INVESTIGACIÓN CLÍNICA
¿Qué debería operar
primero? ¿La columna o la cadera?
Estudio basado en
encuestas sobre el orden del tratamiento para pacientes con trastornos
degenerativos concurrentes de la cadera y la columna
Pablo D. López,*
Santiago L. Iglesias,* Francisco J. Nally,**
Bartolomé L. Allende*
*Servicio de Ortopedia y
Traumatología, Sanatorio Allende, Córdoba, Argentina
**Traumatólogos asociados de Mar
del Plata, Argentina
RESUMEN
Introducción: Cuando los pacientes tienen
osteoartritis de cadera y enfermedad de la columna vertebral, y los síntomas de
ambos cuadros son lo suficientemente graves como para justificar la cirugía,
puede ser difícil decidir el orden óptimo de tratamiento.
Objetivo:
Determinar la preferencia y la justificación del orden del tratamiento en
pacientes con artrosis de cadera y 5 trastornos lumbares diferentes. Materiales
y Métodos: Estudio
basado en encuestas a especialistas de cadera y de columna sobre qué cuadro
operar primero en 5 escenarios clínicos de osteoartritis de cadera y 1) canal
estrecho lumbar con claudicación neurológica; 2) espondilolistesis lumbar de
bajo grado con dolor radicular; 3) hernia de disco lumbar con pérdida de la
fuerza muscular; 4) escoliosis lumbar
degenerativa con desequilibrio sagital; 5) hernia de disco toracolumbar con
mielopatía. Resultados:
El porcentaje de especialistas en cadera que recomendaron operar la cadera
primero fue del 45% para el escenario 1; 61% para el escenario 2; 20% para el
escenario 3; 71% para el escenario 4; 26% para el escenario 5. No hubo acuerdo
entre los cirujanos de ambas especialidades, ni siquiera entre los de la misma
especialidad, con un índice de concordancia kappa bajo en todos los casos. Conclusiones:
Como la concordancia dentro de cada especialidad es baja, en casos individuales
complejos, los cirujanos de columna y de cadera deben entablar una discusión
interdisciplinaria y desarrollar un concepto de terapia individualizada para
cada paciente, sobre todo cuando la enfermedad de columna es más compleja.
Palabras clave: Columna; cadera; encuesta.
Nivel de
Evidencia: IIb
Which Should
Be Operated on First—The Spine or the Hip? A
Survey-Based Study on Treatment Order in Patients with Concurrent Degenerative
Disorders of the Hip and Spine
ABSTRACT
Introduction: In patients
presenting with both hip osteoarthritis (OA) and spinal pathology, and where
symptoms from both conditions are severe enough to warrant surgical
intervention, determining the optimal order of treatment can be challenging. Objective: To identify surgeons’ preferences
and the rationale behind the treatment order in patients with hip OA and five
different lumbar spine disorders. Materials
and Methods: A survey-based study was conducted among hip and
spine specialists. Respondents were asked which condition they would operate on
first in five clinical scenarios involving hip OA combined with: 1) lumbar
spinal stenosis with neurogenic claudication, 2) low-grade lumbar
spondylolisthesis with radicular pain, 3) lumbar disc herniation with muscle
weakness, 4) degenerative lumbar scoliosis with sagittal imbalance, and 5)
thoracolumbar disc herniation with myelopathy.
Results: The percentage of hip specialists who recommended
addressing the hip first was: 45% for scenario 1, 61% for scenario 2, 20% for
scenario 3, 71% for scenario 4, and 26% for scenario 5. Among spine
specialists, those percentages were: 56%, 69%, 9%, 77%, and 16%, respectively.
There was no consistent agreement between specialists from different fields
--or even within the same specialty --as indicated by a low kappa
concordance index across all scenarios. Conclusions: Given the low level
of agreement among both hip and spine surgeons, interdisciplinary discussions
are essential when managing complex cases. An individualized treatment plan should
be developed for each patient, particularly when the spinal pathology is more
complex.
Keywords: Spine; hip;
survey.
Level of
Evidence: IIb
INTRODUCCIÓN
Los pacientes con osteoartritis sintomática
de la cadera, a menudo, sufren trastornos de la columna lumbar o toracolumbar
concomitantes.1,2
En estos pacientes con síntomas de la cadera y la columna, por lo general, la
prioridad del tratamiento está determinada por la gravedad y la ubicación de
los síntomas, las actividades de la vida diaria y la preferencia del enfermo.
Sin embargo, cuando los síntomas de ambos cuadros son lo suficientemente graves
como para justificar la cirugía, puede ser difícil decidir el orden óptimo del
tratamiento. Los pacientes con síntomas lumbares o fusión lumbar previa sufren
más complicaciones, como luxación, y están menos satisfechos después de la
artroplastia total de cadera (ATC).2,3 Por otro lado, un estudio sugirió que los
pacientes con síntomas lumbares y osteoartritis simultánea de la cadera
experimentan cierto alivio de los síntomas de la espalda después de la ATC y es
posible que no requieran una cirugía de columna.4
El objetivo principal del estudio fue
determinar la preferencia y la justificación del orden del tratamiento en
pacientes con artrosis de cadera y 5 trastornos lumbares diferentes. La
hipótesis fue que los cirujanos especializados en ATC tendrían preferencias
diferentes por la secuencia de tratamiento que los cirujanos especializados en
cirugía de columna.
MATERIALES Y MÉTODOS
En conjunto con la Sociedad Argentina de
Patología de la Columna Vertebral (SAPCV) y la Asociación Argentina para el
estudio de la Cadera y la Rodilla (ACARO), se envió una encuesta por correo
electrónico a 480 socios de la SAPCV y a 370 socios de la ACARO. Se recibieron 167
respuestas en total (20% de los encuestados, con un índice de respuesta del 23%
para la ACARO y 15% para la SAPVC). Se puede consultar la encuesta en: https://
docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSe7YxWA_oVQIo50WsDpEAhTkgd4u46ZkjQHx52TnazJdL5wEw/
viewform?usp=sf_link
Se realizó un estudio basado en una encuesta
que incluía 5 escenarios clínicos de osteoartritis concurrente de cadera y
trastornos comunes de la columna lumbar, que se envió a los miembros de dos
sociedades ortopédicas especializadas para obtener opiniones sobre el orden de
la cirugía. Los escenarios planteados fueron los siguientes:
Escenario
1: Osteoartritis de cadera y canal estrecho lumbar con claudicación
neurológica.
Escenario
2: Osteoartritis de cadera y espondilolistesis lumbar de bajo grado con dolor
radicular.
Escenario
3: Osteoartritis de cadera y hernia de disco lumbar con pérdida de la fuerza
muscular.
Escenario
4: Osteoartritis de cadera y escoliosis lumbar degenerativa con desequilibrio
sagital.
Escenario
5: Osteoartritis de cadera y hernia de disco toracolumbar con mielopatía.
Se compararon las respuestas recibidas a los
5 escenarios presentados a través de porcentajes y el índice de concordancia
kappa (0,1-0,2 pobre; 0,21-0,4 aceptable; 0,41-0,6 moderada; 0,61-0,8 buena;
0,81-1 muy buena), a fin de verificar el nivel de acuerdo entre las medidas
calculadas por el método utilizado y cuya calidad se desea valorar. Se
observaron las situaciones que conducen a nuevas conclusiones a través de la
evaluación de estos.
En este análisis, se calcularon medidas de
frecuencia, tendencia central, variación. Para georreferenciar a los cirujanos
participantes de la encuesta modelo se utilizaron las funciones estadísticas de
Excel e InfoStat. Los datos se registraron en tablas de contingencia. Se
efectuó la consistencia de los datos correlacionando las variables estudiadas y
se crearon gráficos de barra y torta con el objeto de visualizar los datos
presentados y comprenderlos mejor.
RESULTADOS
Se encuestó a 850 profesionales, 167 enviaron
su respuesta: 88 se dedican a la artroplastia y 79, a la cirugía de columna.
Sesenta y tres ejercen su profesión en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la
provincia de Buenos Aires, y el resto se distribuye por todo el territorio
argentino. La media general de años de experiencia fue de 18 (rango de 1 a
>40) (Figura 1).
Cuando se consideró qué cirugía debería
realizarse primero en los diferentes escenarios, la concordancia entre las
distintas especialidades fue baja (prueba de kappa) (Tabla,
Figura 2).
Los porcentajes de cirujanos especialistas
en artroplastia que recomendaron “la cadera primero” difirieron
significativamente entre los escenarios: el porcentaje más alto correspondió al
escenario 4 (osteoartritis más escoliosis lumbar degenerativa, 71,3%) y el más
bajo, al escenario 3 (osteoartritis más hernia de disco lumbar, 20%). De manera
inversa, los especialistas en columna que recomendaron operar “la columna
primero” también variaron entre los escenarios: el porcentaje más alto, en el
escenario 3 (89%) y el más bajo, en el escenario 4 (21%).
En general, los especialistas que
recomendaron “la cadera primero” difirieron significativamente entre los 5
escenarios, como quedó demostrado en el análisis del índice de concordancia.
Sin embargo, en los escenarios 2 y 4, el índice de concordancia analizado
mostró un bajo acuerdo entre especialidades y elecciones (Figura 3).
Al comparar ambos grupos de especialistas en
los diferentes escenarios, se observa una mayor concordancia en la elección de
operar “la columna primero” para los escenarios 3 y 5, con variaciones
significativas en el resto de los escenarios (Figura
4). La primera elección fue operar la columna o la cadera
indistintamente, sin una notable preferencia entre ellas.
El escenario 1 es el único donde no solo no
hay concordancia en la elección del orden del tratamiento entre los cirujanos
de la misma especialidad, sino que, además, se observa la particularidad de una
relación invertida entre las preferencias al comparar ambas especialidades, el
55% de los especialistas de cadera opinó “la columna primero” y el 56% de los
especialistas de columna, “la cadera primero”.
La elección de la prótesis se puede analizar
según la especialidad y el escenario. Los especialistas en artroplastia
difirieron notablemente en las prótesis seleccionadas según los escenarios
estudiados, al igual que los especialistas de columna. En los escenarios 2, 3 y
5, la prótesis más elegida fue la primaria no cementada (61%, 66% y 43%,
respectivamente) y, en los escenarios 1 y 4, la de doble movilidad (45% y 55%,
respectivamente) (Figura 5).
DISCUSIÓN
La ATC se considera la operación más exitosa
en ortopedia y fue descrita como “la cirugía del siglo”,5 porque logra satisfacer, de manera
confiable, lo que los pacientes esperan de ella.
Este procedimiento permite disminuir el
dolor, incluso que desaparezca, y mejora la movilidad articular con la
consiguiente mejoría en la calidad de vida. Sin embargo, estudios actuales muestran
que hasta el 40% de los pacientes con coxartrosis sintomática también sufre una
enfermedad degenerativa de la columna lumbar,1,2,6 razón por la cual hasta el 4,5%
se somete a una cirugía en la columna lumbar después de la ATC.2 Esta asociación está relacionada con una
satisfacción y calidad de vida menores del paciente. Además, en diversos
estudios, se informó una tasa de luxación 16 veces superior de la ATC y una
tasa de revisión 10 veces más alta de la ATC cuando se realiza luego de una
cirugía de fusión lumbar.7,8
Debido a esta interacción compleja entre ambos cuadros, sigue siendo
controvertido si una ATC puede aliviar los síntomas de la columna y en qué
casos.
En un estudio prospectivo de 25 pacientes
con osteoartritis de la cadera y síntomas de la columna lumbar, la ATC redujo
la intensidad del dolor lumbar y el puntaje de discapacidad de Oswestry9 en un 35% y un 34%, respectivamente.10 De esto se desprende la necesidad de
establecer un consenso en el orden del tratamiento quirúrgico para los
pacientes que sufren síntomas de ambas regiones anatómicas, teniendo en cuenta
la posibilidad de que, al resolver un cuadro, mejoren los síntomas del otro,
prestando especial atención a los signos clínicos de la anamnesis, el examen
físico y los estudios complementarios.
Este estudio se basó en encuestas enviadas
por correo electrónico a los integrantes de dos sociedades científicas
involucradas en ambas enfermedades para definir la preferencia en el orden del
tratamiento en 5 escenarios clínicos que incluyen enfermedades de la cadera y
la columna vertebral, teniendo como referencia el estudio de Liu y cols.,11 reproduciéndolo en la población
ortopedista argentina.
Liu y cols. recibieron
la mitad de respuestas (88) que en nuestro estudio (167). El promedio de años
de experiencia de los cirujanos de ambas especialidades era de 30.8 años frente
a 18 años en nuestros encuestados. Estos autores comunicaron que la mayoría de
los cirujanos de ambas especialidades estuvieron de acuerdo en operar “la
cadera primero” en el escenario 2 (osteoartritis de cadera y espondilolistesis
lumbar de bajo grado con dolor radicular) y de operar “la columna primero” en
el escenario 5 (osteoartritis de cadera y hernia de disco toracolumbar con
mielopatía). En el escenario 3, encontraron discrepancias estadísticamente
significativas en la elección de operar “la cadera primero” (19% de los
especialistas en columna, 47% de los especialistas en cadera).
De la misma manera, en el escenario 4, el
78% de los especialistas en columna y el 47% de los especialistas en cadera
decidieron operar “la cadera primero”, un resultado estadísticamente
significativo. En el escenario 1, el 59% de los especialistas en cadera y el
49% de los especialistas en columna optaron por operar “la cadera primero”. El
análisis estadístico se realizó con la prueba χ2. Sin embargo, si, en nuestro
estudio, utilizamos la misma prueba, no obtenemos diferencias significativas
entre las elecciones de los encuestados; por ese motivo, se efectuó el análisis
con el índice kappa que evalúa las respuestas ajustándose al azar en la
proporción de concordancia esperada. Así, obtuvimos un bajo índice de
concordancia entre los cirujanos de ambas especialidades y, a su vez, entre los
cirujanos de la misma especialidad. Por ejemplo, en el escenario 1, la mitad de
los cirujanos de cadera opina “la cadera primero” y la otra mitad, lo
contrario, es decir que no hay acuerdo ni siquiera en los profesionales
formados en la misma subespecialidad.
Al analizar las respuestas de cada caso
podemos observar las tendencias de cada especialista en sus elecciones. Así
cuando la enfermedad de columna se asocia con un déficit neurológico o una
afectación medular, como la mielopatía, como en los escenarios 3 y 5, en ambas
especialidades, hubo una mayor tendencia a elegir la cirugía de columna primero.
Existe un acuerdo general en que un paciente con artrosis de cadera y un
“déficit neurológico progresivo” merece una cirugía urgente de columna. Sin
embargo, el orden del tratamiento no es obvio si el déficit neurológico es
crónico y no progresivo, como en el canal lumbar estrecho con debilidad de
miembros inferiores o la radiculopatía lumbar crónica, como en los escenarios 1
y 2, respectivamente. En el escenario 1, la tendencia de los cirujanos de
cadera a decidir operar primero la columna se podría explicar porque pueden no
estar tan familiarizados con el manejo de la enfermedad lumbar y creer que
cualquier síntoma de compromiso neurológico es pasible de tratamiento urgente
sin discriminar su gravedad. Por otro lado, en el escenario 1, los especialistas
en columna tuvieron una tendencia a decidir que se opere “la cadera primero”,
esto podría explicarse sobre la base de la creencia de que mejorar la movilidad
de la cadera mejora la biomecánica lumbopélvica y se podría evitar la cirugía
de columna. Por último, en el escenario 4, donde el cuadro de columna involucra
una escoliosis lumbar degenerativa con desequilibrio sagital, la tendencia de
ambas especialidades fue operar “la cadera primero” y esto, en parte, puede
explicarse porque la artroplastia de cadera es un procedimiento más seguro y
confiable, tiene resultados más predecibles y la recuperación del paciente es
más rápida que con la cirugía de la escoliosis en el adulto; sin embargo, en
condiciones de desequilibrio sagital, plantea un riesgo más alto de
inestabilidad.12-14
En cuanto a la elección de la prótesis en
cada caso, al igual que el estudio de Liu y cols., los cirujanos de cadera
tendieron a elegir la prótesis con inserto de doble movilidad en los casos
donde prima la preocupación por una mayor inestabilidad debido a la rigidez de
la columna o al desequilibrio espinopélvico.12,15
En el resto de los escenarios donde no parece haber un riesgo mayor de
luxación, la principal elección fue la artroplastia primaria no cementada; no
obstante, en las encuestas, no se preguntó qué par de fricción ni qué tamaño de
la cabeza femoral eran de elección.
Cuando los síntomas de la cadera o de la
columna son graves y predomina uno sobre otro, la decisión sobre el orden del
tratamiento puede ser sencilla. Sin embargo, si los síntomas de ambas regiones
son igualmente graves o si los aspectos radiológicos o patológicos de un
trastorno parecen influir en el tratamiento quirúrgico del otro, la decisión
sobre la secuencia específica puede ser compleja. El asesoramiento
preoperatorio sería más fácil si hubiera consenso entre los cirujanos de cadera
y columna sobre el orden óptimo del tratamiento.
Los cirujanos de cadera deben prestar mucha
atención al posicionamiento óptimo de los componentes, la reconstrucción de la
anatomía de la cadera, la longitud de la pierna y la tensión de los tejidos
blandos, y considerar el uso de cabezas protésicas grandes o copas de doble
movilidad al realizar ATC primaria en pacientes con un mayor riesgo de
luxación. En casos complejos, animamos a los cirujanos de artroplastia y de
columna a trabajar juntos en conceptos de tratamiento altamente individuales.
Como debilidades, el porcentaje de
respuestas, aproximadamente del 20%, fue bajo; sin embargo, en las encuestas
publicadas, ronda esa tasa o aún es menor.
CONCLUSIONES
Se trata de una encuesta que resultó de gran
interés para los participantes con más experiencia en el área de cadera y
columna. Las respuestas fueron más similares en los escenarios donde existía
una enfermedad discal y las respuestas fueron más dispares cuando los cuadros
de la columna fueron más complejos. Como la concordancia dentro de cada
especialidad es baja, en casos individuales complejos, los cirujanos de columna
y cadera deben mantener una discusión interdisciplinaria y se debe desarrollar
un concepto de terapia personalizada para cada paciente.
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ORCID de S. L.
Iglesias: https://orcid.org/0000-0002-1823-0416
ORCID de B. L.
Allende: https://orcid.org/0000-0003-2757-4381
ORCID de F. J. Nally: https://orcid.org/0000-0002-0529-6256
Recibido
el 13-9-2024. Aceptado luego de la evaluación el 19-2-2025 • Dr.
Pablo D. López • pablopez1292@gmail.com • https://orcid.org/0000-0001-9722-1317
Cómo
citar este artículo: López PD, Iglesias SL, Nally
FJ, Allende BL. ¿Qué debería operar primero? ¿La columna o la cadera? Estudio
basado en encuestas sobre el orden del tratamiento para pacientes con
trastornos degenerativos concurrentes de la cadera y la columna. Rev Asoc Argent Ortop Traumatol 2025;90(3):253-262. https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2025.90.3.2028
Información del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2025.90.3.2028
Fecha de publicación: Junio, 2025
Conflicto de intereses: Los autores no declaran conflictos de
intereses.
Copyright: © 2025, Revista de la Asociación
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