INVESTIGACIÓN BÁSICA
Planificación basada en imágenes de
resonancia magnética para la cirugía de columna de acceso lateral. ¿Es un
procedimiento seguro? Estudio descriptivo de distribución de grandes vasos y
psoas
Máximo de Zavalía,* Inés Pierro,** Juan J.
Mazzeo** Enrique A. Gobbi*
*Unidad de Cirugía de Columna, Servicio de Ortopedia
y Traumatología, Hospital Universitario CEMIC, Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
Argentina
**Unidad de Cirugía de Columna, Servicio de Ortopedia
y Traumatología, Hospital Alemán, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
RESUMEN
Objetivo: Realizar
una descripción anatómica de las estructuras involucradas en el abordaje para
la técnica de abordaje lateral (fusión intersomática lateral extrema) basada en
imágenes de resonancia magnética en decúbito dorsal. Materiales y
Métodos: Se llevó a cabo un estudio
observacional, descriptivo, retrospectivo, de 200 pacientes evaluados con
resonancia magnética de columna lumbosacra. Se tomaron mediciones en cortes
axiales para determinar el posicionamiento de la vena cava, la arteria aorta, y
el ancho y la altura del músculo psoas a fin de delimitar zonas de seguridad y
de riesgo. Resultados: La
muestra final incluyó a 164 pacientes con una edad media de 50.4 años en los
hombres y 50.6 años en las mujeres. La arteria aorta abdominal en su recorrido
hasta el espacio L3-L4 se ubica predominantemente del lado izquierdo en la zona
A y, al llegar al espacio L4-L5, en el 95,7% de los pacientes, se observó la
bifurcación de las arterias ilíacas. La vena cava mostró una tendencia de
localización hacia el lado derecho y su bifurcación a nivel de L4-L5. Conclusiones: La planificación preoperatoria y la delimitación de la zona
segura representan un método sencillo para evaluar la posición relativa de las
estructuras anatómicas neurales y vasculares en relación con el área
quirúrgica. Este método puede ayudar a los cirujanos de columna a prevenir
complicaciones perioperatorias.
Palabras clave: Fusión
intersomática lateral extrema; grandes vasos; resonancia magnética; psoas.
Nivel de Evidencia: IV
MRI-based Planning for an Extreme
Lateral Interbody Fusion Procedure. Is It Safe? An MRI Study Describing the
Statistical Distribution of Safe and Danger Zones
ABSTRACT
Objective: The objective
of this study is to provide an anatomical description of the structures involved
in the extreme lateral interbody fusion (XLIF) technique based on MRI images in the dorsal decubitus
position. Materials
and Methods: An observational, descriptive, and retrospective study
of 200 patients treated at our institution was conducted using MRI images of
the lumbosacral spine. The vena cava, aorta artery, and the width and height of
the psoas muscle were measured in axial images to establish the safe and danger
zones. Results:
The final sample consisted of 164 patients, with a mean age of 50.4 for males
and 50.6 for females. The abdominal aorta artery is located predominantly on
the left side zone A on its path to the L3-L4 space. When it reaches the L4-L5
area, the iliac arteries bifurcate in 95.7% of the patients. The vena cava
tends to be located on the right side, bifurcating at the L4-L5 level. Conclusions:
Preoperative planning and safe zone delimitation are simple methods for
determining the relative position of neural and vascular anatomical structures
in relation to the surgical area. This technique can help spine surgeons
prevent perioperative complications.
Keywords: XLIF; big
blood vessels; lateral interbody fusion; nuclear magnetic resonance; psoas.
Level of Evidence: IV
INTRODUCCIÓN
En la actualidad, la cirugía de
columna pasa por un momento de transición entre lo que llamamos cirugía
convencional y cirugía mínimamente invasiva de columna. Hay ventajas y
desventajas cuando se trata de optar por uno u otro tipo de procedimiento y
está claro que el camino nos está llevando a ser cada vez menos agresivos e
invasivos, pero también no podemos ignorar los problemas que tienen varios
centros de columna vertebral en todo el mundo, donde, en muchos lugares, no
disponen de la tecnología necesaria para realizar este tipo de cirugías de
forma segura.
El objetivo principal de la
cirugía espinal es disminuir el dolor y corregir el déficit neurológico si
existiera, lo que se busca con los métodos mínimamente invasivos es cambiar a
un objetivo más ambicioso que apunta a mejorar la calidad de vida a través de
tres acciones importantes: preservar las estructuras vertebrales anatómicas,
preservar la musculatura paravertebral y preservar la funcionalidad del
segmento. Para lograr estos objetivos, surgieron tres conceptos: a) cirugía
mínima; b) cirugía de acceso mínimo; c) cirugía para preservar la movilidad.
Estos tres conceptos están cubiertos por un único término: cirugía mínimamente
invasiva de columna.1
En 2006, Ozgur y cols. describen
un nuevo tipo de cirugía mínimamente invasiva llamada fusión intersomática
lateral extrema (extreme lateral
interbody fusion, XLIF).2 El
abordaje XLIF pasa a través del espacio retroperitoneal, separa el psoas mayor
entre el tercio medio y el tercio anterior, y llega a los espacios
intervertebrales lumbares. Es fundamental elegir, con precisión, el punto en el
que se ingresa a través del psoas. Esta precisión es necesaria para llegar al
espacio intervertebral lumbar y evitar la lesión de los grandes vasos y los nervios.
Si el sitio de punción es demasiado anterior, se puede lesionar a los grandes
vasos. Sin embargo, si el sitio de punción es demasiado posterior, se puede
dañar a las raíces nerviosas lumbares que han descendido dentro del músculo
psoas.3-10 Además, el ancho del
psoas en la ubicación del punto de ingreso también influye en la seguridad del
procedimiento. Si el psoas es muy ancho, el peritoneo se disecciona fácilmente,
el espacio retroperitoneal es más grande, la cirugía es más segura y se reduce
el riesgo de lesiones peritoneales y de víscera abdominal.11 Sin embargo, la distribución de los vasos
grandes abdominales y los músculos psoas principales de cada espacio
intervertebral lumbar es inconsistente.12-15
Hay pocas publicaciones que
describen la anatomía usando imágenes por resonancia magnética (RM),12,16 y la muestra es pequeña.
Nuestro objetivo fue describir la
distribución estadística de las estructuras importantes con el fin de proponer
zonas de seguridad y zonas de riesgo para el enfoque XLIF utilizando un tamaño
de muestra más grande que el del resto de las estadísticas publicadas.
MATERIALES Y MÉTODOS
Diseño del estudio
Se elaboró un protocolo de
investigación que fue presentado y avalado por el comité de docencia e
investigación del Hospital Alemán de Buenos Aires, Argentina.
Se realizó un análisis
descriptivo, retrospectivo, observacional. Se incluyó a 200 pacientes >18
años de ambos sexos, tratados en nuestra institución, a quienes se les realizó
una RM, cualquiera sea el motivo de consulta, entre
2017 y 2020. La muestra fue
elegida al azar hasta alcanzar 200 participantes. Los criterios de exclusión
fueron: escoliosis (ángulo de Cobb >10º), espondilolistesis (grado >1 de
la clasificación de Meyerding), fractura vertebral y lesiones oncológicas. Los
pacientes fueron contactados telefónicamente y se les solicitó su aprobación
para ser incluidos en el estudio.
La RM de columna lumbar se
realizó con equipos Philips© 1,5 Tesla y General Electric© 3 Tesla. Se tomaron
medidas en secciones axiales de los segmentos L1-L2, L2-L3, L3-L4 y L4-L5, en
las que se determinó la posición de la vena cava, la arteria aorta, el ancho y
la altura de los psoas en zona de cada segmento de ambos lados. Se registró
también si la posición del psoas era demasiado anterior (signo de Mickey Mouse
o the rising psoas).16
Se utilizó el método Moro17 que divide el espacio intervertebral en
seis zonas que van de anterior a posterior (Figuras
1 y 2). El aspecto anterior del margen anterior del cuerpo vertebral fue
definido como zona A; el aspecto posterior del margen posterior, como zona P;
las zonas I, II, III, IV fueron distribuidas igualmente entre el margen
anterior y el margen posterior, del anterior al posterior. La distribución de
los grandes vasos abdominales en cada zona de cada espacio intervertebral
lumbar fue analizada sobre la base de las imágenes de RM; el ancho del psoas en
cada zona de cada espacio intervertebral lumbar de ambos lados se midió con el
programa del análisis de imagen (PACS Carestream©). El espesor del psoas se
definió como la distancia entre los puntos medios de los márgenes interior y
exterior del psoas mayor en cada zona (Figura 3).
RESULTADOS
Se analizaron 200 RM de columna
lumbar que se realizaron en nuestra institución. Se excluyó a 36 pacientes por
cumplir con alguno de los criterios de exclusión (tuberculosis,
espondilolistesis, escoliosis y fractura vertebral). La muestra final fue de
164 pacientes, 87 mujeres y 77 hombres. La media de la edad era de 50.4 años en
los hombres y de 50.6 años en las mujeres (Figura 4).
Distribución de la aorta abdominal
La arteria aorta abdominal en su
recorrido por los niveles L1-L2, L2-L3 y L3-L4 se ubica predominantemente en el
lado izquierdo, en la zona A (n = 159, n = 157 y n = 137, respectivamente). Al
llegar a L4-L5, el 95,7% (n = 157) de los pacientes presenta la bifurcación a
las arterias ilíacas en dicho nivel (Figura 5).
Distribución de la vena cava inferior
La vena cava en su recorrido por
el nivel L1-L2 muestra una tendencia del 67,7% a la localización en el lado
derecho, en la zona A (n = 111) y del 32,3% en el lado derecho, en la zona A y
zona I (n = 53). En L2-L3, se observa una distribución del 51,2% (n = 84) a la
derecha, entre la zona A y la zona I, mientras que el 48,8% (n = 80) se localiza
en el lado derecho, en la zona A. En L3-L4, el 68,3% (n = 112) se encuentra en
la derecha, entre la zona A y la zona I; el 28,7% (n = 47), en la derecha, en
la zona A; el 1,8% (n = 3) presenta la bifurcación en dicho nivel y el 1,2% (n
= 2) está en el lado derecho, en la zona I. Por último, en L4-L5, el 73,2% (n =
120) presenta la bifurcación en dicho nivel; el 21,3% (n = 35), en el lado
derecho, entre la zona A y la zona I; en el 2,4% de los pacientes (n = 4), se
localiza a la vena cava en el lado derecho en la zona A; en el 2,4% (n = 4), en
el lado derecho, entre la zona I y la zona II; en el 0,6% (n = 1) se ubica a la
vena cava en el lado derecho, en la zona I (Figura
6).
Distribución del psoas mayor derecho
Se evaluó el grosor del músculo psoas
derecho en cada nivel y en las zonas I, II, III y IV. En L1-L2, las mujeres
presentaron una media de 0,24 mm para la zona I; 2,94 mm para la zona II; 6,46
mm para la zona III y 11,05 mm para la zona IV. En L2-L3, se observó una media
de 1,81 mm para la zona I; 9,87 mm para la zona II; 13,85 mm para la zona III y
17,04 mm para la zona IV. En L3-L4, las medias fueron: 6,44 mm; 18,31 mm; 22,98
mm y 25,19 mm, respectivamente. Por último, en L4-L5, las medias fueron: 21,47
mm; 30,81 mm; 31,93 mm y 26,03 mm, respectivamente (Tabla
1).
En L1-L2, los hombres presentaron
una media de 1,30 mm para la zona I; 6,73 mm para la zona II; 11,07 mm para la
zona III y 15,55 mm para la zona IV. En L2-L3, se observó una media de 8,55 mm
para la zona I; 18,27 mm para la zona II; 21,63 mm para la zona III y 24,37 mm
para la zona IV. En L3-L4, las medias fueron: 21,22 mm; 30,31 mm; 32,70 mm y
31,94 mm, respectivamente. Por último, en L4-L5, las medias fueron: 37,96 mm;
41,16 mm; 37,29 mm y 27,05 mm, respectivamente (Tabla
2).
Distribución del psoas mayor
izquierdo
Se evaluó el grosor del músculo
psoas izquierdo en cada nivel y en las zonas I, II, III y IV. En el nivel L1-L2
de la zona I, las mujeres presentaron una media de 0,41 mm; 4,12 mm para la
zona II; 7,32 mm para la zona III y 10,51 mm para la zona IV. En L2-L3, se
observó una media de 2,67 mm para la zona I; 10,56 mm para la zona II; 14,08 mm
para la zona III y 16,76 mm para la zona IV. En L3-L4, la media fue de 8,80 mm
para la zona I; 18,78 mm para la zona II; 22,33 mm para la zona III y 24,06 mm
para la zona IV. Por último, en L4-L5, la media fue de 23,89 mm para la zona I;
30,26 mm para la zona II; 30,83 mm para la zona III y 24,49 mm para la zona IV
(Tabla 3).
En el nivel L1-L2 de la zona I,
los hombres presentaron una media de 1,87 mm; 8,31 mm para la zona II; 12,18 mm
para la zona III y 15,92 mm para la zona IV. En L2-L3, se observó una media de
9,57 mm para la zona I; 18,68 mm para la zona II; 21,68 mm para la zona III y
24,38 mm para la zona IV. En L3-L4, se observó una media de 22,62 mm para la
zona I; 30,56 mm para la zona II; 32,26 mm para la zona III y 30,77 mm para la
zona IV. Por último, en L4-L5, la media fue de 39,24 mm para la zona I; 40,94
mm para la zona II; 36,59 mm para la zona III y 25,65 mm para la zona IV (Tabla 4).
Los resultados de ambos sexos se
muestran en la Figura 7.
Signo de
Mickey Mouse o rising psoas sign
El 8,5% de los pacientes
evaluados tenía el signo de Mickey Mouse.
DISCUSIÓN
Este estudio tuvo como objetivo
la descripción mediante imágenes de RM del posicionamiento de las estructuras
nobles a la hora de realizar una cirugía espinal por vía lateral (XLIF) y
correlacionarlas con los corredores de seguridad en los abordajes laterales.
El plexo lumbar se conforma por
las ramas anteriores de L1-L4 en íntima relación con el músculo psoas ilíaco.
La zona de seguridad para la vía lateral se encuentra entre dichas raíces.
Existen múltiples variantes anatómicas, tanto en relación con la morfología y
la ubicación de dicho músculo, tal como el signo de Mickey Mouse o rising psoas sign, como así también del
plexo lumbar y sus ramas. El músculo psoas mayor se eleva lateral o anterior al nivel de L4-L5 separándose de la parte
más posterior del espacio discal, desprotegiendo, de esta manera, al plexo
lumbar, lo que representa una contraindicación para la cirugía de acceso
lateral y, por lo tanto, es imprescindible realizar una correcta planificación
prequirúrgica con el fin de evitar complicaciones. Esta variante anatómica se
denomina signo de Mickey Mouse o rising
psoas sign.18
Moro publicó estudios anatómicos
basados en la cirugía de columna por vía laparoscópica peritoneal posterior,
cuyos resultados revelaron que el plexo lumbar está localizado a nivel de la
zona P en el espacio intervertebral L1-L2, en la zona IV a nivel de L2-L3, en
la zona III a nivel de L3-L4 y L4-L5.6 Esto
es muy útil para evaluar en qué zonas existen menos probabilidades de ocasionar
una lesión neurológica. De esta manera, para accesos de XLIF a niveles de L1-L2
y L2-L3, se recomienda que se realicen en las zonas II o III. En cambio, en
L4-L5 se recomienda separar el psoas mayor en la zona II donde los nervios
ascienden en la parte superior de la masa muscular y así disminuir el riesgo de
lesión. En L3-L4, el plexo pasa oblicuamente a través del psoas mayor en
dirección de posterior a anterior. Debido a esto aquellos abordajes a este
nivel plantean un mayor riesgo de lesión, si se efectúan en la zona II.
Sobre la base de las mediciones
obtenidas en este estudio, establecimos zonas de seguridad según el abordaje
sea derecho o izquierdo. En los abordajes derechos, según la distribución de la
vena cava, no se producen lesiones de esta en las zonas II/III/IV/P, en todos
los niveles lumbares. Si estos datos se combinan con la distribución del plexo
según Moro, la zona de seguridad a nivel de L1-L2 se ubica en la zona II-IV; en
L2-L3, en la zona II-III, a en L3-L4 y L4-L5, en la zona II.
Según el espesor del psoas, en
los hombres, encontramos que, en L1-L2 y L2-L3, su grosor es mayor en la zona
IV, mientras que, en L3-L4 es en la zona III y, en L4-L5, en la zona II. En las
mujeres, en cambio, en los niveles L1-L2, L2-L3 y L3-L4, el grosor del psoas es
mayor en la zona IV y, en L4-L5, en la zona III.
En cuanto a los abordajes
izquierdos, de acuerdo con la distribución de la arteria aorta, los sitios de
seguridad se encuentran a nivel de L1-L2, L2-L3 y L3-L4 en la zona II, mientras
que, en L4-L5, está en la zona I. Si estos datos se combinan con la
distribución del plexo según Moro, la zona de seguridad en L1-L2 se ubica en la
zona II-IV; en L2-L3, en la zona II-III; en L3-L4, en la zona II y, en L4-L5,
en la zona I-II.
Sobre la base del espesor del
psoas; en los hombres, encontramos que, en L1-L2, L2-L3, su grosor es mayor en
la zona IV, mientras que, en L3-L4, es en la zona III y, en L4-L5, en la zona
I-II. En las mujeres, al igual que del lado derecho; el grosor es mayor en
L1-L2, L2-L3 y L3-L4, en la zona IV, y en L4-L5, en la zona III.
Las limitaciones de este estudio
fueron que varios de los pacientes incluidos ya se habían sometido a una
cirugía de columna, lo que condujo a un posible cambio en la anatomía normal.
Por otro lado, se realizaron búsquedas en las RM en el sistema de base de datos
de nuestro centro, ya que las RM se realizaron por algún motivo y no por el
solo hecho de colaborar con el estudio. Asimismo, existen variables que pueden
hacer modificar la anatomía según distintas situaciones en un mismo paciente.
Buckland y cols. describen mecanismos compensatorios, como la flexión del
tronco y el aumento de la cifosis torácica en pacientes con estenosis del canal
leve y moderada,19 lo que no se ha tenido en
cuenta al incluir pacientes en el estudio. Finalmente, como la posición del
paciente al realizar la técnica de acceso lateral es en decúbito lateral con
las caderas y rodillas en flexión, esto origina cambios tanto en la vasculatura
como de ambos psoas, lo cual es una relación anatómica distinta de la que
ocurre con el paciente en decúbito dorsal durante el procedimiento.
CONCLUSIONES
Podemos afirmar que conocer la
anatomía y el uso de vías de acceso seguras para la colocación de implantes a
través del acceso lateral es de suma importancia, ya que la mayoría de las
complicaciones en estas cirugías derivan de ello. El principal desafío que
plantea este tipo de intervenciones es tener una visualización directa de las
estructuras neurovasculares, lo que puede llevar a dañarlas, razón por la cual
es fundamental la planificación preoperatoria con los estudios correspondientes,
dadas las variaciones anatómicas del segmento; y así poder realizar un seguro y
correcto procedimiento.
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––––––––––––––––––
Conflicto de intereses: El doctor Enrique Gobbi recibe
honorarios como disertante de Nuvasive®. El resto de los autores no declara
conflictos de intereses.
ORCID de I. Pierro:
https://orcid.org/0000-0002-6614-6921
ORCID de E. A. Gobbi:
https://orcid.org/0000-0001-7310-6170
ORCID de J. J. Mazzeo: https://orcid.org/0000-0001-5531-2624
Recibido el 3-1-2023. Aceptado
luego de la evaluación el 9-3-2023 • Dr.
Máximo de Zavalía • maximodezavalia@gmail.com
• https://orcid.org/0000-0002-4022-4100
Cómo
citar este artículo: de Zavalía M, Pierro I, Mazzeo JJ, Gobbi EA.
Planificación basada en resonancia magnética para la cirugía de columna de
acceso lateral. ¿Es un procedimiento seguro? Estudio descriptivo de
distribución de grandes vasos y psoas. Rev
Asoc Argent Ortop Traumatol 2023;88(3):351-361. https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2023.88.3.1702
Información
del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2023.88.3.1702
Fecha de
publicación: Junio, 2023
Copyright: © 2023,
Revista de la Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología.
Licencia: Este artículo está bajo una Licencia Creative Commons
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