INVESTIGACIÓN CLÍNICA
Cirugía de prótesis de cadera en el
adulto con enfermedad de Legg-Calvé-Perthes
Patricia Marqueta
González, Ana M. Bueno Sánchez, Teresa Rodríguez del Real, Aurelia L. Rubio
Servicio
de Cirugía Ortopédica y Traumatología, Hospital Universitario de Getafe,
Getafe, Madrid, España
RESUMEN
Objetivos: Revisar
las cirugías de prótesis totales de cadera realizadas en nuestro hospital,
determinar el origen de la artrosis e identificar cuántas
se colocaron por coxartrosis secundarias a enfermedad de Legg-Calvé-Perthes. Materiales y
Métodos: Se realizó un estudio retrospectivo en el que se revisaron
todas las cirugías de prótesis totales de cadera desde 2008 hasta diciembre de
2021. Se evaluaron las radiografías prequirúrgicas para determinar la etiología
de la artrosis, y se consideraron variables, como lateralidad, sexo y edad en
el momento de la intervención. Resultados: Se revisaron 1103 caderas en 935 pacientes. El
81% correspondía a coxartrosis primaria. En 11 caderas de 10 pacientes (1%), se
detectó coxartrosis secundaria a la enfermedad de Legg-Calvé-Perthes. La media
de la edad de estos pacientes era de 61 años. Conclusiones: Hay evidencia de
que las alteraciones del crecimiento de la fisis femoral proximal o el
sobrecrecimiento del trocánter mayor, propias de la enfermedad de
Legg-Calvé-Perthes, pueden contribuir a la aparición de un choque
femoroacetabular, con su consiguiente coxartrosis precoz. Es posible que
algunas “mal clasificadas” coxartrosis primarias fueran identificadas así
porque no existía otro dato sugerente de coxartrosis secundarias, y escondieran
otra etiología evolucionada. Asimismo, proponemos el seguimiento del paciente
joven con enfermedad de Legg-Calvé-Perthes, más allá del final del crecimiento,
para identificar el choque femoroacetabular en sus inicios y poder ofrecer opciones
terapéuticas artroscópicas.
Palabras clave:
Coxartrosis secundaria; enfermedad de Legg-Calvé-Perthes; prótesis total de
cadera; choque femoroacetabular.
Nivel de Evidencia: III
Total Hip Arthroplasty in Adults
with Legg-Calvé-Perthes Disease
ABSTRACT
Objectives: To review the
number of total hip replacements (THA) performed in our hospital, determine
their aetiology and identify how many of them were
performed for hip osteoarthritis secondary to Legg-Calvé-Perthes disease
(LCPD). Materials and Methods: We conducted a
retrospective study reviewing all THA surgeries from 2008 to December 2021. We
studied the preoperative radiographs, determining the aetiology of the
osteoarthritis, laterality, sex and age of the patient
at the time of surgery. Results: We reviewed a
total of 1103 hips in 935 patients. Primary hip osteoarthritis accounted for
81% of the cases. We gathered a total of 11 hips from 10 individuals (1%), with
a mean age of 61 years, for hip osteoarthritis secondary to LCPD. Conclusions: There is evidence that
femoro-acetabular impingement (FAI), which results in early secondary hip
osteoarthritis, may be influenced by changes in the growth of the proximal
femoral physis or overgrowth of the greater trochanter, which are
characteristics of LCPD. We believe that certain cases of “misclassified”
primary hip osteoarthritis may have been incorrectly identified since no
additional information was found to support the diagnosis of secondary hip
osteoarthritis, hiding the potential of an alternate, evolved aetiology.
Furthermore, we suggest monitoring young patients with LCPD after their growth
is complete in order to detect early FAI and provide
arthroscopic therapeutic options.
Keywords: Secondary hip
osteoarthritis; Perthes disease; total hip arthroplasty; femoro-acetabular
impingement.
Level of Evidence: III
INTRODUCCIÓN
La enfermedad de
Legg-Calvé-Perthes (ELCP) es una entidad de la cadera que se caracteriza por la
osteonecrosis de la epífisis femoral proximal en la infancia.1 El tratamiento de este cuadro durante la
infancia busca la restitución de la congruencia esférica y la recuperación
total, es decir, la restauración de la condición original de la cadera del
paciente.
Algunas deformidades residuales,
como la cabeza femoral no esférica, el sobrecrecimiento del trocánter mayor y
su superposición con el cuello femoral corto y la remodelación secundaria del
acetábulo, pueden alterar el régimen funcional de la articulación coxofemoral,
y contribuir al desarrollo de coxartrosis secundaria precoz.2
Los objetivos de este estudio
fueron evaluar una serie de pacientes a quienes se les había colocado una
prótesis total de cadera (PTC), determinar su etiología e identificar cuántas
de ellas fueron colocadas por coxartrosis secundarias a ELCP. Se analizó si
existe algún aspecto radiográfico de relevancia suficiente que afecte
negativamente la biomecánica de la articulación coxofemoral, más allá de la
deformidad y el pronóstico establecidos por Stulberg, usando nuestra propia
experiencia y los aportes de la bibliografía actualizada.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó un estudio
retrospectivo en el que se revisaron todas las cirugías con PTC realizadas
desde 2008 hasta diciembre de 2021, en el Servicio de Cirugía Ortopédica y
Traumatología de nuestro hospital. Se incluyó a los pacientes sometidos a una
artroplastia primaria total de cadera durante el período estudiado,
independientemente de su indicación, edad o sexo. Otro criterio de inclusión
fue que el paciente contara con radiografías anteroposterior de pelvis, y
anteroposterior y axial de cadera. Se excluyó a los pacientes que no tenían
radiografías previas, dada la imposibilidad para confirmar la indicación de la
cirugía protésica y a aquellos con prótesis parcial de cadera.
Se evaluaron las radiografías
prequirúrgicas para determinar el origen de la artrosis, además se analizaron
la lateralidad, el sexo y la edad en el momento de la cirugía.
Los criterios radiográficos
aplicados para diagnosticar etiológicamente las coxartrosis secundarias por
ELCP fueron: 1) coxa plana y coxa magna, 2) cuello corto y 3) ascenso del
trocánter mayor, es decir, cuando este se sitúa por encima del centro de rotación
de la cabeza femoral (Figuras 1 y 2).
Asimismo, se realizó una búsqueda
bibliográfica en bases de datos, como PubMed, Medline, Cochrane, Clinical Key,
con palabras clave, como “total hip arthroplasty”, “Perthes disease” y
“secondary hip osteoarthritis”.
RESULTADOS
Se incluyó a 935 pacientes, con
un total de 1103 cirugías de PTC y 168 casos operados de forma bilateral. El
54% de los pacientes eran mujeres y el 46%, hombres.
El diagnóstico principal de los
pacientes sometidos a PTC era coxartrosis primaria (81%). En pacientes con
coxartrosis secundaria, el 9% de las cirugías fueron por necrosis avascular de
cadera; el 7%, a causa de una fractura de cadera; el 1%, por displasia del
desarrollo de la cadera; el 1%, por ELCP (Figura 3)
y el 1% restante, por etiologías diversas, como metástasis, fracturas de
acetábulo o artritis reumatoide.
Según la distribución por edad,
el grupo con la media de edad más joven correspondió a los pacientes operados
por displasia del desarrollo de la cadera (41 años), seguidos de los pacientes
con necrosis avascular (58 años), ELCP (61 años) y fractura de cadera (71
años).
En el 1% correspondiente a PTC
por coxartrosis secundaria a ELCP (11 cirugías de PTC en 10 pacientes), el
rango etario era de 40 a 82 años (media 61), cuatro de ellos habían sido
operados antes de los 50 años. En cuanto a la distribución por sexo, había cuatro
mujeres (40%) y seis hombres (60%). Cinco de estos 10 pacientes habían sido
operados de la cadera derecha y cuatro, de la izquierda, y un caso, de ambas (a
los 45 y 46 años).
En todas las radiografías
preoperatorias, se detectó una coxa magna y plana. El 40% tenía ascenso del
trocánter mayor y el 70%, un cuello corto. Tres habían sido sometidos a
cirugía: una tectoplastia y dos osteotomías valguizantes.
El seguimiento medio de estos
pacientes fue de 8.1 años (rango 4-13). Todos mantienen un seguimiento anual,
excepto dos que fallecieron durante el proceso por motivos ajenos al estudio.
DISCUSIÓN
La bibliografía específica sobre
la incidencia de PTC por coxartrosis secundaria a ELCP es escasa.
Uluçay y cols. revisaron las
causas de la coxartrosis secundaria en 935 caderas operadas e informaron que la
tasa de PTC por ELCP era del 1,7% en el sexo femenino y del 4,2% en el sexo
masculino. Estas tasas son ligeramente superiores a las de nuestra serie, con
una cantidad similar de pacientes.3
En diversos estudios recientes,
se afirma que el 50% de los pacientes con ELCP tendrá coxartrosis entre la
cuarta y quinta década de la vida4 y que el
5% requerirá PTC a los 20 años del tratamiento inicial5.
Asimismo, en 2016, Shohat y cols.6 informaron que la edad media de colocación de
una PTC por ELCP es de 50.2 años, 10 años menos que nuestra media.
Sin embargo, como ya se mencionó,
un alto porcentaje de caderas con prótesis en nuestro hospital son definidas
como de etiología primaria. Se las identificó así porque no existía otro dato
sugerente de coxartrosis secundarias. Esto se debe a que, desde el punto de
vista radiográfico, en estadios muy avanzados y a falta de un seguimiento
radiográfico evolutivo previo, es muy difícil determinar su origen. La necrosis
avascular, la displasia acetabular y el bien consensuado actualmente choque
femoroacetabular, en sus estadios finales artrósicos, son difíciles de
identificar.
En 2008, Ganz y cols.7 ya pusieron en duda muchas de las
coxartrosis primarias, que podían no ser idiopáticas y suponiendo la existencia
de alguna anomalía subyacente del cartílago articular. Estos autores plantearon
la hipótesis actual de que muchas de ellas son realmente secundarias a sutiles
anomalías en el desarrollo anatómico que dan lugar al impacto femoroacetabular
en un lugar del estrés por contacto excesivo. La localización más frecuente es
el área del borde anterosuperior y el movimiento crítico es la rotación interna
de la cadera en flexión de 90°. Precisamente, la lesión degenerativa artrósica
comienza en esta zona donde también, en muchas ocasiones, lo hacen la necrosis
avascular o la displasia acetabular.7
En nuestra revisión, no hemos
podido identificar a estos pacientes con sutiles defectos de la regeneración y
remodelación final de la ELCP, quienes, según nos pareció, a priori, obtuvieron un buen resultado según la clasificación de
Stulberg, pero que, sin embargo, tras el alta al final del crecimiento,
consultan por dolor en la articulación de la cadera.
En 2011, Kim y Novais2 comunicaron sus observaciones sobre el
diagnóstico y el tratamiento del choque femoroacetabular concretamente en la
ELCP. En su artículo, explican el origen de las deformidades residuales de la
cadera secundarias a la enfermedad. Por un lado, la ELCP produce una alteración
del crecimiento de la fisis femoral proximal con un cuello femoral corto. Por
otro lado, el sobrecrecimiento del trocánter mayor provoca alteraciones
mecánicas con desequilibrio en las fuerzas de abducción y rotación de la
cadera. Y, finalmente, la osificación del núcleo cefálico condiciona una cabeza
femoral no esférica y una remodelación secundaria del acetábulo. Todo ello
determina los estadios de Stulberg.2
A veces, la cabeza femoral no
esférica y las modificaciones del crecimiento fisario son muy sutiles, pueden
cambiar la función mecánica de la articulación de la cadera contribuyendo al
pinzamiento femoroacetabular, sin llegar a un estadio de Stulberg severo.
Es necesario reconocer todas
estas deformidades y comprender su contribución a los síntomas del paciente
antes de poder planificar una estrategia terapéutica.
Lee y cols.8 también abordan esta eventualidad y
afirman que las deformidades residuales de cadera tras la ELCP provocan
síntomas mecánicos y se asocian a un entorno patomecánico que puede presentar
pinzamiento femoroacetabular. En estos pacientes, la artroscopia alivió los
síntomas y mejoró el rango de movilidad, por lo que el tratamiento artroscópico
es una buena opción para las secuelas de la ELCP.8
El tratamiento artroscópico puede
resolver la sintomatología y contener la evolución artrósica, tal como se
afirma en artículos publicados por Amanatullah y cols.,9 en 2015 o, más recientes, por Nepple y
cols.,10 de 2021, y por Chiari y
cols.11 de principios de 2022. La
prevención es la solución hacia una evolución más grave. Vahedi y cols.12, también en 2021, proponen la artroscopia
terapéutica precoz en el choque femoroacetabular sin esperar hasta una edad
avanzada, un período sintomático prolongado o la evidencia radiográfica de un
estrechamiento del espacio articular, porque, entre otros, todos estos son
factores de riesgo para el fracaso de la artroscopia y la consiguiente
evolución a una coxartrosis.9-13
CONCLUSIONES
La hipótesis actual, como afirman
Ganz y cols., es que ciertas coxartrosis secundarias se deben a sutiles
anomalías en el desarrollo que dan lugar al choque femoroacetabular y, a su
vez, un lugar de estrés por contacto excesivo. La esfericidad de la cabeza
femoral es un factor pronóstico del desarrollo de artrosis.
Los resultados de nuestro estudio
nos permiten concluir que la PTC es poco frecuente en el adulto joven con
coxartrosis secundaria a ELCP, pero es cierto que estos pacientes tienen un
mayor riesgo de someterse a una cirugía de colocación de prótesis a una edad
temprana.
Asimismo, presumimos que estos
casos serán más de los esperados, ya que una cantidad aún no determinada de
pacientes, a priori, parecen haber
obtenido buenos resultados radiográficos, pero que, en un tiempo relativamente
corto, pueden desarrollar un choque femoroacetabular.
La evolución natural de algunas
caderas con ELCP parece ser el desarrollo de un choque femoroacetabular como
consecuencia de un apoyo anómalo en el borde del acetábulo o una sobrecobertura
de este, dando lugar a una coxartrosis precoz.
Ante la falta de revisiones sobre
la evolución de la ELCP con un buen resultado radiográfico final, proponemos el
seguimiento sistemático del paciente joven con fisis cerradas más allá del
final del crecimiento, que incluya evaluaciones clínica y radiográfica
periódicas para identificar el choque femoroacetabular en sus inicios y poder
ofrecer opciones terapéuticas (p. ej., artroscópicas), que puedan impedir la
progresión de la coxartrosis y así retrasar o evitar la cirugía para colocar
una prótesis.
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ORCID de A. M. Bueno Sánchez: https://orcid.org/0000-0001-5354-6566
ORCID de A. L. Rubio:
https://orcid.org/0000-0003-0928-1892
ORCID de T. Rodríguez del Real: https://orcid.org/0009-0007-5879-7058
Recibido el 14-1-2023. Aceptado
luego de la evaluación el 6-6-2023 • Dra.
Patricia Marqueta González • patmg1313@hotmail.com
• https://orcid.org/0009-0004-4456-725X
Cómo
citar este artículo: Marqueta González P, Bueno Sánchez AM, Rodríguez del Real
T, Rubio AL. Cirugía de prótesis de cadera en el adulto con enfermedad de
Legg-Calvé-Perthes. Rev Asoc Argent Ortop
Traumatol 2023;88(6):647-652. https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2023.88.6.1709
Información
del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2023.88.6.1709
Fecha de
publicación: Diciembre, 2023
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