EDITORIAL
La importancia de la certificación en
la formación en Ortopedia y Traumatología
Federico D. Sartor
Presidente
del Comité de Residencias y Sistemas Equivalentes en Ortopedia y Traumatología
El Comité de Residencias de la
Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología (AAOT) se ocupa de todo lo
referido a los residentes en la especialidad. Entre las diversas actividades
que lleva adelante (Congreso, jornadas, CIROT, torneos de fútbol, entre otras),
supervisa la formación de médicos residentes en esta especialidad y sus
subespecialidades. También se han incorporado residentes por medio de un
subcomité, involucrándose en diversas actividades del Comité. Estos certámenes
y competencias favorecen la relación entre miembros de cada residencia y
también mejoran los vínculos entre distintas residencias. Todo esto sin dejar
de lado la función de evaluar y acreditar residencias, fundamental para
garantizar la calidad y la competencia en el campo traumatológico de los futuros especialistas, esto requiere una
estructura bien definida y evaluaciones periódicas.
La formación en Ortopedia y Traumatología generalmente dura cuatro años,
aunque algunos programas pueden extenderse a cinco. Además, muchos médicos
optan por continuar su formación en subespecialidades a través de programas
avanzados. En lugar del término “fellow”, el Comité propone utilizar
“residencia postbásica” o “formación postresidencia” para este tipo de
programas. La sumatoria de las dos etapas puede llevar hasta seis o siete años.
Si a esto le agregamos la duración de la carrera de medicina (6 o 7 años),
tenemos entre 12 y 14 años de formación para un profesional joven hasta que
puede insertarse en el mercado laboral. Si se compara con otras profesiones, el
tiempo que invierte un profesional en formarse es, por lo menos, extenso.
Hace varios años, el Comité de Residencias desarrolló, en colaboración
con el Ministerio de Salud y otras organizaciones, un marco de referencia para
los programas de formación en Ortopedia y Traumatología. Este marco, junto con
otro para las residencias postbásicas elaborado con las sociedades subsidiarias
de la AAOT, establece los requisitos mínimos y define las zonas de
funcionamiento para estas residencias. Estos marcos de referencia permiten
cierta flexibilidad a los responsables de los programas, pero establecen
requisitos mínimos indispensables para ser considerados como residencias
acreditadas.
El Comité de Residencias tiene la función crucial de realizar visitas y
evaluaciones periódicas a las residencias en Ortopedia y Traumatología, una
tarea que, a pesar de sus desafíos logísticos y económicos, se lleva a cabo de
manera continua, desde hace muchos años. En estas visitas, se evalúan los
requerimientos mínimos, acreditando o no las residencias. Este acto no es un
mero trámite administrativo; es una evaluación sobre la capacidad del centro
solicitante para formar esa cantidad de profesionales, teniendo en cuenta las
actividades quirúrgica y académica, y también las condiciones físicas del
centro de formación. Este Comité ha dejado de acreditar centros de formación
por no cumplir con los requerimientos mínimos o ha solicitado la reducción de
la cantidad de vacantes ofrecidas por año.
A pesar de estas dificultades, el proceso de
evaluación y posterior acreditación de las residencias por parte de la AAOT y
del Ministerio de Salud es beneficioso para todas las partes involucradas. El
evaluador obtiene información directa de residentes de todo el país, lo cual es
útil para identificar problemáticas no registradas previamente, orientar nuevas
actividades y divulgar las existentes. La AAOT recibe información actualizada
sobre los residentes en formación en cada centro y fortalece su presencia a
nivel nacional. La residencia evaluada obtiene una perspectiva externa valiosa,
identificando oportunidades de mejora y cambio. Los residentes evaluados tienen
la oportunidad de expresar sus dificultades, que incluyen denuncias de maltrato
físico y laboral, que, de otro modo, podrían quedar sin atención.
Con esta información, desde el Comité, pudimos realizar el primer censo
de vacantes para residencias de 1.er año. Ahora sabemos que se ofrecieron en
2022, 346 cargos en 140 centros. En lo personal, he visto cómo las residencias
mejoran tras cada evaluación, utilizando las sugerencias del Comité como hoja
de ruta.
Los procesos de formación son dinámicos y evolucionan con el tiempo;
muchas veces, responden a los cambios de las personas que los dirigen o la
idiosincrasia de la institución de la que forman parte. También deben responder
a la aparición de nuevas tecnologías y modificaciones de órdenes establecidos,
el auge de la formación remota y asincrónica es una de ellas. Es esencial que
estos procesos sean evaluados, mejorados y cuestionados si es necesario; ¿es
necesario formarse durante 15 años para poder brindar una atención médica de
calidad? La acreditación del proceso formativo, tanto en nivel básico como en
nivel postbásico, es un camino para asegurar una educación médica de alta
calidad.