INVESTIGACIÓN CLÍNICA
Caracterización de las fracturas por
fragilidad previas a una fractura de cadera. Estudio retrospectivo de 200 casos
Nadia Gabotto Loredo,
Gonzalo M. Viollaz, Lucio Gutiérrez, Joaquín Swinnen, Germán Garabano, Melina
Saban, Álvaro J. Muratore, Diego J. Gómez, Alejandro Tedeschi, Gustavo J. Teruya
Unidad de
Cirugía del Miembro Superior, Servicio de Ortopedia y Traumatología, Hospital
Británico de Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
RESUMEN
Introducción: La
osteoporosis es una enfermedad caracterizada por la pérdida de densidad ósea
que aumenta el riesgo de fracturas, especialmente en adultos mayores. Este
estudio tiene como objetivos documentar la frecuencia de las fracturas por
fragilidad previas a una fractura de cadera, la prevalencia de cada tipo de
fractura y el porcentaje de pacientes con osteoporosis diagnosticada y tratada
antes de la fractura de cadera. Materiales y Métodos: Se realizó un estudio retrospectivo en pacientes >65
años, operados por fractura de cadera entre 2022 y 2023, en un único Centro y
que cumplieron un seguimiento mínimo de 12 meses. Se analizaron variables, como
edad, sexo, tipo de fractura y tratamiento, diagnóstico previo de osteoporosis,
antecedentes de localización de fracturas por fragilidad. Resultados: Se incluyó a 200 pacientes (159 mujeres y 41 hombres, edad
promedio 83.04 años), 60 (30%) tenían fracturas por fragilidad previas a la
fractura de cadera. Las localizaciones más comunes eran: cadera contralateral
(9%), columna vertebral (8%) y radio distal (6,5%). El 48,33% de estos
pacientes tenía diagnóstico de osteoporosis. Conclusiones: El 30% sufrió fracturas por fragilidad, también llamadas
fracturas centinela, antes de una fractura de cadera. La implementación de
estrategias de diagnóstico y tratamiento preventivos en estos pacientes es
crucial para reducir el riesgo de nuevas fracturas y mejorar la calidad de
vida.
Palabras clave:
Osteoporosis; fracturas por fragilidad; fractura de cadera.
Nivel de Evidencia: IV
Characterization of Preceding Fragility Fractures in
Patients With Hip Fractures: A Retrospective Analysis of 200 Cases
ABSTRACT
Introduction:
Osteoporosis is a disease characterized by decreased bone density that
increases the risk of fractures, particularly in older adults. The objectives
of this study were to document the frequency of fragility fractures preceding a
hip fracture, the prevalence of each type of fracture, and the percentage of
patients diagnosed and treated for osteoporosis prior to sustaining a hip
fracture. Materials and Methods: A
retrospective study was conducted in patients aged >65 years who underwent
surgery for hip fracture between 2022 and 2023 at a single
site, with a minimum follow-up of 12 months. Variables analyzed included age,
sex, fracture type and treatment, prior diagnosis of osteoporosis, and the
anatomical sites of preceding fragility fractures. Results: Two hundred patients were included (159 women and 41 men;
mean age 83.04 years). Sixty patients (30%) had sustained a fragility fracture
before the hip fracture. The most common locations were the contralateral hip
(9%), spine (8%), and distal radius (6.5%). Of these patients, 48.33% had a
prior diagnosis of osteoporosis. Conclusions: Thirty percent of patients experienced fragility fractures
(also referred to as sentinel fractures) prior to a hip fracture. Implementing
preventive strategies for diagnosis and treatment in this population is crucial
to reduce the risk of subsequent fractures and improve quality of life.
Keywords:
Osteoporosis; fragility fractures; hip fractures.
Level of Evidence: IV
INTRODUCCIÓN
Debido al
aumento de la expectativa de vida y el consecuente envejecimiento poblacional,
la osteoporosis se ha convertido en una epidemia mundial.1,2 Pese a los avances farmacológicos de las
últimas décadas en la prevención y el manejo de esta enfermedad, las fracturas
por fragilidad en pacientes mayores continúan aumentando.1,3 Se
estima que la osteoporosis causa alrededor de 9 millones de fracturas por año,
en el mundo, un hecho que impacta considerablemente en los sistemas de salud.4
Las
fracturas por fragilidad se caracterizan por producirse de manera espontánea o
a causa de traumas de baja energía en pacientes con osteoporosis, y afectan,
con más frecuencia, la columna vertebral, la cadera, la muñeca, el húmero
proximal y la pelvis.3 En
diferentes estudios, se ha intentado identificar factores predisponentes para
estas lesiones, algunos de los más frecuentes son, además de la osteoporosis,
la edad, el sexo femenino, el estado posmenopausia, el índice de masa corporal,
el consumo de suplementos de estrógenos y vitamina D, y el antecedente de una
fractura.3 En relación con esto
último, Haentjens y cols. informaron que, en mujeres menopáusicas, una fractura
de radio distal o vertebral duplica el riesgo de sufrir una fractura de cadera.
En otro informe similar, se comunicó que aproximadamente la mitad de los
pacientes que habían sufrido una fractura de cadera tenían antecedentes de
fractura por fragilidad.3,5 En
consecuencia, desde hace tiempo, una fractura por fragilidad, también llamada fractura
centinela, se considera un signo de alarma, por lo que el diagnóstico y el
tratamiento de la osteoporosis adquieren relevancia en busca de intentar
prevenir una fractura subsiguiente.3,4,6
En países
en desarrollo como el nuestro, estos tratamientos preventivos no se administran
o son poco frecuentes y, por lo tanto, la osteoporosis continua
subdiagnosticada y subtratada.7
Sobre la
base de esta información, planteamos la hipótesis de que, en nuestro medio, se
producen una cantidad considerable de fracturas por fragilidad previas a una
fractura de cadera. Por lo tanto, los objetivos de este estudio retrospectivo
fueron 1) identificar la frecuencia de las fracturas por fragilidad previas a
una fractura de cadera tratada en un único Centro; 2) identificar la
localización anatómica de este tipo de fracturas y 3) determinar el porcentaje
de pacientes con osteoporosis diagnosticada o tratada antes de la fractura de
cadera.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se llevó
a cabo un estudio retrospectivo, descriptivo y observacional para evaluar a
todos los pacientes operados consecutivamente por fractura de cadera
registrados en la base de datos de nuestro Servicio, en el período interanual
2022 y 2023.
Los
criterios de inclusión fueron: edad >65 años, diagnóstico de fractura medial
o lateral de cadera, operados y un seguimiento mínimo de 12 meses. Se excluyó a
los pacientes con fracturas por mecanismos de alta energía (accidentes de
tránsito o caídas de altura), fracturas relacionadas con otra enfermedad de
base que afectara la calidad ósea, como artritis reumatoide o cáncer; que
recibían tratamiento crónico con corticoides y que no cumplieran con el
seguimiento mínimo por una causa diferente del óbito.
Se
definió a las fracturas por fragilidad, según la Organización Mundial de la
Salud, como aquellas que ocurren por un traumatismo insuficiente para fracturar
un hueso normal, resultado de fuerzas de compresión o torsión.5
Variables analizadas
Se
analizaron las siguientes variables: sexo, edad en el momento de la fractura de
cadera, tipo de fractura de cadera (medial o lateral) y tipo de tratamiento
(osteosíntesis o artroplastia). Además, se analizó si el paciente tenía
osteoporosis ya diagnosticada (según una densitometría mineral ósea), si estaba
en tratamiento y con qué medicación. Se registró también el antecedente de
fracturas y su localización, de acuerdo con la evaluación de la historia
clínica, el archivo radiológico y el interrogatorio dirigido.
Análisis estadístico
Los datos
recabados se cargaron en una planilla Excel. Las variables continuas se
expresan como mediana y rango, y las categóricas, como frecuencia y porcentaje.
RESULTADOS
Quince de
los 215 pacientes identificados en la búsqueda inicial fueron excluidos (7 por
acudir luego de accidentes de alta energía, 5 por no cumplir con el seguimiento
mínimo, 3 por fracturas relacionadas con una enfermedad oncológica y artritis
reumatoide).
La
población de estudio estaba conformada por 200 pacientes (159 mujeres y 41
hombres) con 200 fracturas de cadera. La mediana de edad era de 83.04 años
(rango 65-99) cuando se fracturaron la cadera. Ochenta y cinco fueron tratados
con una artroplastia y 115, con osteosíntesis (Tabla
1).
Sesenta y
ocho tenían osteoporosis confirmada por densitometría y 84 recibían un
tratamiento farmacológico que, en orden de frecuencia, consistía en: calcio más
vitamina D (25 casos), calcio (16 casos), vitamina D (14 casos), vitamina D más
bifosfonatos (10 casos), zolendronato (6 casos), bifosfonatos (5 casos), calcio
más zolendronato (5 casos), calcio más bifosfonatos (3 casos).
Fracturas por fragilidad previas
El 30% de
los 200 pacientes ya había sufrido, al menos, una fractura por fragilidad; 12
(6%), 2 fracturas y 3 (1,5%), 3 fracturas previas. Las localizaciones más
frecuentes de estas fracturas eran la cadera contralateral (9%, 18 casos), la
columna vertebral (8%, 16 casos), la muñeca (6,5%, 13 casos) y el húmero
proximal (4%, 8 casos) (Tabla 2).
La
mediana de tiempo entre la fractura por fragilidad y la fractura de cadera fue
de 24 meses (rango 1-384). Veinte y cuatro (39,3%) se fracturaron durante el
primer año; 9 (14,7%), en el segundo año; 3 (4,9%), en el tercer año; 9
(14,7%), durante el 4.° año y el resto después de
estos períodos. De esta manera, en los 4 años posteriores a la fractura por
fragilidad, el 73,6% sufrió una fractura de cadera.
Respecto
al diagnóstico y el tratamiento de la osteoporosis, 29 (48,33%) de los 60
pacientes con fracturas por fragilidad tenían un diagnóstico confirmado por
densitometría, y uno (3,44%) no recibía tratamiento farmacológico.
DISCUSIÓN
El
principal hallazgo de nuestro estudio fue que el 30% de los pacientes con
fractura de cadera había tenido una fractura por fragilidad previa. Las
fracturas de cadera por aplastamiento vertebral y las de radio distal fueron
las más frecuentes. A nuestro entender, esto destaca la importancia de que, al
enfrentarnos a una de estas fracturas por fragilidad que, en su mayoría,
resultan cotidianas incluso para el traumatólogo general, esta puede
representar una “fractura centinela” de futuras fracturas.
La
identificación de las fracturas de cadera, las fracturas vertebrales y las
fracturas de muñeca como fracturas por fragilidad frecuentes coincide con lo
informado por Lauritzen y cols., y parcialmente también con lo reportado por
Dang y cols., quienes indicaron que las fracturas por aplastamiento vertebral y
las de húmero proximal son las más frecuentes.7,8
En nuestra serie, las fracturas de húmero proximal ocuparon el cuarto lugar en
orden de frecuencia, con una incidencia del 4%.
Como se
destacó, en nuestra cohorte, el 30% de los pacientes con fractura de cadera
tenía antecedentes de una fractura por fragilidad, esta cifra es inferior al
39,8% de un estudio realizado sobre la población de Irlanda.
La
relación entre una fractura por fragilidad y específicamente una ulterior
fractura de cadera se ha publicado extensamente. En 2019, Dang y cols.
evaluaron a más de 1 millón de pacientes, y comunicaron que el 5,8%, el 8,8% y
el 11,3% de los pacientes con antecedente de una fractura por fragilidad
sufrieron una nueva fractura dentro de los 12, 24 y 36 meses posteriores,
respectivamente.8 Clinton y
cols., y Lauritzen y cols. calcularon que el riesgo de sufrir una fractura de
cadera es más alto durante el primer año después de una fractura de radio
(riesgo relativo 1,9) o húmero proximal (riesgo relativo 2,7) en mujeres de
entre 60 y 79 años.7,9 Haentjens
y cols. también observaron que las fracturas de Colles aumentan
significativamente el riesgo de posteriores fracturas de cadera en mujeres
posmenopáusicas. En nuestro análisis, el 10% tenía una fractura previa de
muñeca o de húmero.10
En
nuestra serie, más del 80% de los pacientes con fracturas previas eran mujeres.
Este porcentaje resultó superior al 42,6% informado por McCarthy y cols., o al
45% publicado por Port y cols.11
Quizás esta marcada diferencia esté influenciada porque, en nuestro país, de
acuerdo con los estudios informados por el Comité de Morbi-Mortalidad de la
Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología, aproximadamente el 75% de
los pacientes con fractura de cadera son mujeres.
Analizando
nuestra serie desde otro punto de vista, una población compuesta
mayoritariamente por mujeres, con una edad media >80 años, alrededor del 73%
de los que tenían una fractura por fragilidad sufrió una fractura de cadera en
los 4 años subsiguientes.
Cabe
destacar la importancia de una atención multidisciplinaria, junto a clínicos y
endocrinólogos con el fin de generar acciones que permitan disminuir la
incidencia de estas segundas lesiones.
Por
último, solo el 34% de la serie tenía un diagnóstico de osteoporosis, y el 42%
recibía un tratamiento farmacológico preventivo. Solo el 48% de los 60
pacientes con antecedentes de fracturas por fragilidad había sido
diagnosticado. Esto resalta la importancia de intensificar no solo el
diagnóstico, sino también el tratamiento preventivo en los grupos de riesgos.
Las
debilidades de este estudio son las propias de su diseño retrospectivo, con un
escaso número de pacientes, lo cual expone el análisis a diferentes tipos de
factores de confusión. Otras limitaciones son: el alto porcentaje de mujeres en
la cohorte, lo cual limita la generalización de estos resultados al sexo
masculino; el análisis se realizó en un centro de salud y en una determinada
zona geográfica lo que restringe la capacidad de extrapolar los resultados a la
población general.
Según
nuestro conocimiento, este es el primer estudio en la Argentina que analiza
diferentes tipos de fracturas por fragilidad y su relación con una ulterior
fractura de cadera. La implicancia clínica de estos hallazgos subraya la
importancia de una evaluación y un manejo proactivos de la osteoporosis en
pacientes con fracturas por fragilidad, especialmente en mujeres >65 años.
Se necesitan estudios con más pacientes para determinar el valor predictivo de
estas lesiones centinela en la población general de nuestro país.
CONCLUSIONES
El 30% de
las mujeres >65 años que tiene una fractura por fragilidad puede sufrir una
fractura de cadera en los siguientes 4 años. Resulta esencial implementar
estrategias preventivas y terapéuticas adecuadas para mitigar este riesgo y
optimizar así la calidad de vida de los pacientes y reducir la carga económica
asociada.
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ORCID de G. M. Viollaz: https://orcid.org/0000-0002-4573-883X
ORCID de L. Gutiérrez: https://orcid.org/0009-0000-4603-313X
ORCID de Á. J. Muratore: https://orcid.org/0000-0001-7540-7137
ORCID de J. Swinnen:
https://orcid.org/0009-0004-7311-3118
ORCID de D. Gómez:
https://orcid.org/0000-0003-0258-6802
ORCID de G. Garabano:
https://orcid.org/0000-0001-5936-0607
ORCID de A. Tedeschi:
https://orcid.org/0000-0001-5704-3122
ORCID de M. Saban:
https://orcid.org/0000-0002-2682-4601
ORCID de G. J. Teruya: https://orcid.org/0000-0001-7342-1859
Recibido el 31-1-2025. Aceptado
luego de la evaluación el 6-10-2025 • Dra.
Nadia Gabotto LOREDO • gabottonadia@gmail.com
• https://orcid.org/0009-0001-8122-0237
Cómo
citar este artículo: Gabotto Loredo N, Viollaz GM, Gutiérrez L, Swinnen J,
Garabano G, Saban M, Muratore ÁJ, Gómez DJ, Tedeschi A, Teruya GJ.
Caracterización de las fracturas por fragilidad previas a una fractura de
cadera. Estudio retrospectivo de 200 casos. Rev
Asoc Argent Ortop Traumatol 2025;90(6):525-529. https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2025.90.6.2110
Información del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2025.90.6.2110
Fecha de publicación: Diciembre, 2025
Conflicto de intereses: Los autores no declaran conflictos de intereses.
Copyright: © 2025, Revista de la Asociación Argentina de
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