadáveres, y contar con un cirujano mentor que provea asesoría prequirúrgica
para brindar recomendaciones en cada caso.24
El escaso
daño que se genera en los tejidos no es la única razón por la cual se
recomienda este tipo de técnicas. En la actualidad, se pueden utilizar para
tratar casi todas las enfermedades de la columna, dejando afuera a las cirugías
de deformidad. La cirugía endoscópica reduce, al mínimo, el daño iatrogénico y
preserva la integridad de las facetas articulares; a su vez, la visión que se
logra mediante la óptica de trabajo es mayor que la que se logra con un
microscopio. El riesgo de infecciones es del 4,4% para las cirugías de columna
en general,25
pero hay pocos casos comunicados con las técnicas endoscópicas. Con respecto a
las cuestiones económicas, estos procedimientos disminuyen la estancia
hospitalaria y los tiempos de retorno laboral son más cortos. Choi y cols. publicaron una comparación costo-efectiva de
microdiscectomía y endoscopia, y los resultados fueron mejores con la
endoscopia.26
En cuanto
a las complicaciones causadas por estas técnicas, se reportaron aumento de la
presión intracraneal, hematoma epidural y lesión dural incidental. La
hipertensión intracraneal puede llevar al paciente a desarrollar cefaleas y, en
algunos casos, convulsiones. Se recomienda terminar el procedimiento lo más
rápido posible si ocurre una lesión dural. Con respecto al hematoma epidural,
si el sangrado es excesivo al interrumpir la irrigación, se aconseja colocar un
catéter de drenaje epidural. Las lesiones durales <1 cm pueden tratarse sin
necesidad de suturar el saco, mientras que, para aquellas >1 cm, se
recomienda la conversión a cirugía convencional/tubular.27
En
conclusión, los resultados en este paciente fueron satisfactorios y la
recuperación fue más rápida que cuando se opta por un tratamiento conservador.
Teniendo en cuenta la baja morbilidad posquirúrgica que provoca este tipo de
procedimientos, es una opción segura y eficaz en manos entrenadas.
Dadas las
ventajas de la cirugía endoscópica frente a las cirugías convencionales,
creemos que es importante que los cirujanos de columna desarrollen habilidades
en este tipo de procedimientos, ya sea para el tratamiento de infecciones o de
otro tipo de cuadros de la columna vertebral.
BIBLIOGRAFÍA
1. Gouliouris T, Aliyu
SH, Brown NM. Spondylodiscitis: update on diagnosis and management. J Antimicrob Chemother 2010;65(Suppl 3):iii11–iii24. https://doi.org/10.1093/jac/dkq303
2.
Márquez Sánchez P. Espondilodiscitis. Radiologia 2016;58(Suppl 1):50-9. https://doi.org/10.1016/j.rx.2015.12.005
3. Colmenero JD, Jiménez-Mejías ME,
Reguera JM, Palomino-Nicás J, Ruiz-Mesa JD, Márquez-Rivas J, et al. Tuberculous
vertebral osteomyelitis in the new millennium: still a diagnostic and
therapeutic challenge. Eur J Clin Microbiol Infect Dis 2004;23(6):477-83. https://doi.org/10.1007/s10096-004-1148-y
4.
Sans N, Faruch M, Lapègue F, Ponsot A, Chiavassa H, Railhac JJ.
Infections of the spinal column--spondylodiscitis. Diagn Interven
Imaging 2012;93(6):520-9. https://doi.org/10.1016/j.diii.2012.04.003
5.
Afshar M,
Reilly RF. Spondylodiscitis in a patient on chronic hemodialysis.
Nature reviews. Nephrology
2011;7(10):599-604. https://doi.org/10.1038/nrneph.2011.105
6.
Cervan AM, Colmenero J de D, Del Arco A, Villanueva F, Guerado E.
Spondylodiscitis in patients under haemodyalisis. Int Orthop 2012;36(2):421-6. https://doi.org/10.1007/s00264-011-1433-1
7. Gerometta A, Bittan F, Rodriguez
Olaverri JC. Postoperative spondilodiscitis.
Int Orthop 2012;36(2):433-8. https://doi.org/10.1007/s00264-011-1442-0
8.
Ishihama Y, Sakai T, Manabe H, Tezuka F, Yamashita K, Takata Y, et al. Debridement
for infectious spondylodiscitis in a 9-year-old girl using full-endoscopic
discectomy system: a case report and literature review. J Med Invest 2020;67(3.4):351-4. https://doi.org/10.2152/jmi.67.351
9.
Ito M, Abumi K, Kotani Y, Kadoya K, Minami A.
Clinical outcome of posterolateral endoscopic surgery for pyogenic
spondylodiscitis: results of 15 patients with serious comorbid conditions. Spine 2007;32(2):200-6. https://doi.org/10.1097/01.brs.0000251645.58076.96
10. Kim M,
Kim HS, Oh SW, Adsul NM, Singh R, Kashlan
ON, et al. Evolution of spinal endoscopic surgery. Neurospine 2019;16(1):6-14. https://doi.org/10.14245/ns.1836322.161
11.
Ruetten S, Komp M, Merk H, Godolias G. Full-endoscopic interlaminar
and transforaminal lumbar discectomy versus
conventional microsurgical technique: a prospective, randomized, controlled
study. Spine 2008;33(9):931-9.
https://doi.org/10.1097/BRS.0b013e31816c8af7
12.
Casimiro M.
Short-term outcome comparison between full-endoscopic interlaminar
approach and open minimally invasive microsurgical technique for treatment of
lumbar disc herniation. World Neurosurg 2017;108:894-900.e1. https://doi.org/10.1016/j.wneu.2017.08.165
13.
Birkenmaier C, Komp M, Leu HF, Wegener B, Ruetten S. The current state of endoscopic disc surgery:
review of controlled studies comparing full-endoscopic procedures for disc herniations to standard procedures. Pain Physician 2013;16(4):335-44.
PMID: 23877449
14.
Agha RA, Fowler AJ, Saeta
A, Barai I, Rajmohan S, Orgill DP, SCARE Group (2016). The SCARE Statement:
Consensus-based surgical case report guidelines. Int J Surg 2016;34:180-6. https://doi.org/10.1016/j.ijsu.2016.08.014
15.
Yang SC, Fu TS, Chen LH, Chen WJ, Tu YK. Identifying pathogens of spondylodiscitis:
percutaneous endoscopy or CT-guided biopsy. Clin Orthop
Relat Res 2008;466(12):3086-92. https://doi.org/10.1007/s11999-008-0441-y
16.
Chew FS, Kline MJ. Diagnostic yield of CT-guided
percutaneous aspiration procedures in suspected spontaneous infectious
diskitis. Radiology 2001;218(1):211-4. https://doi.org/10.1148/radiology.218.1.r01ja0621
17. Fouquet
B, Goupille P, Jattiot F, Cotty P, Lapierre F, Valat JP, et al. Discitis after
lumbar disc surgery. Features of “aseptic” and “septic” forms. Spine 1992;17(3):356-8. https://doi.org/10.1097/00007632-199203000-00019
18.
Parker LM, McAfee PC, Fedder
IL, Weis JC, Geis WP. Minimally invasive surgical
techniques to treat spine infections. Orthop Clin
North Am 1996;27(1):183-99. PMID: 8539048
19.
Rankine JJ, Barron DA, Robinson P, Millner PA,
Dickson RA. Therapeutic impact of percutaneous spinal biopsy in spinal
infection. Postgrad Med J 2004;80(948):607-9. https://doi.org/10.1136/pgmj.2003.017863
20.
Staatz G, Adam
GB, Keulers P, Vorwerk D, Günther RW. Spondylodiskitic
abscesses: CT-guided percutaneous catheter drainage. Radiology 1998;208(2):363-7.
https://doi.org/10.1148/radiology.208.2.9680560
21.
Vinicoff PG, Gutschik E, Hansen SE, Karle A, Rieneck
K. [CT-guided spinal biopsy in spondylodiscitis]. Ugeskr Laeger 1998;160(41):5931-4.
[En danés] PMID: 9786032
22. Abreu PGP, Lourenço JA, Romero C,
D’Almeida GN, Pappamikail L, Lopes MF, et al. Endoscopic treatment of
spondylodiscitis: systematic review. Eur Spine J 2022;31(7):1765-74. https://doi.org/10.1007/s00586-022-07142-w
23. Muthu S,
Ramakrishnan E, Chellamuthu G. Is endoscopic
discectomy the next gold standard in the management of lumbar disc disease?
Systematic review and superiority analysis. Global
Spine J 2021;11(7):1104-20. https://doi.org/10.1177/2192568220948814
24. Lewandrowski KU, Telfeian
AE, Hellinger S, Ramírez León JF, Teixeira
de Carvalho PS, Ramos MRF, et al. Difficulties,
challenges, and the learning curve of avoiding complications in lumbar
endoscopic spine surgery. Int J Spine Surg 2021;15(suppl 3):S21-S37. https://doi.org/10.14444/8161
25.
Pull terGunne AF,
Cohen DB. Incidence, prevalence, and analysis of risk factors for surgical site
infection following adult spinal surgery. Spine 2009;34(13):1422-8.
https://doi.org/10.1097/BRS.0b013e3181a03013
26. Choi KC,
Shim HK, Kim JS, Cha KH, Lee DC, Kim ER, et al. Cost-effectiveness of microdiscectomy versus endoscopic discectomy for lumbar
disc herniation. Spine 2019;19(7):1162-9. https://doi.org/10.1016/j.spinee.2019.02.003
27. Jang JW,
Lee DG, Park CK. Rationale and advantages of endoscopic spine surgery. Int J Spine Surg
2021;15(suppl 3):S11-S20. https://doi.org/10.14444/8160
––––––––––––––––––
Conflicto de intereses: El
doctor José-Carlos Sauri-Barraza se desempeña como orador de RIWOspine®. El
doctor Enrique Gobbi se desempeña como orador de Nuvasive ®. El resto de los
autores no declaran conflictos de intereses.
ORCID de J-C.
Sauri-Barraza: https://orcid.org/0000-0002-5620-5713
ORCID de E. Carral
Robles de León: https://orcid.org/0000-0002-4669-8569
ORCID de E. Gobbi: https://orcid.org/0000-0001-7310-6170
ORCID de E. Callejas
Ponce: https://orcid.org/0000-0002-1418-0538
ORCID de C. E.
Bañuelos Aluzzi: https://orcid.org/0000-0002-2414-5525
Recibido
el 24-12-2022. Aceptado luego de la evaluación 13-2-2023 •
Dr. Máximo de Zavalía • MAXIMODEZAVALIA@gmail.com • https://orcid.org/0000-0002-4022-4100
Cómo
citar este artículo: de Zavalía M, Sauri-Barraza
J-C, Gobbi E, Bañuelos Aluzzi CE, Carral Robles de León E, Callejas Ponce E.
Tratamiento endoscópico de la espondilodiscitis lumbar. Reporte de un caso y
revisión bibliográfica. Rev Asoc Argent
Ortop Traumatol 2023;88(2):199-207. https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2023.88.2.1700
Información
del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2023.88.2.1700
Fecha de
publicación: Abril, 2023
Copyright: © 2023,
Revista de la Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología.
Licencia: Este artículo está bajo una Licencia Creative
Commons Atribución-No Comercial-Compartir Obras
Derivadas Igual 4.0 Internacional. (CC-BY-NC-SA 4.0)