REVISIÓN SISTEMÁTICA
Manejo
farmacológico de la pérdida ósea en pacientes con espondilodiscitis. Revisión
sistemática
Pedro L. Bazán,*
Ricardo Cepeda Jordan,** Gilmar
Hernández Molina,# José L. Mansur##
*Unidad de Patología Espinal,
Servicio de Ortopedia y Traumatología, Hospital Interzonal General de Agudos
“General San Martín”, La Plata, Buenos Aires, Argentina
**Servicio de Ortopedia y
Traumatología, Hospital Regional de Vélez, Santander, Colombia
#Servicio de Ortopedia y
Traumatología, Hospital Militar Bogotá, Colombia
##Centro de Endocrinologia y
Osteoporosis, La Plata, Buenos Aires, Argentina
RESUMEN
Introducción: El defecto óseo lítico es una
consecuencia devastadora y muy frecuente del paciente con espondilodiscitis, y
es responsable del colapso y la inestabilidad.
En la actualidad, no existe una pauta para el manejo farmacológico. Objetivo:
Revisar la evidencia científica publicada sobre el tratamiento farmacológico de
la pérdida ósea secundaria a espondilodiscitis. Materiales y Métodos: Se realizó una búsqueda sistemática en bases de datos de
referencia médica para hallar estudios sobre el uso de teriparatida, romosozumab o denosumab en pacientes con
defecto lítico asociado a espondilodiscitis piógena, tuberculosis vertebral. Resultados: En dos artículos, se comunicó la mejoría de la densidad
mineral y la formación osteoblástica con el uso de teriparatida en pacientes
con defecto óseo u osteoporosis asociada a infección vertebral; las reacciones
adversas fueron escasas, no hubo interacción con los antibióticos, y uno de
ellos cuando se complementó con romosozumab. Un tercer artículo informó mejoría
en los osteoblastos infectados. Asimismo, los bifosfonatos y el denosumab
provocaron malos resultados y empeoraron la infección. Conclusiones: El uso de fármacos anabólicos, como teriparatida y
romosozumab, promete ser una excelente opción para el tratamiento de la pérdida
ósea y la osteoporosis severa en casos de infección vertebral, con escasas
reacciones adversas. Se requieren estudios clínicos para verificarlo.
Palabras clave: Discitis; espondilodiscitis; pérdida
ósea; tuberculosis; teriparatida; bifosfonatos; denosumab.
Nivel de Evidencia: III
Pharmacological
Management of Bone Loss in Patients with Spondylodiscitis: A Systematic Review
ABSTRACT
Introduction: Lytic bone
defects are a common and devastating consequence of spondylodiscitis, often
leading to vertebral collapse and spinal instability. Currently, there are no
established guidelines for pharmacological management of this condition in
conjunction with antibiotic therapy. Objective: To review the
existing scientific evidence on the pharmacological treatment of bone loss
secondary to spondylodiscitis. Materials and
Methods: A systematic search was conducted in major medical
databases to identify studies evaluating the use of teriparatide,
romosozumab, or denosumab
in patients with lytic bone defects associated with pyogenic spondylodiscitis
or Pott’s disease. Results: Two studies
reported improved bone mineral density and enhanced osteoblastic activity
following the use of teriparatide in patients with
bone loss or osteoporosis associated with vertebral infection. Adverse
reactions were minimal, and no interactions with antibiotic therapy were
observed. In one of the studies, treatment was supplemented with romosozumab. A third study demonstrated improved outcomes
in infected osteoblasts. Conversely, the use of bisphosphonates and denosumab was associated with poor outcomes and worsening
of the infection. Conclusions: Anabolic
agents such as teriparatide and romosozumab
appear to be promising options for managing bone loss and severe osteoporosis
in the context of vertebral infections, with a favorable
safety profile. However, clinical trials are needed to confirm their efficacy.
Keywords: Discitis;
spondylodiscitis; bone loss; tuberculosis; teriparatide;
bisphophonates; denosumab.
Level of Evidence: III
INTRODUCCIÓN
La espondilodiscitis
es una infección que se localiza en el disco intervertebral y las vértebras
adyacentes, puede provocar una pérdida ósea importante y, de forma secundaria,
inestabilidad en la columna vertebral.1 Su
incidencia, pese a que es baja (0,2-2,4/100.000 habitantes en los países
occidentales) ha aumentado en los últimos 20 años, debido a la prolongación de
la expectativa de vida y al incremento de las comorbilidades, esto causó
consecuencias devastadoras para los pacientes, el sistema económico e incluso
la mortalidad.2
El compromiso infeccioso está relacionado
con una osteólisis avanzada, asociada a destrucción vertebral, inestabilidad,
dolor, gran discapacidad y severos trastornos neurológicos, en algunos casos.3-5
Hasta el
momento, se han implementado diversos tratamientos para la espondilodiscitis,
como reposo en cama, antibióticos y alternativas quirúrgicas en casos de inestabilidad
o déficit neurológico de la columna vertebral; sin embargo, aún no existe un
tratamiento farmacológico para la destrucción vertebral y el defecto óseo.6 Por otra parte, hay una cantidad importante de
pacientes con infección espinal y osteoporosis subclínica no tratada, cuya
asociación aún no ha sido estudiada.2
Si bien el estudio de referencia para el diagnóstico de la osteoporosis es la
medición de la densidad mineral ósea por densitometría, hoy en día, es posible
determinar si hay osteoporosis cuantificando las unidades Hounsfield (UH) por
tomografía computarizada.7-10
La teriparatida,
un análogo de la hormona paratiroidea (1-34-PTH), es un anabólico que induce la
proliferación osteoblástica y que, en la actualidad, tiene múltiples funciones
no solo en el manejo de la osteoporosis, sino también en la prevención de
complicaciones y la planificación de la cirugía espinal.11-20 Por esta razón, parece ser un
medicamento prometedor en el manejo del defecto óseo asociado a una infección
espinal.
El objetivo de este estudio fue revisar la
evidencia científica actual relacionada con el uso de fármacos anabólicos y
anticuerpos monoclonales en pacientes con espondilodiscitis, con el fin de
recomendarlos o no, para aquellos con pérdida ósea u osteoporosis asociadas a
la infección.
MATERIALES Y MÉTODOS
Este estudio se llevó a cabo de acuerdo con
la declaración PRISMA 2020 (Preferred
Reporting Items for Systematic reviews and Meta-Analysis).
Fuentes y búsqueda de datos
Se realizó una búsqueda bibliográfica sistemática,
en idioma inglés, desde enero de 2009 hasta marzo de 2023, en las bases de
datos PubMed, Cochrane, LILACS y SciELO, con los términos MeSH:
(((teriparatide) OR (Romosozumab)) AND (((spine) OR (infection)) OR
(spondylodisctis))) AND ((bone defect) OR (bone loss)). Se tomaron resultados
por año, disponibilidad de texto, atributo de artículo, tipo de artículo y
fecha de publicación.
Criterios de elegibilidad
Se seleccionaron estudios analíticos,
ensayos clínicos aleatorizados, revisiones sistemáticas, narrativas y reportes
de casos. Dentro de los criterios de inclusión, se seleccionaron estudios sobre
el uso de fármacos, como teriparatida, romosozumab o denosumab, en el
tratamiento del defecto óseo asociado a una infección espinal tanto en seres humanos
como en animales y estudios que relacionaban osteoporosis en pacientes con
espondilodiscitis.
Criterios de exclusión
Se excluyeron los artículos sobre el manejo
de la osteoporosis o un defecto óseo no asociados a espondilodiscitis o
tuberculosis vertebral o que incluían pacientes con osteoporosis secundaria a
otras causas, como enfermedad renal crónica, artritis reumatoide y otras
afecciones metabólicas, endocrinas e inmunológicas. Además, se descartaron
estudios duplicados, no publicados, libros, cartas y otros documentos.
RESULTADOS
La búsqueda inicial arrojó 396 artículos
entre 2009 y 2023 en PubMed, 0 en Cochrane, SciELO y LILACS. Al continuar el
proceso de selección en PubMed, 375 artículos tenían el texto completo y
estaban en inglés. Se descartaron libros, documentos, resúmenes, artículos
duplicados, no publicados, editoriales, reportes técnicos y citas. Se
obtuvieron 207 estudios. Se realizó una segunda revisión luego de leer los
títulos y los resúmenes de cada uno y se descartaron 199 estudios no
pertinentes para el tema de la investigación, por incluir pacientes con
osteoporosis secundaria a enfermedad endocrina, autoinmune, renal o metabólica,
además de pacientes con osteoporosis que recibían anabólicos o antirresortivos,
pero no en el contexto de una infección vertebral. Se identificaron 8 artículos
que relacionaban osteomielitis o espondilodiscitis con osteoporosis o pérdida
ósea. Uno se descartó, porque no se trataba de espondilodiscitis; otro, porque
relacionaba denosumab como factor de riesgo de infección en pacientes con baja
densidad mineral ósea, pero no espondilodiscitis, otro, por ser un artículo de
revisión de la infección del sitio quirúrgico y otro, por estar relacionado
únicamente con el manejo de la osteonecrosis por fármacos antirresortivos con
citocinas proinflamatorias. Finalmente se seleccionaron 4 artículos: 2 que
relacionaban anabólicos en el defecto óseo en pacientes con espondilodiscitis,
uno sobre la respuesta de la teriparatida frente a isoniazida y rifampicina, y
otro acerca del diagnóstico de la osteoporosis en pacientes con
espondilodiscitis (Tabla).
Análisis de los datos
La revisión mostró que la bibliografía sobre
el tema es escasa. Hasta este momento, no se encontraron ensayos clínicos
aleatorizados o estudios de alta evidencia.
El primer trabajo registrado data de 2014,
Shinohara y cols. administraron 56,5 µg de
teriparatida, por semana, a un paciente de 78 años, diabético con
espondilodiscitis y destrucción ósea secundaria en T11. Analizaron la densidad
mineral ósea con densitometría a las 3, 6 y 12 semanas, y detectaron un aumento
del 17,6% de la densidad mineral ósea desde la tercera semana de la
administración y mejor resolución del proceso infeccioso a las 8 semanas. Los
efectos adversos fueron náuseas y cefalea. Recomiendan iniciar la
administración de teriparatida en estos pacientes.6
En 2020, Bettag y
cols. analizaron, de forma retrospectiva, a 200
pacientes con espondilodiscitis operados con instrumentación posterior, al año
de la cirugía. El 5% tenía diagnóstico previo de osteoporosis y había recibido
tratamiento farmacológico. Al cuantificar las UH por tomografía computarizada,
observaron que el 41% (81 pacientes) tenía osteoporosis que no había sido
diagnosticada. Al comparar las dos poblaciones con osteoporosis y sin este
cuadro, aquellos con UH <110 tuvieron una tasa más alta de revisión y
aflojamiento del material. Los autores recomiendan cuantificar las UH en
pacientes con espondilodiscitis y osteoporosis asociada, además de iniciar el
manejo farmacológico temprano con anabólicos, como teriparatida, dado el alto
número de complicaciones, como fracturas, aflojamiento del implante, entre
otros.2
En 2021, Ohnishi y
cols. administraron teriparatida a una paciente con
espondilodiscitis, osteólisis severa y fractura de L3. Comenzó un tratamiento
anabólico con teriparatida que debió suspender a causa de un exantema.
Posteriormente se fijó T12 a L5. La paciente tuvo una infección del sitio
quirúrgico a las 6 semanas de suspender el fármaco y un aumento de la osteólisis;
por tal motivo, comenzó con romosozumab y la respuesta fue adecuada, con
formación de puentes óseos a las 6 semanas y curación completa de la infección.1
Por último, Lee y cols., en 2022, observaron
un aumento séptuple (705%) de la fosfatasa alcalina y la actividad
osteoblástica a los 28 días (p <0,0031) de administrar teriparatida 400
ng/ml, cada 48 h, por 7 días, junto con isoniazida y rifampicina, contra
células MG-63 con tuberculosis vertebral; además, la infección estaba
erradicada a los 7 días. No se produjeron reacciones adversas ni disminuyó la
eficacia de los antibióticos.21
DISCUSIÓN
El defecto óseo y la baja densidad mineral
asociados a una infección vertebral representan un enorme reto para el cirujano
espinal, dado por pérdidas irreparables, alteración funcional, dolor y más
intervenciones quirúrgicas para los pacientes, con un gran impacto económico.1 El proceso infeccioso se manifiesta
rápidamente con una lisis severa y destrucción ósea acelerada.22
En estudios moleculares, la infección
suprime el proceso de osteoblastogénesis y aumenta la actividad osteoclástica a
través de la liberación en macrófagos y linfocitos de citocinas
proinflamatorias, como el factor de necrosis tumoral alfa, interleucina B e
interleucina 6, que se unen al ligando RANKL con el receptor RANK.23-28 Por otra parte, la pérdida ósea no
solo está asociada al mecanismo de la bacteria y a la respuesta inflamatoria,
sino también al reposo prolongado en cama y la falta de actividad física.29
En la actualidad, no hay consenso sobre el
uso de fármacos osteoformadores en pacientes con infección.1 Estos fármacos se han utilizado para el
manejo de la osteoporosis en pacientes con osteomielitis, no solo vertebral,
sino también en otras regiones óseas, como fémur y tibia, esto con el fin de
evitar la reabsorción osteoclástica y así disminuir la destrucción vertebral.30 En el laboratorio, se analizaron dos
grupos grandes de medicamentos: los anabólicos, entre los cuales, los más
utilizados son la teriparatida y el romosozumab, y los antirresortivos que
comprenden los bifosfonatos y el denosumab.
La teriparatida,
un análogo de la hormona paratiroidea, es un anabólico cuyas funciones son
inhibir la actividad osteoclástica, pero, a su vez, estimular la formación
ósea: un efecto a favor respecto a los antirresortivos que inhiben la
reabsorción, pero, por otro lado, suprimen la osteogénesis y el recambio óseo.1
Cada vez hay más evidencia científica que
relaciona la osteonecrosis del maxilar desde el punto de vista histológico como
la primera manifestación de una infección.31,32 Se han comunicado diferentes infecciones
asociadas al uso de antirresortivos. Curiosamente, la teriparatida es el
medicamento de elección por sus propiedades osteoformadoras para tratar la
necrosis del maxilar.33,34
Por otra parte, la bibliografía es muy escasa respecto a su uso en pacientes
con un defecto óseo asociado a una infección, solo hay algunos reportes de
caso. Sin embargo, los resultados fueron buenos en pacientes con artroplastia
de cadera infectada, artritis séptica del codo y seudoartrosis infectada de
tibia, sin empeorar la infección.35-37
El romosozumab es
un anticuerpo monoclonal que inhibe la unión de la esclerotina a receptores de
lipoproteínas de baja densidad (LRP-5) y (LRP-6), aumentando los niveles de β-catenina
en el osteoclasto, lo cual favorece la supresión de la reabsorción ósea y
activa la osteoformación.38
Respecto a los antirresortivos,
el denosumab es un anticuerpo monoclonal que inhibe el precursor del
osteoclasto en la célula madura mediante el bloqueo del RANKL. A pesar de sus
efectos positivos para la osteoporosis,39
en varios ensayos clínicos, se han observado eventos infecciosos, como
celulitis, erisipela, infección del sitio quirúrgico, infección urinaria y
gastrointestinal.40,41 Catton y cols.,
en un metanálisis de 20.470 pacientes y 24 ensayos clínicos controlados,
observaron un aumento importante de la tasa de infección (riesgo relativo 1,11;
intervalo de confianza del 95%, 1,02-1,20; p = 0,02) en pacientes con baja
densidad mineral ósea que recibían denosumab,42
esto ha permitido concluir en que podría ser una mala alternativa en pacientes
con espondilodiscitis al empeorar el cuadro infeccioso. Se requieren más
estudios para clarificar esta información.
Los bifosfonatos
son fármacos análogos de los pirofosfatos que se unen a la hidroxiapatita de la
superficie ósea. Se dividen en nitrogenados y no nitrogenados. Se ha demostrado
la apoptosis del osteoclasto con los primeros y los segundos son los que más se
utilizan en casos de pérdida ósea.43
Sin embargo, la molécula nitrogenada permite un mayor anclaje de bacterias a la
superficie ósea y, por ende, refleja el empeoramiento del cuadro infeccioso.
Asimismo, se los ha relacionado con eventos inflamatorios gestores de
osteomielitis. Como conclusión, no se recomienda su administración en casos de
osteomielitis vertebral, ya que, a pesar de mejorar la reabsorción ósea, se
asocian a un empeoramiento del cuadro infeccioso.44,45
La primera línea de manejo para la
espondilodiscitis es el tratamiento conservador con antibióticos y analgésicos.
Desde el principio, la infección tiene un componente lítico que evoluciona al
defecto óseo, la destrucción vertebral y la inestabilidad, con repercusiones
neurológicas en algunos pacientes.1,6,21 En estos casos, la cirugía ofrece la
mejor alternativa para el manejo, pero se condena al fracaso ante el progreso
de la osteólisis y falla del implante en pacientes sin manejo osteoformador,
esto provoca reintervenciones quirúrgicas que ponen en riesgo la vida y no favorecen
la industria.
Por tal motivo, se recomienda, además,
cuantificar las UH por tomografía computarizada en la planificación espinal con
el fin de disminuir las complicaciones.2
Respecto a las reacciones adversas,
Shinohara y cols., y Onishi y cols., en sus series de casos, registraron
eventos leves, como exantema, cefalea, náuseas y vómitos causados por los
anabólicos, que fueron fáciles de manejar y no repercutieron en el tratamiento
antibiótico, la resolución de la infección ni en el estado de salud de los
pacientes. Por el contrario, identificaron signos de formación ósea temprana
hacia la tercera semana.1,6
Además de la espondilodiscitis
piógena, Lee y cols. ratificaron el efecto
osteoformador de la teriparatida en un caso de espondilodiscitis por tuberculosis
con destrucción vertebral, sin reacciones adversas ni interacción
medicamentosa.21
Uno de los antibióticos que más se ha usado
en el manejo de la infección vertebral es la vancomicina, que ha causado
efectos negativos de citotoxicidad en el osteoblasto.46 Tsuji y cols. resaltaron
el efecto protector de la teriparatida, luego de administrar 7,5 µg, en 24
horas, a células cultivadas de suero bovino con infección espinal, se logró
disminuir la citotoxicidad de la vancomicina.47
Aún no están definidos la dosis ni el
intervalo de administración de estos anabólicos. Lo cierto es que se inició el
tratamiento en la fase aguda de la infección, y se obtuvieron signos de
osteoformación acelerada en las primeras 3 semanas. Esta, a su vez, aumentó a
las 6 semanas y 3 meses en los casos registrados1,6,21 y con una dosis de 56 µg semanal, en el
estudio de Shinohara y cols.6
Las limitaciones del estudio son: la falta
de ensayos clínicos controlados para determinar una guía e intervalo adecuados
de administración de la teriparatida y el romosozumab; las muestras pequeñas de
pacientes; la evaluación adecuada de la relación costo-efectividad de la
teriparatida y el romosozumab; la medición de las UH por tomografía
computarizada es un método no estandarizado en la población médica y la falta
del concepto multidisciplinario de infectología y endocrinología.
CONCLUSIONES
De acuerdo con la escasa bibliografía
actual, la teriparatida y el romosozumab parecen ser excelentes opciones en el
manejo del defecto óseo y la osteoporosis severa del paciente con
espondilodiscitis, causan pocas reacciones adversas y no hay interacción
medicamentosa. No se recomienda el uso de antirresortivos por el riesgo de
empeoramiento de la infección.
Se requieren estudios clínicos y de mayor
evidencia para recomendar su uso en la práctica clínica.
BIBLIOGRAFÍA
1.
Ohnishi T, Ogawa Y, Suda
K, Komatsu M. Molecular targeted therapy for the bone loss secondary to
pyogenic spondylodiscitis using medications for osteoporosis: A literature
review. Int J Mol Sci 2021;22(9):4453. https://doi.org/10.3390/ijms22094453
2.
Bettag C, Abboud T, von der Brelie C. Do we
underdiagnose osteoporosis in patients with pyogenic spondylodiscitis? Neurosurg Focus 2020;49 (2):E16. https://doi.org/10.3171/2020.5.FOCUS20267
3.
Yurube T, Han
I, Sakai D. Concepts of regeneration for spinal diseases in 2021. Int J Mol Sci 2021;22(16):8356. https://doi.org/10.3390/ijms22168356
4.
Nickerson EK, Sinha R. Vertebral osteomyelitis
in adults: an update. Br Med
Bull 2016;117(1):121-38. https://doi.org/10.1093/bmb/ldw003
5. Pourtaheri S, Issa
K, Stewart T, Shafa E, Ajiboye
R, Buerba RA, et al. Comparison of instrumented and noninstrumented surgical treatment of severe vertebral
osteomyelitis. Orthopedics
2016;39(3):e504-e508. https://doi.org/10.3928/01477447-20160427-07
6.
Shinohara A, Ueno Y, Marumo
K. Weekly teriparatide therapy rapidly accelerates
bone healing in pyogenic spondylitis with severe osteoporosis. Asian Spine J 2014;8(4):498-501.
https://doi.org/10.4184/asj.2014.8.4.498
7.
Bazán PL, Cepeda R, Medina JR, Godoy A, Soria J, et al. Use of
the hounsfield units in the
spinal surgery planning. systematic review and
meta-analysis. Coluna/Columna 2022;21(3):e264579. https://doi.org/10.1590/S1808-185120222103264579
8. St Jeor
JD, Jackson TJ, Xiong AE, Freedman BA, Sebastian AS,
Currier BL, et al. Average lumbar Hounsfield units predict osteoporosis-related
complications following lumbar spine fusion. Global Spine J 2022;12(5):851-7. https://doi.org/10.1177/2192568220975365
9.
Kim KJ, Kim DH, Lee JI, Choi BK, Han IH, Nam KH. Hounsfield
units on lumbar computed tomography for predicting regional bone mineral
density. Open Med (Wars) 2019;14:545-51. https://doi.org10.1515/med-2019-0061
10.
Choi MK, Kim SM, Lim JK. Diagnostic efficacy of
Hounsfield units in spine CT for the assessment of real bone mineral density of
degenerative spine: correlation study between T-scores determined by DEXA scan
and Hounsfield units from CT. Acta Neurochir 2016;158(7):1421-7. https://doi.org/10.1007/s00701-016-2821-5
11. Tsai SHL,
Chien RS, Lichter K, Alharthy R, Alvi MA, Goya A, et
al. Teriparatide and bisphosphonate use in
osteoporotic spinal fusion patients: a systematic review and meta-analysis. Arch Osteoporos
2020;15(1):158. https://doi.org/10.1007/s11657020-00738-z
12.
Bryant JP, Perez-Roman RJ, Burks SS, Wang MY. Antiresorptive and anabolic medications used in the
perioperative period of patients with osteoporosis undergoing spine surgery:
their impact on the biology of fusion and systematic review of the literature. Neurosurg Focus 2021;50(6):1-11. https://doi.org/10.3171/2021.3.FOCUS201049
13.
Fatima N, Massaad E, Hadzipasic M, Shankar GM, Shin JH. Assessment of the
efficacy of teriparatide treatment for osteoporosis
on lumbar fusion surgery outcomes: a systematic review and meta-analysis. Neurosurg Rev 2021;44(3):1357-70.
https://doi.org/10.1007/s10143-020-01359-3
14.
Chaudhary N, Lee JS, Wu JY, Tharin
S. Evidence for use of teriparatide in spinal fusion
surgery in osteoporotic patients. World Neurosurg 2017;100:551-6. https://doi.org/10.1016/j.wneu.2016.11.135
15.
Oba H, Takahashi J, Yokomichi H, Hasegawa T, Ebata S, Mukaiyama K, et
al. Weekly teriparatide versus
bisphosphonate for bone union during 6 months after multi-level lumbar
interbody fusion for osteoporotic patients: A multicenter,
prospective, randomized study. Spine (Phila PA 1976) 2020;45(13):863-71. https://doi.org/10.1097/BRS.0000000000003426
16.
Ebata S, Takahashi J, Hasegawa T, Mukaiyama K, Isogai Y, Ohba T, et al. Role of
weekly teriparatide administration in osseous union
enhancement within six months after posterior or transforaminal
lumbar interbody fusion for osteoporosis-associated lumbar degenerative
disorders: A multicenter, prospective randomized
study. J Bone Joint Surg Am 2017;99(5):365-72. https://doi.org/10.2106/JBJS.16.00230
17.
Ohtori S, Inoue
G, Orita S, Yamauchi K, Eguchi
Y, Ochiai N, et al. Teriparatide
accelerates lumbar posterolateral fusion in women with postmenopausal
osteoporosis: prospective study. Spine (Phila PA 1976) 2012;37(23):E1464-8. https://doi.org/10.1097/BRS.0b013e31826ca2a8
18.
Seki S, Hirano N, Kawaguchi Y, Nakano M, Yasuda T, Suzuki K, et al. Teriparatide versus low-dose
bisphosphonates before and after surgery for adult spinal deformity in female
Japanese patients with osteoporosis. Eur Spine
J 2017;26(8):2121-7. https://doi.org/10.1007/s00586-017-4959-0
19.
Kim JW, Park SW, Kim YB, Ko MJ. The effect of postoperative use of teriparatide reducing screw loosening in osteoporotic
patients. J Korean Neurosurg Soc 2018;61(4):494-502. https://doi.org/10.3340/jkns.2017.0216
20.
Ohtori S, Inoue
G, Orita S, Yamauchi K, Eguchi
Y, Ochiai N, et al. Comparison of teriparatide
and bisphosphonate treatment to reduce pedicle screw loosening after lumbar
spinal fusion surgery in postmenopausal women with osteoporosis from a bone
quality perspective. Spine (Phila PA 1976) 2013;38(8):E487-92. https://doi.org/10.1097/BRS.0b013e31828826dd
21. Lee S, Seo YJ, Choi JY, Che X, Kim HJ, Eum SY, et al. Effect of teriparatide
on drug treatment of tuberculous spondylitis: an experimental study. Sci Rep 2022;12(1):21667. https://doi.org/10.1038/s41598-022-25174-6
22.
Shousha M, Boehm
H. Surgical treatment of cervical spondylodiscitis: A review of 30 consecutive
patients. Spine (Phila PA) 2012;37(1):E30-E36. https://doi.org/10.1097/brs.0b013e31821bfdb2
23.
Yang J, Tang R, Yi J, Chen Y, Li X, Yu T, et al.
Diallyl disulfifide
alleviates inflammatory osteolysis by suppressing osteoclastogenesis via NF-κB-NFATc1 signal pathway. FASEB J 2019;33(6):7261-73. https://doi.org/10.1096/fj.201802172r
24.
Komine M, Kukita A, Kukita T, Ogata Y, Hotokebuchi T, Kohashi O. Tumor necrosis factor-alpha cooperates with receptor
activator of nuclear factor kappaB ligand in
generation of osteoclasts in stromal cell-depleted rat bone marrow cell
culture. Bone 2001;28(5):474-83. https://doi.org/10.1016/s8756-3282(01)00420-3
25.
Kitaura H,
Kimura K, Ishida M, Kohara H, Yoshimatsu
M, Takano-Yamamoto T. Immunological reaction in TNF-α-mediated osteoclast formation and bone
resorption in vitro and in vivo. Clin Dev Immunol 2013:2013:181849. https://doi.org/10.1155/2013/181849
26.
Ruscitti P, Cipriani P, Carubbi F, Liakouli V, Zazzeroni F, di Benedetto
P, et al. The role of IL-1β in the bone loss during rheumatic diseases. Mediators Inflamm 2015:2015:782382. https://doi.org/10.1155/2015/782382
27. Jules J,
Zhang P, Ashley JW, Wei S, Shi Z, Liu J, et al. Molecular basis of requirement
of receptor activator of nuclear factor κB signaling for
interleukin 1-mediated osteoclastogenesis. J Biol Chem 2012;287(19):15728-38. https://doi.org/10.1074/jbc.m111.296228
28.
Yoshitake F, Itoh
S, Narita H, Ishihara K, Ebisu S. Interleukin-6 directly inhibits osteoclast
differentiation by suppressing receptor activator of NF-kappaB
signaling pathways. J Biol Chem 2008;283(17):11535-40.
https://doi.org/10.1074/jbc.M607999200
29.
Kim J, Jang SB, Kim SW, Oh JK, Kim TH. Clinical
effect of early bisphosphonate treatment for pyogenic vertebral osteomyelitis
with osteoporosis: An analysis by the Cox proportional hazard model. Spine J 2019;19(3):418-29.
https://doi.org/10.1016/j.spinee.2018.08.014
30.
Kong YY, Yoshida H, Sarosi I, Tan HL, Timms E, Capparelli C, et al. OPGL is a
key regulator of osteoclastogenesis, lymphocyte
development and lymph-node organogenesis. Nature 1999;397(6717):315-23. https://doi.org/10.1038/16852
31.
Khan AA, Morrison A, Hanley DA, Felsenberg D, McCauley LK, O’Ryan
F, et al. Diagnosis and management of osteonecrosis of the jaw: A systematic
review and international consensus. J Bone Miner Res 2015;30(1):3-23. https://doi.org/10.1002/jbmr.2405
32.
Hoefert S,
Schmitz I, Weichert F, Gaspar M, Eufifinger
H. Macrophages and bisphosphonate-related osteonecrosis of the jaw (BRONJ):
Evidence of local immunosuppression of macrophages in contrast to other
infectious jaw diseases. Clin Oral Investig 2015;19(2):497-508. https://doi.org/10.1007/s00784-014-1273-7
33. Lee JJ,
Cheng SJ, Jeng JH, Chiang CP, Lau HP, Kok SH. Successful treatment of advanced
bisphosphonate-related osteonecrosis of the mandible with adjunctive teriparatide therapy. Head
Neck 2011;33(9):1366-71. https://doi.org/10.1002/hed.21380
34.
Lau AN, Adachi JD. Resolution of osteonecrosis
of the jaw after teriparatide [recombinant human
PTH-(1-34)] therapy. J Rheumatol 2009;36(8):1835-7. https://doi.org/10.3899/jrheum.081176
35.
Mouyis M,
Fitz-Clarence H, Manson J, Ciurtin
C. Teriparatide: An unexpected adjunct for the
treatment of a long-standing infected elbow prosthesis prevented arm
amputation. Clin Rheumatol 2015;34(4):799-800. https://doi.org/10.1007/s10067-015-2909-y
36.
Nishikawa M, Kaneshiro S, Takami
K, Owaki H, Fuji T. Bone stock reconstruction for
huge bone loss using allograft-bones, bone marrow, and teriparatide
in an infected total knee arthroplasty. J Clin Orthop Trauma 2019;10(2):329-33. https://doi.org/10.1016/j.jcot.2018.03.004
37.
Rollo G, Luceri F, Falzarano G, Salomone C, Bonura EM, Popkov D, et al. Effectiveness
of teriparatide combined with the Ilizarov
technique in septic tibial non-union. Med Glas (Zenica) 2021;18(1):287-92. https://doi.org/10.17392/1280-21
38.
Chen Y, Alman A. Wnt pathway, an essential role in bone regeneration. J Cell Biochem 2009;106(3):353-62.
https://doi.org/10.1002/jcb.22020
39.
Ferrari-Lacraz S,
Ferrari S. Do RANKL inhibitors (denosumab) affect
inflammation and immunity? Osteoporos Int 2011;22(2):435-46. https://doi.org/10.1007/s00198-010-1326-y
40. Watts NB,
Roux C, Modlin JF, Brown JP, Daniels A, Jackson S, et
al. Infections in postmenopausal women with osteoporosis treated with denosumab or placebo: Coincidence or causal association? Osteoporos Int 2012;23:327-37. https://doi.org/10.1007/s00198-011-1755-2
41.
Toulis KA, Anastasilakis AD. Increased risk of serious infections in
women with osteopenia or osteoporosis treated with denosumab.
Osteoporos Int 2010;21:1963-4. https://doi.org/10.1007/s00198-009-1145-1
42.
Catton B, Surangiwala
S, Towheed T. Is denosumab
associated with an increased risk for infection in patients with low bone
mineral density? A systematic review and meta-analysis of randomized controlled
trials. Int J Rheum Dis 2021;24(7):1-11. https://doi.org/10.1111/1756-185X.14101
43. Gong L,
Altman RB, Klein TE. Bisphosphonates pathway. Pharmacogenet Genom 2011;21(1):50-3.
https://doi.org/10.1097/fpc.0b013e328335729c
44. Ganguli A, Steward C, Butler SL,
Philips GJ, Meikle ST, Lloyd AW, et al. Bacterial
adhesion to bisphosphonate coated hydroxyapatite. J Mater Sci Mater Med 2005;16(4):283-7. https://doi.org/10.1007/s10856-005-0625-x
45. Thompson
K, Freitag L, Styger U, Camenisch K, Zeiter S, Arens D, et al. Impact of low bone mass and antiresorptive therapy on antibiotic efficacy in a rat
model of orthopedic device-related infection. J Orthop Res
2021;39(2):415-45. https://doi.org/10.1002/jor.24951
46.
Eder C, Schenk S, Trififinopoulos
J, Külekci B, Kienzl M, Schildbsock S, et al. Does intrawound
application of vancomycin influence bone healing in spinal surgery? Eur Spine J 2016;25(4):1021e8. https://doi.org/10.1007/s00586-015-3943-9
47.
Tsuji KS, Kimura K, Tateda
K, Takahashi H. Protective effect of teriparatide
against vancomycin-induced cytotoxicity in osteoblasts. J Orthop Sci 2023;28(6):1384-91. https://doi.org/10.1016/j.jos.2022.09.018
ORCID de R. Cepeda
Jordan: https://orcid.org/0000-0002-4007-2610
ORCID de J. L. Mansur: https://orcid.org/0000-0002-8383-9543
ORCID de G. Hernández
Molina: https://orcid.org/0009-0008-0078-7890
Recibido
el 31-7-2024. Aceptado luego de la evaluación el 9-10-2024 • Dr.
Pedro L. Bazán • pedroluisbazan@gmail.com • https://orcid.org/0000-0003-0060-6558
Cómo
citar este artículo: Bazán PL, Cepeda Jordan R,
Hernández Molina G, Mansur JL. Manejo farmacológico de la pérdida ósea en
pacientes con espondilodiscitis. Revisión sistemática. Rev Asoc Argent Ortop Traumatol 2025;90(3):277-284.
https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2025.90.3.2008
Información del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2025.90.3.2008
Fecha de publicación: Junio, 2025
Conflicto de intereses: Los autores no declaran conflictos de
intereses.
Copyright: © 2025, Revista de la
Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología.
Licencia: Este artículo está bajo una
Licencia Creative Commons
Atribución-No Comercial-Compartir Obras Derivadas Igual 4.0 Internacional.
(CC-BY-NC-SA 4.0)