INVESTIGACIÓN CLÍNICA
Evaluación ecográfica y correlación
clínica del músculo pronador cuadrado luego de su reparación en el tratamiento
de fracturas de radio distal
Gustavo J. Teruya,
Santiago Ávila Posada, Christopher Bermeo, Gonzalo M. Viollaz, Diego J. Gómez,
Álvaro J. Muratore
Unidad de
Cirugía del Miembro Superior, Hospital Británico, Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, Argentina
RESUMEN
Introducción: La
reparación del pronador cuadrado en fracturas de radio distal tratadas con
placas volares es controvertida por su supuesto efecto
protector frente a complicaciones del implante. Objetivo: Evaluar
ecográficamente el impacto de la reinserción del
pronador cuadrado en pacientes con fractura de radio distal tratados con placas
volares. Materiales
y Métodos: Se analizó a 42
pacientes: 28 con reinserción (grupo I) y 14 sin reinserción (grupo II). Se
evaluaron la fricción entre los tendones flexores y la
placa, la calidad del tejido separador, los cambios en los tendones flexores y
los signos clínicos de fricción. Resultados: La distancia entre
la placa y los tendones fue <2 mm en el 42,9%. En el grupo I, el 45% tenía
fricción tendinosa; el 10%, fibrosis del tejido separador; el 80%, atrición
leve de los tendones y el 20%, severa. El 71% del grupo II tenía fricción; el
36,4%, fibrosis del tejido separador; el 45,5%, atrición leve y el 54,5%,
severa. La calidad del tejido separador fue superior en el grupo I, con mejor
preservación del tejido contráctil y menor fibrosis, asociado a menor deterioro
funcional y fricción tendinosa. No siempre se correlacionaron las alteraciones
ecográficas con la fricción clínica. Conclusiones: La reparación del
pronador cuadrado mejora la calidad del tejido separador entre tendones y la
placa, con predominio de músculo contráctil. Aunque no hubo diferencias en la
fricción o rotura tendinosa, los resultados sugieren un efecto protector.
Palabras clave: Fractura
de radio distal; reparación de pronador cuadrado; placa volar; reducción
abierta con fijación interna; fricción tendinosa; rotura tendinosa.
Nivel de Evidencia: III
Ultrasound Assessment and Clinical Correlation of the
Pronator Quadratus Muscle After Its Repair in the Treatment of Distal Radius
Fractures
ABSTRACT
Introduction: Repair
of the pronator quadratus in distal radius fractures treated with volar plates
is controversial, particularly given its proposed
protective role against implant-related complications.
Objective: To assess, through
ultrasound, the impact of pronator quadratus
reinsertion in patients with distal radius fractures treated with volar plates. Materials and
Methods: Forty-two patients were analyzed: 28 with pronator
quadratus reinsertion (Group I) and 14 without reinsertion (Group II). Evaluations
included friction between the flexor tendons and the plate, quality of the
interposing tissue, changes in the flexor tendons, and clinical signs of
friction. Results:
The distance between the plate and the tendons was <2 mm in 42.9% of cases.
In Group I, 45% exhibited tendon friction, 10% had fibrosis of the separating
tissue, 80% had mild tendon attrition, and 20% severe attrition. In Group II,
71% exhibited friction, 36.4% had tissue fibrosis, 45.5% had mild attrition,
and 54.5% severe attrition. The quality of the separating tissue was superior
in Group I, with better preservation of contractile muscle and less fibrosis,
findings associated with lower functional impairment and reduced tendon
friction. Ultrasound abnormalities did not always correlate with clinical
symptoms.
Conclusions: Repair of the pronator
quadratus improves the quality of the separating tissue between the flexor
tendons and the volar plate, favoring preservation of contractile muscle.
Although no differences were observed in tendon friction or rupture rates, the
findings suggest a protective effect.
Keywords: Distal
radius fracture; pronator quadratus repair; volar plate; open reduction and
internal fixation; tendon friction; tendon rupture.
Level of Evidence: III
INTRODUCCIÓN
Las
fracturas de radio distal son las más frecuentes en el miembro superior y
representan el 18% de todas las fracturas en adultos >65 años.1,2 La reducción abierta con fijación interna
mediante una placa bloqueada volar se ha consolidado como el tratamiento
quirúrgico preferido, ya que ofrece mejores resultados funcionales y una menor
tasa de complicaciones en comparación con técnicas, como la fijación externa o
la percutánea.3,4 Sin embargo, el abordaje
quirúrgico tradicional requiere desinsertar el músculo pronador cuadrado de su
inserción radial para optimizar la exposición de la fractura y facilitar la
colocación de la placa.5,6
Algunas
complicaciones relacionadas con el uso de placas volares son: lesiones
neurovasculares, infecciones, síndrome de dolor regional complejo, fracturas y
problemas en los tejidos blandos, como irritación o rotura de los tendones
flexores.7,8 El 0,3-5,6% de los pacientes
sufre una rotura tendinosa, la incidencia específica es del 1,5% en algunos
estudios. El tendón flexor largo del pulgar suele ser el más comprometido,
seguido del flexor común profundo de los dedos.9-11
Estas lesiones están asociadas con factores, como una posición inadecuada de la
placa, protrusión de tornillos, diseño del implante y pérdida de la reducción.12
En la
actualidad, existe controversia en cuanto a la importancia de la reparación del
músculo pronador cuadrado en relación con los resultados funcionales y el
desarrollo de complicaciones. Aunque algunos autores sugieren que la reparación
del músculo pronador cuadrado proporciona un efecto protector entre los
tendones flexores y la placa; hasta ahora, ningún estudio comparativo ha
demostrado una reducción de las tasas de rotura después de la reparación.4,13-15 Sin embargo, en un estudio piloto, Swigart
y cols. mencionan que hasta el 83% de los cirujanos de mano norteamericanos
reparan el pronador cuadrado.16
En
estudios ecográficos, se ha observado una retracción mayor y una longitud menor
del músculo pronador cuadrado, asociadas a una menor distancia entre los
tendones flexores y la placa cuando no se repara el músculo. Estos hallazgos
podrían estar relacionados con áreas de conflicto tendinoso al entrar en
contacto con la placa, lo que subraya la necesidad de llevar a cabo más
investigaciones para evaluar un posible efecto protector.17,18
Se
planteó la hipótesis de que los pacientes sometidos a reducción abierta,
fijación interna y reinserción del músculo pronador cuadrado como parte
integral del tratamiento quirúrgico para fracturas de radio distal tienen
diferencias ecográficas significativas en cuanto a la calidad de los tendones
flexores y en el tejido muscular por encima de la placa, cuando se los compara
con aquellos a quienes no se les reinsertó el músculo pronador cuadrado.
El
propósito de este estudio fue evaluar los resultados ecográficos en pacientes
que fueron tratados, en nuestro Centro, mediante la aplicación de la técnica de
reducción abierta junto con fijación interna en fracturas de radio distal, con
énfasis en el cierre del músculo pronador cuadrado. Otro objetivo fue comparar
estos resultados con los de un grupo de control, sin el cierre del músculo
pronador cuadrado.
MATERIALES Y MÉTODOS
Este
estudio, de naturaleza retrospectiva, se inició con una exhaustiva revisión de
las historias clínicas en la base de datos de nuestro hospital. Se
seleccionaron 42 pacientes con fracturas de radio distal extrarticulares,
clasificadas como AO 23-A2, sometidos a reducción abierta y fijación interna,
utilizando el mismo tipo de implante, específicamente una placa volar, entre
marzo de 2020 y marzo de 2022.
Todos los
procedimientos estuvieron a cargo del mismo equipo en nuestro Centro. Se
excluyó a pacientes con antecedentes de infiltraciones en la articulación
radiocarpiana, alteraciones neurológicas, infecciones previas en la muñeca o
seguimiento <2 años. El diseño del estudio contempló dos grupos:
Grupo I:
pacientes con fracturas de radio distal extrarticulares sometidos a
osteosíntesis, utilizando una placa de radio distal volar, y reinserción del
pronador cuadrado con sutura mediante puntos separados con Vicryl® 3.0,
asegurando una cobertura completa de la placa volar.
Grupo II:
pacientes con fracturas de radio distal extrarticulares sometidos a
osteosíntesis utilizando una placa de radio distal volar, sin reinserción del
pronador cuadrado.
La
decisión de reparar o no el músculo pronador cuadrado se tomó durante la
cirugía, sobre la base de la viabilidad del músculo, su integridad y la
posibilidad de lograr una reparación anatómica sin tensión. Si el músculo
estaba desgarrado, con pérdida de sustancia o evidentes signos de degeneración,
no se lo reparó.
Ambos
grupos siguieron un protocolo de inmovilización estricta con una valva de yeso
antebraquipalmar durante las primeras 2 semanas. Después de este período y, si
las condiciones de la herida lo permitían, se retiraron los puntos de sutura. A
continuación, se protegieron durante 2 semanas, con un inmovilizador rígido de
muñeca de uso intermitente, que se podía retirar para la rehabilitación y el
aseo corporal. Durante este tiempo, se alentó a los pacientes a realizar
ejercicios de flexo-extensión activa de los dedos y las articulaciones
metacarpofalángicas, así como cierres de pinza con todos los dedos de la mano.
Todos
siguieron un protocolo de rehabilitación de 8 semanas dirigido por
especialistas en miembro superior. Esto incluyó movilidad pasiva asistida de la
muñeca durante la primera semana, seguida de movilidad activa sin fuerza ni
carga de peso. Todas las fracturas fueron tratadas con el mismo implante: una
placa anatómica de titanio con sistema de bloqueo de ángulo fijo
(Pro-Anatomic®, South America Implants S.A, Canning, Buenos Aires, Argentina).
Se verificó una reducción anatómica tanto en el posoperatorio inmediato como en
el posoperatorio tardío.
Análisis de los estudios por imágenes
Para la
evaluación radiológica, se emplearon proyecciones anteroposterior y lateral de
la muñeca, tomadas tanto en el posoperatorio inmediato como en el posoperatorio
tardío, a los 12 meses. En todos los casos, se confirmó una correcta reducción
de la fractura, entendiendo por correcta o aceptable una reducción con:
angulación volar de 0°-11°, inclinación radial >20° y una varianza cubital
de -2 a +2 mm.19-22 Para valorar la
prominencia volar del implante y su posible implicancia en la fricción
tendinosa, se aplicó la clasificación de Soong en los controles radiográficos
posoperatorios.
Se
utilizó un ecógrafo Toshiba Xario 200 (transductor lineal de 18 MHz) para
evaluar la interacción de los tendones flexores con el implante. A fin de darle
objetividad al estudio, inicialmente se tomaron ecografías en la cara volar de
la muñeca, con la mano en posición anatómica. Después, las ecografías fueron
dinámicas, se les solicitaba a los pacientes realizar la flexo-extensión activa
de los dedos para identificar áreas de conflicto tendinoso. Todas las
ecografías estuvieron a cargo de un especialista en imágenes diagnósticas que
no formaba parte del equipo quirúrgico y que, además, desconocía si a los
pacientes se les había reinsertado el pronador cuadrado o no.
Se
estableció un protocolo diagnóstico imagenológico que se aplicó a todos los
pacientes, con los siguientes parámetros (Tabla 1):
-
Fricción de flexores: con respuesta posible Sí o No.
- Calidad
del tejido que separa la placa de los flexores: identificación de músculo contráctil
o fibrosis.
-
Distancia
mínima entre la placa y los flexores (mm): 0, 0-2, 2-4 o más.
-
Calidad
del tejido de los flexores: normal, degeneración leve o degeneración severa. La
degeneración leve se definió por la presencia de cambios atróficos tendinosos,
midiendo su grosor en el labio volar del extremo distal del radio. Se consideró
degeneración severa a la presencia de atrición tendinosa asociada a
adelgazamiento del tendón, cambios de fibrilación y alteraciones focales dentro
de la sustancia del tendón o rotura tendinosa.23
A todos
los pacientes de ambos grupos se les realizaron ecografías. Posteriormente, se
compararon los resultados obtenidos.
Al
finalizar el protocolo de rehabilitación, se procedió a la evaluación funcional
mediante el cuestionario DASH (Disabilities
of the Arm, Shoulder and Hand). Se registró el puntaje de todos los
pacientes como parte del control clínico posoperatorio.
Análisis estadístico
Se llevó
a cabo un estudio de tipo descriptivo y comparativo. La distribución de las
variables cuantitativas se verificó con la prueba de Shapiro-Wilk. En caso de
distribución normal y homogeneidad de varianzas (evaluada con la prueba de
Levene), se expresaron como media ± desviación estándar y se compararon
mediante la prueba de la t de Student para muestras independientes. Cuando no
se cumplieron estos supuestos, se expresaron como mediana y rango
intercuartílico, usando la prueba de la U de Mann-Whitney. Se aclaró
específicamente en cada variable la medida utilizada.
Las
variables cualitativas se expresan como frecuencias absolutas y relativas (%).
Dada la muestra reducida, se utilizó la prueba exacta de Fisher para todas las
comparaciones entre grupos. Se consideró estadísticamente significativo un
valor p <0,05. Para el análisis estadístico se utilizó el programa IBM SPSS
Statistics®, versión 26.0.
Técnica quirúrgica
Todos los
pacientes fueron operados en nuestro Centro, por el mismo equipo quirúrgico,
bajo anestesia regional y en decúbito supino, con el brazo apoyado sobre una
mesa radiolúcida para facilitar la asistencia intraoperatoria de radioscopia.
Utilizando
el abordaje modificado de Henry, se accedió al foco de la fractura y se
procedió a la desinserción cuidadosa del músculo pronador cuadrado en forma de L“.24,25 Después de
identificar el foco de la fractura, se realizó la maniobra de reducción, ya sea
de manera directa o indirecta, y se estabilizó, de forma transitoria, con
clavijas, bajo control radioscópico. En todos los casos, se utilizó una placa
volar anatómica de titanio con sistema de bloqueo de ángulo fijo
(Pro-Anatomic®), correspondiente al implante disponible en nuestra institución,
durante el período del estudio. Si bien este tipo de placa no permite la
redirección de los tornillos, lo que puede condicionar su colocación en
relación con la línea divisoria de aguas, su diseño permitió lograr una
adecuada reducción del trazo fracturario en todos los casos.
En
función del tratamiento y el músculo pronador cuadrado, los pacientes fueron
agrupados en dos categorías: grupo I, con reparación del músculo pronador
cuadrado mediante sutura con puntos separados de Vicryl® 3.0, asegurando una
cobertura completa de la placa, luego de la estabilización de la fractura
mediante la osteosíntesis mencionada, y grupo II, pacientes sin reparación del
músculo pronador cuadrado.
Cabe
señalar que, en algunos casos, el músculo pronador cuadrado tenía lesiones
previas, como desgarros parciales o pérdida de continuidad, probablemente
relacionadas con el traumatismo inicial. Asimismo, en pacientes de edad
avanzada, se identificaron signos de degeneración muscular con infiltración
grasa, lo cual dificultó o impidió su reparación.
RESULTADOS
Se
analizaron 42 pacientes [edad promedio 52.9 años (±19,4)]. La mayoría eran
mujeres (66,7%) y el compromiso fue ligeramente más frecuente en el miembro
superior derecho (52,4%). El hallazgo más relevante fue la diferencia
significativa en la calidad del tejido interpuesto entre el radio y los
tendones flexores (Tabla 2).
Todos los pacientes del grupo I (con reparación) y
solo el 29% del grupo II tenían tejido contráctil viable; el 71% restante
correspondía a tejido fibrótico (p <0,001). El 45% del grupo I y el 71% del
grupo II tenían fricción clínica de los tendones flexores, una diferencia que
alcanzó significación estadística (p = 0,042). En el grupo I, el 77,5% no tenía
alteraciones ecográficas y solo el 22,5% tenía una fricción leve. En el 43% del
grupo II, se observó fricción leve en la ecografía, mientras que el 57% no
mostró alteraciones. En ningún caso, se detectaron hallazgos ecográficos sin la
correspondiente manifestación clínica. En cuanto al contacto entre los tendones
flexores y la placa, en el grupo II, el 71% tenía contacto directo y el 29%,
interposición de tejido muscular. No se encontró una correlación directa entre
la fricción clínica y la presencia de interposición tisular. En el grupo I,
había una mayor preservación de tejido contráctil y menor prevalencia de
fibrosis que en el grupo II, donde predominó el tejido fibrótico y se observó
una mayor incidencia de fricción clínica (Tabla 3).
Si bien
las placas utilizadas tenían un sistema de bloqueo de ángulo fijo, lo que
limita la posibilidad de redireccionar tornillos, la evaluación posoperatoria
mostró que la mayoría de los implantes fueron posicionados proximal a la línea
divisoria de aguas. Solo 4 casos fueron clasificados como Soong 1 (3 en el
grupo I y 1 en el grupo II), no hubo casos Soong 2.
En el
seguimiento clínico, el puntaje DASH promedio fue de 14,2 (DE ± 5,8), lo que
corresponde a un nivel leve de discapacidad, consistente con una evolución
clínica favorable. No hubo diferencias significativas entre los grupos (p =
0,187). La mayoría de los pacientes retomó sus actividades habituales sin
restricciones significativas, y no se registraron reintervenciones.
DISCUSIÓN
En este
estudio, se compararon los hallazgos imagenológicos en pacientes con fracturas
de radio distal sometidos a reducción abierta y fijación interna, diferenciando
según si se había reparado el pronador cuadrado o no. La principal diferencia
entre ambas cohortes fue la calidad del tejido interpuesto entre el radio y los
tendones flexores, específicamente en relación con la cobertura de la placa. En
el grupo con cierre del pronador, fue más frecuente la presencia de tejido
muscular contráctil, diferencia que alcanzó significación estadística frente al
grupo sin reparación. No se hallaron diferencias significativas en cuanto a la
fricción de los tendones flexores, su calidad estructural ni la distancia
mínima entre la placa y los tendones.
La
bibliografía sobre el cierre del músculo pronador después de la colocación de
la placa volar es controvertida. Algunos estudios sugieren beneficios, mientras
que otros no respaldan esta práctica. En un reciente metanálisis de Shi y Ren,
se llegó a la conclusión de que la reparación del pronador cuadrado no mejora
los puntajes funcionales posoperatorios, la fuerza de prensión, la fuerza de
pronación y la amplitud de movimiento tras la colocación de una placa en
fracturas distales de radio.14
En cuanto
a las complicaciones asociadas con el uso de una placa de radio distal volar,
la lesión tendinosa del flexor largo del pulgar es una de las más importantes.
Sin embargo, en una revisión sistemática de Azzi y cols., con un extenso número
de pacientes, se demostró que la incidencia de esta lesión es inferior al 1%.
Además, estudios, como el de Brown y cols., indican que, a pesar de la
reparación y el supuesto efecto protector ante la fricción del tendón con la
placa y los tornillos, se producen roturas tendinosas.26
Aunque,
en nuestro estudio, debido al limitado número de pacientes, no se pudo
confirmar un efecto protector a través de la reparación del músculo pronador
cuadrado, cabe señalar que tampoco se observaron lesiones tendinosas en la
muestra analizada. Serán necesarios estudios adicionales con una muestra más
amplia para determinar si el tejido contráctil identificado sobre la placa,
tras la reparación del músculo pronador cuadrado, contribuye a un efecto
protector al reducir los conflictos con los tendones flexores y las tasas de
rotura asociadas al implante.
Este
estudio tiene algunas limitaciones, entre ellas, el reducido número de casos,
un período de seguimiento limitado y la posibilidad de sesgo de información, ya
que los datos dependen de la exactitud del registro en las historias clínicas.
No obstante, cuenta con fortalezas relevantes, como la inclusión de un grupo de
control que permitió hacer comparaciones más precisas de los resultados.
Asimismo, se aplicó un enfoque de cegamiento, asegurando que el ecografista
desconociera si el músculo había sido reparado, lo que contribuyó
significativamente a minimizar el sesgo en la evaluación
CONCLUSIONES
En el
estudio ecográfico posoperatorio, se observaron diferencias significativas
entre los grupos. En el grupo I, el tejido interpuesto entre los tendones
flexores y la placa era de mejor calidad, con más músculo contráctil y menos
fibrosis, en comparación con el grupo II, diferencia que resultó
estadísticamente significativa. Asimismo, la fricción clínica de los tendones
flexores fue menor en el grupo con reparación, reforzando la posible función
protectora del pronador cuadrado. Si bien no se hallaron diferencias en cuanto
a la rotura tendinosa ni en el puntaje funcional (DASH), la preservación de
tejido contráctil viable podría desempeñar un papel protector frente a la
fricción tendinosa. No obstante, esta hipótesis no pudo confirmarse de manera
concluyente, debido al tamaño reducido de la muestra y al período de
seguimiento limitado.
Se
necesitarán futuros estudios con muestras más amplias, análisis multivariados y
eventualmente ensayos clínicos controlados aleatorizados para determinar, con
mayor precisión, el impacto clínico de la reinserción del músculo pronador
cuadrado en la prevención de complicaciones asociadas al implante y en la
evolución funcional de la muñeca.
Agradecimientos
Al doctor Gerardo Gayraud, por su valiosa colaboración en la realización
de las ecografías utilizadas en este estudio.
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ORCID de S. Ávila Posada: https://orcid.org/0009-0008-8035-3522
ORCID de Á. J. Muratore: https://orcid.org/0000-0001-7540-7137
ORCID de G. M.
Viollaz: https://orcid.org/0000-0002-4573-883X
Recibido el 26-1-2025. Aceptado
luego de la evaluación el 20-9-2025 • Dr.
Christopher Bermeo • md.cbermeo@gmail.com
• https://orcid.org/0009-0001-2231-7362
Cómo
citar este artículo: Teruya GJ, Ávila Posada S, Bermeo C, Viollaz GM, Gómez
DJ, Muratore ÁJ. Evaluación ecográfica y correlación clínica del músculo
pronador cuadrado luego de su reparación en el tratamiento de fracturas de
radio distal. Rev Asoc Argent Ortop
Traumatol 2025;90(6):547-555. https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2025.90.6.2107
Información del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2025.90.6.2107
Fecha de publicación: Diciembre, 2025
Conflicto de intereses: Los autores no declaran conflictos de intereses.
Copyright: © 2025, Revista de la Asociación Argentina de
Ortopedia y Traumatología.
Licencia: Este artículo está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-No
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