INVESTIGACIÓN CLÍNICA
Impacto del origen
del cemento quirúrgico en pacientes con fractura de cadera tratados con
artroplastia. Estudio comparativo de 153 pacientes
Germán Garabano,
Leonel Pérez Alamino, Andrés Juri, Arturo X. Maya Nieto, César Á. Pesciallo
Servicio
de Ortopedia y Traumatología, Hospital Británico Central de Buenos Aires,
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
RESUMEN
Objetivo: Determinar si el uso de cemento nacional o importado
impacta en los resultados clínico-radiográficos de una serie de pacientes con fractura de cadera tratados con
artroplastia. Materiales
y Métodos: Se analizó, de manera retrospectiva, a 153 pacientes con
fractura de cadera tratados consecutivamente con una artroplastia (total o
parcial), entre 2017 y 2019, en nuestro hospital, y un seguimiento mínimo de 24
meses. Se dividió a la serie en dos grupos según el origen del cemento y se
compararon las siguientes variables: características preoperatorias, resultados
funcionales (índice de Parker y HHS), complicaciones, aflojamiento mecánico y
supervivencia de la prótesis. Resultados: En 99 (64,7%) casos, se utilizó cemento de
origen nacional y, en 54 (35,3%), importado. Noventa y seis eran artroplastias
totales (81 cementadas y 15 híbridas) y 57, hemiartroplastias bipolares. La
media de seguimiento fue de 47 ± 1.1 meses. No se hallaron diferencias
significativas entre los grupos en cuanto a los resultados funcionales (Parker
5,3 ± 0,4 vs. 5,5 ± 0,6; p = 0,88; HHS 84,5 ± 6,6 vs. 85,9 ± 7,5; p = 0,28), la
tasa de complicaciones (6% vs. 5,5%; p = 0,99), las revisiones (2,6% vs. 1,9%;
p = 0,69), ni la supervivencia de la prótesis (96% vs. 94,5%; p = 0,69). Conclusión: Los resultados sugieren que el origen de fabricación del
cemento no afecta significativamente los resultados clínico-radiográficos luego
de una artroplastia total o parcial por fractura de cadera.
Palabras clave: Fractura de cadera; artroplastia de
cadera; hemiartroplastia bipolar; cemento óseo quirúrgico.
Nivel de Evidencia: III
Impact of the
Origin of Surgical Cement in Patients with Hip Fractures Treated with
Arthroplasty. Comparative Study on 153 Patients
ABSTRACT
Introduction: The objective
of this study was to determine whether the use of national or imported cement
has an impact on the clinical and radiological outcomes of a series of hip fracture
patients treated with arthroplasty. Materials and Methods: We
retrospectively analyzed 153 patients with hip
fractures who were treated consecutively with arthroplasty (total or partial)
between 2017 and 2019 at our center, with a minimum
follow-up of 24 months. The patients were divided into two groups based on the
origin of the cement, and we compared preoperative characteristics, functional
outcomes (Parker index and Harris Hip Score - HHS), complications, mechanical
loosening, and prosthetic survival. Results: In 99 cases (64.7%),
national cement was used, and in 54 cases (35.3%), imported cement was used.
There were 96 total hip arthroplasties (81 cemented and 15 hybrid) and 57
bipolar hemiarthroplasties. The mean follow-up was 47 ± 1.1 months. No
significant differences were found between the groups in functional outcomes
(Parker: 5.3 ± 0.4 vs. 5.5 ± 0.6; p = 0.88; HHS: 84.5 ± 6.6 vs. 85.9 ± 7.5; p =
0.28), complication rates (6% vs. 5.5%; p = 0.99), revisions (2.6% vs. 1.9%; p
= 0.69), or prosthetic survival (96% vs. 94.5%; p = 0.69). Conclusion:
The results of this study suggest that the origin of surgical cement does not
significantly affect clinical or radiological outcomes in patients undergoing
total or partial hip arthroplasty for hip fracture.
Keywords: Hip fracture;
hip arthroplasty; bipolar hemiarthroplasty; surgical bone cement.
Level of Evidence: III
INTRODUCCIÓN
Las fracturas de cadera impactan, de manera
considerable, en la morbimortalidad de los pacientes, sobre todo en los adultos
mayores, y representan un problema de salud pública mundial.1,2 En nuestro
país, la incidencia de fractura de cadera es de alrededor de 264 casos cada
100.000 habitantes, y predomina en el sexo femenino (3:1).3,4
La artroplastia (total o parcial) es una
estrategia de tratamiento frecuente para las fracturas de cadera.5-7 El cirujano puede optar por dos tipos de
fijación de la prótesis en una artroplastia: cementada, no cementada y su
combinación (fijación híbrida: cotilo no cementado, tallo cementado). Esta
elección dependerá fundamentalmente de las características del paciente y la
experiencia del cirujano.5-9 Si
bien, en las últimas décadas, se ha incrementado el uso de componentes no
cementados, no hay un consenso definitivo sobre cuál es el mejor método de
fijación, y tanto los resultados de la fijación híbrida, como los de la
cementada han sido excelentes a los 15-20 años de seguimiento.8-13
En la Argentina, disponemos de cementos
quirúrgicos de distintos orígenes de fabricación (nacional e importado)
y, según nuestro conocimiento, no existen reportes que evalúen los resultados
de las artroplastias de cadera según el origen de los cementos. Por lo tanto,
el propósito de nuestro estudio fue evaluar los resultados clínico-funcionales
y radiográficos de pacientes con fractura de cadera tratados con una
artroplastia, comparando el uso de cementos nacionales e importados.
La hipótesis de este estudio fue que el
origen de fabricación del cemento no impacta significativamente en los
resultados.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se llevó a cabo un estudio de cohorte
analítico observacional. Se analizó, de manera retrospectiva, a los pacientes
operados consecutivamente por fractura de cadera, en nuestro Servicio, entre
enero de 2017 y diciembre de 2019. El estudio se realizó luego de obtener la
aprobación del Comité de Revisión Institucional de nuestro hospital.
Los criterios de inclusión fueron: pacientes
con fractura de cadera, tratados con una artroplastia total o parcial
(bipolar), en la cual, al menos, un componente (cotilo o tallo) era cementado y
que cumplieron un seguimiento mínimo de 24 meses. Se excluyó a los pacientes
con fracturas patológicas, cirugías previas de cadera y aquellos derivados de
otro Centro con algún tipo de tratamiento previo.
De un total de 311 pacientes identificados en
la búsqueda inicial, 158 fueron excluidos porque tenían exclusivamente
componentes no cementados; 25, por fracturas patológicas; 20, por tener
cirugías en la cadera operada y cinco, por no cumplir con el seguimiento
mínimo. La serie final quedó formada por 153 pacientes. En la Tabla 1, se detalla la descripción global de la
serie.
Para el análisis se dividió a la serie en dos
grupos: uno con pacientes en quienes se había utilizado un cemento de origen
nacional (Subiton, Laboratorios SL,
Argentina) y otro en quienes se había usado un cemento importado (Cemex Genta,
Tecres, Somm, Italia). Ambos cementos son de baja viscosidad.
Técnica quirúrgica
Todas las cirugías se llevaron a cabo en
quirófano de flujo laminar bajo anestesia raquídea hipotensiva. Se administró
profilaxis antibiótica con 1 g de cefazolina por vía intravenosa, 30 min antes
de la incisión cutánea y una dosis de ácido tranexámico durante la inducción
anestésica. Todos los pacientes fueron operados en decúbito dorsal, mediante
abordaje anterolateral (Bauer).14 El
cementado de los cotilos se realizó con un impactador fabricado ad hoc para su presurización y para
favorecer la regularidad del manto de cemento.
En el caso de los tallos, se utilizó
cementado de segunda y tercera generación según la disponibilidad, las
características del paciente y la elección del cirujano.
Se administró profilaxis antitrombótica
con 40 mg de heparina de bajo peso molecular, por vía subcutánea, durante 30
días.
La rehabilitación posoperatoria consistió en
sedestación en cama el primer día practicando ejercicios isométricos, y marcha
con un andador desde el segundo día tras la cirugía. Se indicó usar un andador
o dos bastones canadienses por tres semanas y luego un solo bastón por las
siguientes tres semanas. Los controles posoperatorios fueron a las 3 y 6
semanas, y los 3, 6 y 12 meses y, luego, anualmente.
Análisis clínico
Las evaluaciones clínica y funcional se
realizaron con las escalas de Parker comparando los puntajes antes y después de
la cirugía,15
y el Harris Hip Score (HHS) al final
del seguimiento.16
Análisis radiográfico
Se utilizaron las proyecciones
anteroposterior y lateral de ambas caderas para la evaluación radiográfica. En
la imagen posoperatoria inmediata, se evaluó la calidad del cementado del
tallo, según la clasificación de
Barrack.17
La aparición de líneas radiolúcidas alrededor
de los implantes y su ubicación se clasificaron de acuerdo con las zonas
descritas por DeLee-Charnley y por Gruen.18
El aflojamiento del componente acetabular cementado se
clasificó según los criterios de
DeLee-Charnley y Hodgkinson.18 Se
consideró aflojamiento a la presencia de líneas radiolúcidas en las tres zonas
o a su migración.19,20
Para el
aflojamiento de los tallos se emplearon los criterios de Harris.21
Al final del seguimiento se determinaron la
tasa de aflojamiento y la supervivencia de la prótesis considerando como punto
de corte su revisión por cualquier causa. También, se registraron las tasas de
complicaciones y mortalidad al cierre del estudio.
Análisis estadístico
Las variables cualitativas se expresan como
porcentajes y frecuencias, y las numéricas, como media y desviación estándar o
mediana y rango intercuartílico según su distribución. Las variables continuas
se compararon mediante la prueba de la t de Student y las categóricas, con la
prueba de la X2 (o método exacto de
Fisher, si era necesario) o ANOVA. La supervivencia de la prótesis se calculó
con el método de Kaplan-Meier. Se consideró estadísticamente significativo un
valor p <0,05.
Todos los datos fueron registrados en una
planilla Excel (Redmon, EE.UU.) y los cálculos estadísticos se procesaron con
el programa GraphPad Prism 9.0 (LaJoya, CA, EE.UU.).
RESULTADOS
Se utilizó cemento de origen nacional en 99
(64,7%) pacientes y uno de origen importado en 54 (35,3%). Al comparar las
características preoperatorias, un porcentaje significativamente superior de
pacientes tenía un índice de comorbilidad de Charlson >5 en el grupo de
cemento nacional (p = 0,0002) (Tabla 2).
Resultados clínico-funcionales
Comparativamente no se observaron diferencias
significativas en los puntajes de Parker preoperatorio (nacional 5,9 ± 0,7 vs.
importado 5,7 ± 0,9; p = 0,78) ni posoperatorio (nacional 5,3 ± 0,4 vs. importado
5,5 ± 0,6; p = 0,88) entre los grupos.
La media del HHS al cierre del estudio fue de
88,9 ± 6,7, sin diferencias significativas entre los grupos nacional (84,5 ±
6,6) e importado (85,9 ± 7,5) (p = 0,28).
Resultados radiográficos
Treinta (37%) de los 81 cotilos cementados
tenían líneas de demarcación al final del seguimiento: 28 en la zona 1 y 2 en
las zonas 1-3. Todas medían <1 mm.
Respecto a los tallos, nueve (5,9%) tenían
demarcación: seis en la zona 2 y tres en las zonas 2 y 6, sin progresión al concluir
el estudio. No se hallaron diferencias significativas entre los grupos con
respecto a la incidencia de demarcación en los cotilos ni en los tallos (Tabla 3).
Complicaciones, revisiones y
mortalidad
Se produjeron nueve (5,9%) complicaciones:
seis (6%) en el grupo de cemento nacional y tres (5,4%) en el grupo de cemento
importado, sin diferencias significativas entre ambos (p = 0,99) (Tabla 4). Hubo siete (4,6%) revisiones: cuatro
(2,6%) en el grupo de cemento nacional y tres (1,9%) en el de cemento
importado, no se halló una diferencia significativa entre ambos (p = 0,69). Dos
(2%) pacientes del grupo con cemento nacional y uno (1,8%) del otro grupo
evolucionaron con infección periprotésica a los 8, 11 y 16 meses,
respectivamente. Todos fueron tratados con una revisión en dos etapas que logró
erradicar la infección. Tres sufrieron una fractura periprotésica por caída de
propia altura, dos (2%) pertenecían al grupo de cemento nacional y necesitaron
un recambio de prótesis, mientras que el paciente restante fue tratado con
osteosíntesis. En el grupo de cemento importado, hubo un caso (1,8%) de
luxación que requirió una revisión con colocación de copa de doble movilidad;
no se habían producido recurrencias hasta el cierre del estudio.
La tasa de mortalidad global de la serie fue
del 4,6% (n = 7) al concluir el estudio. Tres (7%) pacientes del grupo de
cemento nacional y cuatro (7,4%) del grupo de cemento importado fallecieron (p
= 0,25). La tasa de supervivencia global de la prótesis fue del 95,4% (96% en
el grupo de cemento nacional y 94,5% en el grupo de cemento importado) (p =
0,69). Al comparar la supervivencia de la prótesis a los 30 días (p = 0,66), al
año (p = 0,70) y al cierre del estudio (p = 0,69), no se observaron diferencias
significativas (Figura).
DISCUSIÓN
El hallazgo más importante de nuestro estudio
fue que no hubo diferencias significativas en los resultados
clínico-radiográficos, ni la supervivencia de la prótesis entre el cemento
nacional e importado empleado en fracturas de cadera tratadas con
artroplastias. Esto responde nuestra hipótesis inicial.
Si bien el uso de componentes no cementados
en artroplastias de cadera se ha incrementado en las últimas décadas,22 distintos
autores han reportado excelentes resultados a corto, mediano y largo plazo con
reemplazos cementados. Liu y cols.22
observaron que el HHS era mayor en el grupo de pacientes cementados que en el
de no cementados y que fue estadísticamente significativo (no cementado 74,09 ±
6,23 vs. cementado 79,01 ± 10,21, p = 0,012) en 461 artroplastias de cadera y
un seguimiento mínimo de 5 años. Así también, Mao y cols.23 publicaron un análisis de 268 pacientes
tratados con artroplastia de cadera cementada vs. no
cementada y un seguimiento mínimo de 5 años. El HHS fue de 79,39 ± 16,92 vs.
74,18 ± 17,55 (cementada vs. no cementada, respectivamente, p = 0,011).
En nuestro estudio, y coincidiendo con lo
publicado por estos autores,22,23
los pacientes recuperaron el nivel de actividad anterior a la fractura, uno de
los principales objetivos del tratamiento, y tuvieron buenos puntajes
funcionales al final del seguimiento. Además, no hubo diferencias
significativas en estos puntajes, según el origen del cemento, por lo que
consideramos que esto se debe principalmente a una correcta técnica quirúrgica.
Al final del estudio, el 37% de los cotilos tenía signos de demarcación, y no
se observó progresión. Según lo publicado por Ritter y cols.,24 la presencia de signos de
demarcación precoces alrededor de las copas cementadas podría incrementar casi
un 28% la posibilidad de aflojamiento precoz. Sin embargo, Takaoka y cols.25 publicaron un análisis radiográfico de
187 artroplastias de cadera, y comunicaron la presencia de líneas radiolúcidas
alrededor del cotilo en el 21,2% de los casos a partir de los 12 meses.
Informaron que ninguna progresó y que, luego de un seguimiento promedio de 13
años, no tuvo impacto alguno en los resultados funcionales ni la supervivencia
de la prótesis.
Una de las
complicaciones a largo plazo más comunes de los tallos cementados es el
aflojamiento mecánico.26
Beckenbaugh e Ilstrup27
describieron que, luego de 5 años de seguimiento, las tasas pueden llegar al
20-24% y, después de 10 años, se incrementan hasta el 40%. En nuestro estudio,
si bien no se registraron aflojamientos mecánicos, la tasa de demarcación
alrededor del tallo fue del 5,9%. Esto podría relacionarse quizás con el corto
seguimiento de nuestra serie. Por último, no se obtuvieron diferencias
significativas al comparar los signos de demarcación y el origen del cemento en
los componentes acetabular (nacional 38% vs. importado 35,5%; p = 0,86) y
femoral (nacional 5% vs. importado 7,5%; p = 0,35). El uso de componentes
cementados se ha asociado a distintas complicaciones, como la “enfermedad del
cemento”28 o “el síndrome de
implantación cemento-hueso”.29 En
este estudio, no hubo ningún caso de este síndrome, posiblemente esto se
relacione con la baja tasa de este evento (alrededor del 2-5%)29 y a la poca cantidad de pacientes
analizados. En nuestro estudio, la tasa global de complicaciones fue del 5,9%
(n = 9), aunque sin una relación directa con el origen del cemento. Hubo un
porcentaje levemente superior en el grupo de cemento nacional (6% vs. 5,4%);
sin embargo, esta diferencia no fue estadísticamente significativa (p = 0,99).
Esto podría estar relacionado con el significativo mayor porcentaje de
pacientes con un índice de comorbilidad de Charlson >5 en el que se utilizó
cemento nacional.30,31
Espehaug y cols.32
analizaron 17.323 artroplastias y la tasa de fracaso ajustada a los 10 años
osciló entre el 5,9% de los implantes fijados con PALACOS® que contenían
gentamicina y el 17% de los fijados con CMW3®. La tasa estimada de
supervivencia global de la prótesis fue del 95,4% luego de casi 5 años de
seguimiento promedio, con un porcentaje similar entre los pacientes tratados
con cemento nacional (96%) y los tratados con cemento importado (94,5%). Esta
tasa coincide con lo reportado por Hailer y cols.,33 quienes analizaron 170.413
artroplastias del registro sueco y constataron una tasa del 94% luego de 10
años. De manera similar, Kam y cols.34
publicaron una tasa del 88% luego de analizar a 168 pacientes con artroplastias
cementadas durante 18 años.
Creemos que la tasa de supervivencia de la
prótesis registrada en este estudio se relaciona con la adecuada técnica
quirúrgica, donde todos los pacientes, independientemente del origen del
cemento, tuvo una adecuada calidad de cementación (Barrack A o B).
Según nuestro conocimiento, este es el primer
estudio que realiza un subanálisis de los resultados de la artroplastia
cementada según el origen de fabricación del cemento.
Nuestro estudio tiene algunas limitaciones,
como su diseño retrospectivo y la baja cantidad de pacientes. Cabe aclarar que
se trata de resultados preliminares a corto plazo. También, los resultados
podrían verse afectados, porque se realizó en un centro de alto volumen de
artroplastias, con cirujanos experimentados en este tipo de procedimientos. Sin
embargo, creemos que este estudio puede representar el punto inicial para
diseñar futuros estudios apropiados que nos permitan establecer conclusiones
con mayor nivel de evidencia.
CONCLUSIONES
El uso de componentes cementados sigue siendo
una estrategia viable en las artroplastias para fracturas de cadera, los resultados
y la supervivencia a corto y mediano plazo son excelentes. Los hallazgos de
este estudio sugieren que el origen de fabricación del cemento (nacional o
importado) no impactaría significativamente en los resultados. Continuaremos
con el análisis de la serie, a fin de establecer los resultados a largo plazo.
BIBLIOGRAFÍA
1.
Veronese N, Maggi S. Epidemiology and social
costs of hip fracture. Injury 2018;49(8):1458-60.
https://doi.org/10.1016/j.injury.2018.04.015
2.
Pech-Ciau BA, Lima-Martínez EA, Espinosa-Cruz GA, Pacho-Aguilar CR,
Huchim-Lara O, Alejos-Gómez RA. Hip fracture in the elderly: epidemiology and
costs of care. Acta Ortop Mex 2021;35(4):341-7.
PMID: 35139593
3.
Garabano G, Cubecino A, Simesen de Bielke H, Robador N, Olivetto JM,
Sierto M, et al. Epidemiología de la fractura de cadera en la Argentina. Rev Asoc Arg Ortop Traumatol 2020;85(4):437-46. https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2020.85.4.1113
4.
Clark P, Chico G, Carlos F, Zamudio F, Pereira RM, Zanchetta J, et al.
Osteoporosis en América Latina: revisión de panel de expertos. Medwave 2013;13(8):e5791. https://doi.org/10.5867/medwave.2013.08.5791
5. Sing CW,
Lin TC, Bartholomew S, Bell JS, Bennett C, Beyene K,
et al. Global epidemiology of hip fractures: a study protocol using a common
analytical platform among multiple countries. BMJ Open 2021;11(7):e047258. https://doi.org/10.1136/bmjopen-2020-047258
6.
Lewis SR, Macey R, Parker MJ, Cook
JA, Griffin XL. Arthroplasties for hip fracture in adults. Cochrane Database Syst Rev 2022;2(2):CD013410. https://doi.org/10.1002/14651858.CD013410.pub2
7.
Antapur P,
Mahomed N, Gandhi R. Fractures in the elderly: when is
hip replacement a necessity? Clin Interv Aging 2011;6:1-7. https://doi.org/10.2147/CIA.S10204
8.
Kim YY, Kim BJ, Ko HS, Sung YB, Kim SK, Shim JC. Total hip
reconstruction in the anatomically distorted hip. Cemented versus hybrid total
hip arthroplasty. Arch Orthop Trauma Surg 1998;117(1-2):8-14. https://doi.org/10.1007/BF00703431
9.
Lindberg-Larsen M, Petersen PB, Jørgensen CC, Overgaard S, Kehlet
H; Lundbeck Foundation Center
for Fast-track Hip and Knee Arthroplasty Collaborating Group. Postoperative 30-day
complications after cemented/hybrid versus cementless
total hip arthroplasty in osteoarthritis patients >70 years. Acta Orthop 2020;91(3):286-92. https://doi.org/10.1080/17453674.2020.1745420
10.
Blankstein M, Lentine B, Nelms NJ. The use of
cement in hip arthroplasty: A contemporary perspective. J Am Acad Orthop
Surg 2020;28(14):e586-e594. https://doi.org/10.5435/JAAOS-D-19-00604
11. 11. Bedard NA,
Callaghan JJ, Stefl MD, Liu
SS. Systematic review of literature of cemented femoral components: What is the
durability at minimum 20 years followup? Clin Orthop Relat Res 2015;473:563-71. https://doi.org/10.1007/s11999-014-3876-3
12.
Kropivšek L, Roškar S, Zore LA, Antolič V, Mavčič B. Cohort
analysis of two thousand nine hundred forty-three Link Lubinus
SP II cemented total hip arthroplasties from a single hospital with surgeon
stratification and twenty six thousand, nine hundred and eighty one
component-years of follow-up. Int Orthop 2022;46(4):797-804. https://doi.org/10.1007/s00264-022-05315-2
13. Buckwalter AE, Callaghan JJ, Liu SS,
Pedersen DR, Goetz DD, Sullivan PM, et al. Results of Charnley
total hip arthroplasty with use of improved femoral cementing techniques. A
concise follow-up, at a minimum of twenty-five years, of a previous report. J Bone Joint Surg
Am 2006;88(7):1481-5. https://doi.org/10.2106/JBJS.E.00818
14.
Dienstknecht T, Lüring C, Tingart M, Grifka J, Sendtner E. Total hip
arthroplasty through the mini-incision (Micro-hip) approach versus the standard
transgluteal (Bauer) approach: a prospective,
randomised study. J Orthop
Surg (Hong Kong) 2014;22(2):168-72. https://doi.org/10.1177/230949901402200210
15. Parker
MJ, Palmer CR. A new mobility score for predicting mortality after hip
fracture. J Bone Joint Surg Br 1993;75(5):797-8. https://doi.org/10.1302/0301-620X.75B5.8376443
16. Nilsdotter A, Bremander
A. Measures of hip function and symptoms: Harris Hip Score (HHS), Hip
Disability and Osteoarthritis Outcome Score (HOOS), Oxford Hip Score (OHS), Lequesne Index of Severity for Osteoarthritis of the Hip
(LISOH), and American Academy of Orthopedic Surgeons
(AAOS) Hip and Knee Questionnaire.
Arthritis Care Res (Hoboken) 2011;63(Suppl 11):S200-7. https://doi.org/10.1002/acr.20549
17. Al-Ahaideb A, Muir SW, Huckell J, Alsaleh KA, Johnson MA, Johnston DW, et al. Interobserver reliability of the radiographic assessment of
cement fixation in total hip arthroplasty. Eur J Orthop Surg Traumatol 2013;23(8):889-94. https://doi.org/10.1007/s00590-012-1108-7
18.
DeLee JG, Charnley J. Radiological demarcation of cemented sockets in
total hip replacement. Clin Orthop Relat Res 1976;(121):20-32. PMID: 991504
19.
Gruen TA, McNeice GM, Amstutz HC. “Modes of failure” of
cemented stem-type femoral components: a radiographic
analysis of loosening. Clin Orthop Relat Res 1979;(141):17-27. PMID: 477100
20.
Yoo JI, Cha
YH, Kim JT, Park CH. Clinical outcomes of bipolar
hemiarthroplasty versus total hip arthroplasty: Assessing the potential impact
of cement use and pre-injury activity levels in elderly patients with femoral
neck fractures. Hip Pelvis 2019;31(2):63-74. https://doi.org/10.5371/hp.2019.31.2.63
21.
Behairy YM,
Harris WH. Mode of loosening of matt-finished femoral stems in primary total
hip replacement. Saudi Med J 2022;23(10):1187-94. PMID: 12436120
22. Liu T,
Hua X, Yu W, Lin J, Zhao M, Liu J, et al. Long-term follow-up outcomes for
patients undergoing primary total hip arthroplasty with uncemented
versus cemented femoral components: a retrospective observational study with a
5-year minimum follow-up. J Orthop Surg Res 2019;14(1):371. https://doi.org/10.1186/s13018-019-1415-3
23. Mao S,
Chen B, Zhu Y, Qian L, Lin J, Zhang X, et al. Cemented versus uncemented total hip replacement for femoral neck fractures
in elderly patients: a retrospective, multicentre study with a mean 5-year
follow-up. J Orthop
Surg Res 2020;15(1):447. https://doi.org/10.1186/s13018-020-01980-4
24. Ritter
MA, Zhou H, Keating CM, Keating EM, Faris PM, Meding JB, et al. Radiological factors influencing femoral
and acetabular failure in cemented Charnley total hip
arthroplasties. J Bone Joint Surg Br 1999;81(6):982-6. https://doi.org/10.1302/0301-620x.81b6.9634
25. Takaoka Y, Goto K, Tamura J, Okuzu
Y, Kawai T, Kuroda Y, et al. Radiolucent lines do not affect the longevity of
highly cross-linked polyethylene cemented components in total hip arthroplasty.
Bone Joint J 2021;103-B(10):1604-10. https://doi.org/10.1302/0301-620X.103B10.BJJ-2020-2298.R2
26. Barrack
R, Mulroy R, Harris H. Improved cementing techniques
and femoral component loosening in young patients with hip arthroplasty: A
12-year radiographic review. J Bone Joint
Surg Br 1992;74-B(3):385-9.
https://doi.org/10.1302/0301-620X.74B3.1587883
27.
Beckenbaugh R, Ilstrup D. Total hip arthroplasty: A review of three
hundred and thirty-three cases with long follow-up. J Bone Joint Surg Am 1978;60:306-13. PMID: 649633
28.
Dunbar MJ. Cemented femoral fixation: the North
Atlantic divide. Orthopedics 2009;32(9):662-5.
https://doi.org/doi.org/10.3928/01477447-20090728-07
29. Donaldson
AJ, Thomson HE, Harper NJ, Kenny NW. Bone cement implantation syndrome. Br J Anaesth
2009;102(1):12-22. https://doi.org/10.1093/bja/aen328
30.
Garabano G, Pesciallo CA, Perez Alamino L, Ernst G, Del Sel H. Bipolar
hemiarthroplasty in unstable intertrochanteric fractures in elderly patients. The
predictive value of the Charlson Comorbidity Index in
1-year mortality. J Clin Orthop Trauma 2021;25:101743. https://doi.org/10.1016/j.jcot.2021.101743
31.
Garabano G, Perez Alamino L, Rodriguez J, Del Sel H, Lopreite F,
Pesciallo CA. Pre-fracture ambulation capacity, Charlson
comorbidity index, and dementia as predictors of functional impairment after
bipolar hemiarthroplasty for unstable intertrochanteric fracture. A
retrospective analysis in 158 octogenarian patients. J Clin Orthop
Trauma 2023;40:102163.
https://doi.org/10.1016/j.jcot.2023.102163
32. Espehaug B, Furnes
O, Havelin LI, Engesaeter
LB, Vollset SE. The type of cement and failure of
total hip replacements. J Bone Joint Surg Br 2002;84(6):832-8. https://doi.org/10.1302/0301-620x.84b6.12776
33.
Hailer NP, Garellick
G, Kärrholm J. Uncemented
and cemented primary total hip arthroplasty in the Swedish Hip Arthroplasty
Register. Acta Orthop 2010;81(1):34-41. https://doi.org/10.3109/17453671003685400
34.
Kam DC, Gardeniers JW,
Veth RP, Schreurs BW. Good
results with cemented total hip arthroplasty in patients between 40 and 50
years of age. Acta Orthop 2010;81(2):165-70. https://doi.org/10.3109/17453671003717831
ORCID de G. Garabano: https://orcid.org/0000-0001-5936-0607
ORCID de A. X. Maya Nieto:
https://orcid.org/0000-0003-1297-6249
ORCID de L. Pérez Alamino:
https://orcid.org/0000-0002-1563-6947
ORCID de C. Á. Pesciallo:
https://orcid.org/0000-0002-4461-8465
Recibido el 28-12-2023.
Aceptado luego de la evaluación el 23-7-2024 • Dr. Andrés Juri • andresijuri@gmail.com • https://orcid.org/0009-0007-7355-8362
Cómo citar este artículo: Garabano G, Pérez Alamino L,
Juri A, Maya Nieto AX, Pesciallo CÁ. Impacto del origen del cemento quirúrgico
en pacientes con fractura de cadera tratados con artroplastia. Estudio
comparativo de 153 pacientes. Rev Asoc
Argent Ortop Traumatol 2024;89(5):470-478. https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2024.89.5.1869
Información del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2024.89.5.1869
Fecha de publicación: Octubre, 2024
Conflicto de intereses: Los autores no declaran conflictos de
intereses.
Copyright: © 2024, Revista de la
Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología.
Licencia: Este artículo está bajo una
Licencia Creative Commons
Atribución-No Comercial-Compartir Obras Derivadas Igual 4.0 Internacional.
(CC-BY-NC-SA 4.0)