INVESTIGACIÓN CLÍNICA
Fracturas diafisarias desplazadas de
clavícula en adolescentes. Resultados con clavos elásticos endomedulares
Federico Alfano,* Daniel Moya**
*Clínica Universidad de Navarra, Pamplona, Navarra,
España
**Servicio de Ortopedia y Traumatología, Hospital
Británico de Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
RESUMEN
Introducción: El
objetivo de este estudio fue evaluar los resultados obtenidos en adolescentes
con fracturas completas simples desplazadas del tercio medio de la clavícula
tratados con clavos elásticos endomedulares, la evolución clínico-radiológica, la complicaciones, la duración del procedimiento y de la
exposición a la radiación según el tipo de reducción. Materiales y
Métodos: Análisis retrospectivo de datos
recopilados prospectivamente de las historias clínicas electrónicas. Se incluyó
a adolescentes con fracturas agudas desplazadas no conminutas de la diáfisis
clavicular que habían sido tratados con clavos endomedulares flexibles y tenían
un seguimiento de 1 año. Resultados: El estudio incluyó a 16 pacientes. La edad promedio era de
14 años. El tiempo promedio hasta la cirugía fue de 9.3 días. Siete pacientes
necesitaron reducción abierta, principalmente debido a retrasos superiores a 11
días. El tiempo de exposición a la radiación intraoperatoria fue mayor en los
procedimientos que incluyeron reducciones cerradas. La consolidación ósea
ocurrió en 6 semanas. El puntaje de la escala de Constant-Murley mejoró de
83,35 a las 6 semanas a 95,88 al año. Se observó una adaptación ósea en algunos
pacientes, con un aumento del diámetro de la clavícula.
Conclusiones: Los clavos endomedulares son una
alternativa aceptable para el tratamiento de las fracturas simples desplazadas
del tercio medio de la clavícula en la población adolescente. Para reducir el
tiempo de exposición a la radiación intraoperatoria, es recomendable considerar
la reducción abierta cuando el tiempo de evolución sea >10 días.
Palabras clave: Fractura
de clavícula; clavo endomedular.
Nivel de Evidencia: IV
Displaced Midshaft Clavicle Fractures in Adolescents:
Outcomes with Flexible Intramedullary Nail Fixation
ABSTRACT
Introduction: This
study reports radiological and functional outcomes, surgical times, and
intraoperative radiation exposure in patients aged 10–18 years with simple
displaced midshaft clavicle fractures treated with flexible intramedullary
nails, stratified by reduction type (open vs closed). Materials and
Methods: Retrospective analysis of
prospectively collected electronic medical record data. Adolescents with acute,
displaced, noncomminuted clavicular shaft fractures treated with flexible
intramedullary nails and with 1-year follow-up were included. Results: Sixteen patients were included (mean age, 14 years). Mean
time from injury to surgery was 9.3 days. Seven patients required open
reduction, mainly when delays exceeded 11 days. Procedures using closed
reduction had longer intraoperative radiation exposure times. Fracture union
occurred by 6 weeks. The Constant–Murley score improved from 83.35 at 6 weeks
to 95.88 at 1 year. Osseous adaptation was observed in some patients, with an
increase in clavicular diameter. Conclusions: Flexible intramedullary nailing is an acceptable option for
treating simple displaced midshaft clavicle fractures in adolescents. When time
from injury exceeds 10 days, open reduction should be considered to reduce
intraoperative radiation exposure.
Keywords: Clavicle
fracture; intramedullary nail.
Level of Evidence: IV
INTRODUCCIÓN
Las
fracturas de clavícula representan el 15% de las fracturas en la infancia y
adolescencia, y su localización más frecuente es el tercio medio.1,2 En la mayoría de los casos, el
tratamiento no quirúrgico sigue siendo de elección en esta población, ya que
las fracturas simples evolucionan excepcionalmente a la seudoartrosis, e
incluso, las consolidaciones viciosas tienen mucho potencial de remodelación
debido al cierre fisario medial y lateral tardío.3,4
Sin embargo, el potencial de remodelación está supeditado a la edad ósea del
paciente. En este sentido, el 80% del crecimiento total de la clavícula ya se
logra a los 9 años de edad, en las niñas y a los 12, en los niños y, por lo
tanto, el potencial de remodelación después de la adolescencia es limitado.5 Esto, sumado a las recientes publicaciones
que han confirmado la mala tolerancia a la seudoartrosis y la consolidación
viciosa en esta población, sobre todo en los adolescentes deportivamente
activos, ha cambiado el paradigma de tratamiento, dirigiendo la indicación
hacia la reducción y osteosíntesis de la fractura en algunos casos.1,4,6-9
La
pérdida de longitud ósea es una complicación común del tratamiento conservador,
que afecta significativamente los resultados funcionales.3,10-15 La fijación con placa y tornillos es
un método de osteosíntesis habitual, pero causa complicaciones, como daño
neurovascular y fracturas perimplante, especialmente en niños y adolescentes.3,11,12,16,17 Esto ha aumentado el interés
por usar clavos elásticos en esta población, porque las complicaciones son
menores.
El
objetivo de este estudio fue comunicar los resultados obtenidos en adolescentes
tratados con clavos elásticos endomedulares, la evolución clínico-radiológica,
las complicaciones, y la duración del procedimiento y de la exposición a la
radiación según las variaciones en la técnica relativas al tipo de abordaje y
al diámetro del implante utilizado.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se llevó
a cabo un estudio retrospectivo con las historias clínicas de pacientes
operados entre junio de 2021 y junio de 2023. Se incluyeron los casos operados
por el mismo cirujano en dos clínicas distintas. Los criterios de inclusión
fueron: fracturas completas del tercio medio de la clavícula (tipo 1 de la
clasificación de Allman), traumáticas cerradas simples con más de 2 cm de
desplazamiento (cabalgamiento o diástasis) entre extremos de la fractura en
cualquier plano radiográfico (tipo 2B1 de la clasificación de Robinson), a
pesar de la inmovilización con vendaje en 8 o cabestrillo y fracturas cerradas,
en pacientes de entre 10 y 18 años.18 Los
criterios de exclusión fueron: fracturas con más de 3 semanas de evolución,
fracturas conminutas (tipo 2B2 de Robinson), fracturas abiertas, fracturas
patológicas o por insuficiencia, fracturas en rodete o tallo verde, fracturas
previas de clavícula o refracturas y seguimiento clínico-radiográfico inferior
a un año.
Las
variables analizadas fueron: edad, complicaciones, necesidad de realizar una
incisión sobre el foco de fractura y la consecuente reducción abierta, cantidad
de días hasta la cirugía, duración del procedimiento y tiempo de radioscopia
intraoperatoria, diámetro del clavo endomedular utilizado, puntaje de
Constant-Murley (a las 6 semanas, a los 3 meses y al año) y evolución
radiográfica (consolidación y cambios adaptativos) al año de seguimiento.
Como se
desconoce la diferencia mínima clínicamente significativa del puntaje de
Constant-Murley para las fracturas diafisarias de clavícula en particular, se
ha utilizado la referencia para la enfermedad de hombro en general que es de
10,4 puntos.19
Técnica quirúrgica
Se colocó
al paciente en posición de silla de playa con un collar de Filadelfia y
protección ocular. Se administró anestesia combinada (sedación y bloqueo
plexual) e inducción antibiótica de acuerdo con los protocolos y según las
alergias del paciente. Se realizó un doble lavado preoperatorio con jabón con
clorhexidina al 4%, antisepsia con digluconato de clorhexina y alcohol (20 mg
de clorhexidina digluconato y 0,49 ml de alcohol etílico [Laboratorio Bohm
S.A., Madrid, España]) abarcando el hemitórax y el miembro superior afectado, y
se colocaron los campos estériles y un soporte para brazo (Trimano Fortis®
Support Arm Arthrex®). Se hizo una incisión de 1,5 cm siguiendo las líneas de
Langer 3 cm medial al foco de fractura y se procedió a la reducción cerrada y
la fijación interna con un clavo elástico (Stryker® T2 Kids en Titanio T16A14V
ELI de grado 5, de acuerdo con ASTM F136, en ISO=5832-3 anodizado Tipo II, con
bandas grabadas con láser para la identificación del diámetro del clavo;
diámetros disponibles: 1,5 mm, 1,75 mm, 2,0 mm y 2,25 mm) bajo radioscopia
directa, colocando el arco en C contralateral al lado operado. Se seleccionó el
clavo aproximadamente un 40% del diámetro del canal intramedular medido antes
de la cirugía con radiografías simples anteroposteriores. Si no coincidía
exactamente con el 40% del diámetro medido, se optaba por el diámetro mayor
antes que por el diámetro menor, el cual podría provocar una deformidad debida
a un constructo menos rígido. Los clavos se colocaron de forma recta, sin
curvarlos. La apertura de la cortical anterior y 4-6 cm medial al foco de
fractura se efectuó con un punzón de 3,2 mm con una cánula protectora de partes
blandas. Se realizó la reducción cerrada con dos pinzas reductoras y, con
control radioscópico, se avanzó el clavo endomedular elegido con un mandril
universal con mango en T. Luego se cortó el clavo con un cortafrío e
impactación en el hueso esponjoso del fragmento lateral de clavícula con un
impactador y martillo ranurado, dejando entre 5 y 7 mm del clavo sobresaliendo
por la cortical del fragmento medial. No se utilizaron casquillos de cierre.
Si la
reducción cerrada no era posible (usando pinzas de reducción o mediante la
curvatura terminal del clavo endomedular), se hizo una incisión de 3 cm en el
foco de fractura y se realizó la reducción abierta de esta.
En el
posoperatorio, se indicaron 3 semanas de cabestrillo, que se quitaba para
realizar ejercicios domiciliarios de flexión anterior pasiva hasta 90°,
rotación externa e interna. A las 3 semanas, se retiraron el cabestrillo, los
puntos o grapas de la herida y, a partir de la cuarta semana, se avanzó con la
movilidad pasiva y activa.
RESULTADOS
Según los
criterios de inclusión, a 19 pacientes se les colocó un clavo elástico
endomedular en ese período de tiempo. Sin embargo, 3 pacientes fueron
excluidos: 2 de ellos se perdieron en el seguimiento de 1 año, y el restante
había sido operado luego de los 2 meses, ya que era una refractura tratada
inicialmente de forma conservadora por ser una fractura angulada (tipo 2A2 de
Robinson); por lo tanto, se incluyó a 16 pacientes en el estudio (Figura 1).
La edad
promedio de los pacientes era de 14 años (rango 13-16, desviación estándar [DE]
± 0.99). El promedio de días desde el trauma hasta la cirugía fue de 9.3 (rango
4-17, DE ± 4.7). Todos los casos que requirieron un segundo abordaje (n = 7)
para realizar la reducción abierta de la fractura tenían 11 días o más de
evolución, excepto un paciente que llevaba 5 días, pero que, por el uso de un
clavo de 1,5 mm, requirió abrir el foco, porque la flexibilidad del implante no
permitía atravesar el foco de fractura. Esto no ha ocurrido con clavos de
diámetro más grande en pacientes operados antes del día 10 de evolución. Se
utilizaron 12 clavos de 2 mm, 4 clavos de 1,75 mm y 1 clavo de 1,5 milímetros.
Para evaluar la significancia estadística de la
diferencia en tiempos entre los dos grupos, se utilizó la prueba t de Student
para muestras independientes con varianzas desiguales.
Los
intervalos de confianza se calcularon usando la distribución t de Student
debido a que el tamaño de la muestra era pequeño (n = 16). El valor crítico t
correspondiente a un nivel de confianza del 95% y 15 grados de libertad es
aproximadamente de 2.131. En la Tabla, se
detallan los tiempos quirúrgicos y de exposición a la radiación según la
técnica utilizada.
Los
resultados indicaron una diferencia estadísticamente significativa entre los
grupos en cuanto al tiempo quirúrgico (t = 3.475, p = 0,005) y el tiempo de
radioscopia (t = 5.030, p = 0,001).
Resultados clínico-funcionales
El
puntaje promedio de la escala de Constant-Murley a las 6 semanas fue de 83,35
(DE ± 3,70), y llegó a 94,47 (DE ± 2,03) a los 3 meses, momento del alta
médica. Este puntaje se mantuvo en 95,88 (DE ± 2,49) a los 12 meses (Figura 2). Ningún paciente sintió dolor a partir
del tercer mes de seguimiento tanto durante las actividades de la vida diaria o
deportivas, como en los rangos terminales de movilidad articular.
Consolidación ósea y cambios
adaptativos
El tiempo
promedio de consolidación ósea (puente óseo de, al menos, dos tercios del
contacto cortical en 2 proyecciones radiográficas distintas: anteroposterior de
clavícula y 45° de proyección caudocefálica) fue de 6 semanas. No fue necesario
retirar el material de osteosíntesis en ningún caso. No hubo casos de
seudoartrosis, retraso de la consolidación, infección, migración del material
de osteosíntesis, ni molestias asociadas a este.
Se
documentó la consolidación de la fractura y la adaptación ósea en las 3 etapas
de seguimiento. Si bien el tiempo promedio de consolidación ósea fue de 6
semanas, se observó un aumento del diámetro de la clavícula, por fuera del
callo óseo, como consecuencia de la reacción perióstica, en 7 casos, a los 3
meses, y ese cambio morfológico óseo adaptativo se mantuvo a los 12 meses. Por
lo tanto, la clavícula no había vuelto a su tamaño previo a la lesión en
ninguno de esos casos, en ese período como parte del proceso de remodelación
ósea (Figura 3). Se realizó una sola
incisión en 4 casos y doble incisión en tres.
Complicaciones
En un
paciente, el clavo tenía una angulación, pero no rotura ni otra complicación
asociada (Figura 4). La evolución clínica
fue equivalente a la del resto de los casos (escala de Constant-Murley a las 6
semanas: 84, a los 6 meses: 95, a los 12 meses: 97).
DISCUSIÓN
El
diámetro del clavo endomedular determinó la necesidad de abrir el foco de
fractura cuando el diámetro era de 1,5 mm, debido a la flexibilidad del
implante. Si bien algunos autores han realizado una segunda incisión y
reducción abierta de la fractura al usar clavos de más de 2 mm, no hemos tenido
la necesidad de utilizar diámetros >2 mm, por lo cual esta no ha sido
nuestra experiencia. Rapp y cols. colocaron clavos de 2-2,5 mm en 24
adolescentes.7 Frigg y cols. usaron clavos
de 2-3 mm en 34 pacientes; sin embargo, la muestra incluía adolescentes y
adultos.20 Frye y cols.
utilizaron clavos de 2,8-4,5 mm en 17 adolescentes.21
El
abordaje medial permite identificar mejor la cara medial de la clavícula,
facilita la manipulación al compararlo con un abordaje lateral, y reduce, al
mínimo, el riesgo de lesionar las estructuras neurovasculares vecinas. El uso
de una sola incisión tiene el atractivo estético para el paciente, pero aumenta
8 veces el tiempo de uso de la radioscopia intraoperatoria, lo cual incrementa
notablemente la carga radiante tanto para el paciente como para
todo el equipo quirúrgico. Se publicaron estudios que han evaluado el tiempo de
radioscopia en 80 tipos de procedimientos, en distintos tipos de fracturas,
pero no hay investigaciones sobre la carga radiante en caso de fracturas de
clavícula.22 Esto es relevante,
ya que sabemos que la carga radiante aumenta el riesgo de padecer cáncer en los
cirujanos.23,24
Al
indicar la movilidad precoz posoperatoria de la cintura escapular, en lo que
respecta a la estabilización con clavo endomedular, se ha publicado una tasa de
consolidación viciosa del 7% (intervalo de confianza del 95% 4-11).25 Se detectó un caso de angulación del
clavo en el foco de fractura, aunque la clavícula de la paciente no llegó a la
consolidación viciosa (por tratarse de un ángulo <30°), ni al retraso de la
consolidación, ni a la seudoartrosis. Esto ocurrió porque, en los extremos
óseos del foco de fractura, se presentan cuatro tipos de solicitaciones, una
carga axial, dos momentos flexores (anteroposterior y lateral) y otra carga de
torsión. En el caso del clavo endomedular único (como ocurre en la clavícula
por su delgado canal intramedular), el constructo solo tiene control sobre la
carga axial. Por este motivo, indicamos el uso del cabestrillo durante las
primeras 3 semanas (para controlar los 2 momentos flexores), y contraindicamos
la flexión anterior de hombro por encima de los 90º antes de las cuatro semanas
(para controlar la carga de torsión).
Si bien,
tradicionalmente, se creía que las fracturas diafisarias desplazadas de
clavícula en la población pediátrica jamás evolucionaban a la seudoartrosis y
que las consolidaciones viciosas tenían, a
priori, una capacidad de remodelación total, la evidencia reciente muestra
que tanto la seudoartrosis dolorosa, como la debilidad secundaria a la
consolidación viciosa con acortamiento, son posibles complicaciones del
tratamiento conservador.4,14 La
expresión clínico-radiográfica más común de la consolidación viciosa es la
pérdida de la longitud ósea, la cual es inherente al tratamiento conservador, y
ocurre en el 71% de las fracturas desplazadas, con un acortamiento >2 cm en
la mayoría de los casos.3 En la
población adolescente, tanto la debilidad como la insatisfacción se asocian con
acortamientos 18 mm en los varones y 14 mm en las mujeres, esto denota una peor
tolerancia al acortamiento en comparación con la población adulta.10 Otra complicación del tratamiento conservador
de las fracturas desplazadas, que han logrado consolidar de forma viciosa, es
la refractura, que puede ocurrir hasta 6 meses después del evento primario.15
El
acortamiento óseo también puede ocurrir con la estabilización mediante un clavo
endomedular. Se han publicado acortamientos de 1 cm en el 5-50% de los casos.26-28 Esto obedeció a la inclusión de
fracturas conminutas en los estudios. Las fracturas tratadas en este estudio
fueron de trazo simple, por lo que, luego de la reducción, el acortamiento no
ha sido una complicación posible.
Algunos
autores recomiendan no avanzar el clavo endomedular más allá de los 3 cm del
foco de fractura por el riesgo de migración lateral del implante a través de
una falsa vía de la clavícula distal.3,13
En nuestra serie de casos, hemos avanzado esa distancia en la mayoría de los
casos, impactando el clavo en el segmento lateral, sin ningún evento de rotura
de la cortical del fragmento lateral.
En los
adultos, el método de fijación más utilizado para estabilizar las fracturas del
tercio medio es la placa anatómica con tornillos. No obstante, además de las
complicaciones ya conocidas por este implante (daño neurovascular durante la
colocación de los tornillos, pérdida de la sensibilidad cutánea caudal a la
herida quirúrgica, formación de hematoma), específicamente en niños y
adolescentes, la fijación con placa y tornillos puede provocar complicaciones,
como fractura perimplante en pacientes que practican deportes de contacto o
colisión, dolor y restricción del crecimiento óseo remanente, molestias
posoperatorias en las partes blandas adyacentes a la placa y la consecuente
necesidad del retiro posterior (cercana al 100% en esta población).3,11,12,16,17 Por estos motivos, cada vez
hay más interés en el uso de clavos elásticos en esta población.13
Las
complicaciones relacionadas con el implante (migración del clavo e irritación
de partes blandas) son las más documentadas en la bibliografía y, en su
mayoría, se producen en los primeros 3 meses posteriores a la cirugía.25 Sin embargo, los pacientes de nuestra
serie no han tenido complicaciones que hayan requerido el retiro del material
de osteosíntesis. Creemos que esto se debió a que, en nuestra muestra, hemos
excluido tanto las fracturas conminutas como las laterales de clavícula, estas
son las que tienen este tipo de complicación al ser tratadas con un clavo
endomedular flexible.29
Consideramos que un año de seguimiento radiográfico es suficiente para
descartar un aflojamiento del material de osteosíntesis o su migración.
La
reparación ósea con un clavo elástico endomedular produce un callo,
fundamentalmente perióstico, abundante en muchas ocasiones y que, por la
flexión del clavo, puede ser más exuberante en la porción inferior que en la
superior de la clavícula (el callo perióstico es más abundante radiológicamente
en la zona sometida a compresión que en la zona sometida a tensión). En los
niños y adolescentes, los osteoblastos de la capa celular interna del grueso
periostio son capaces de generar más rápidamente tejido óseo neoformado. El
aumento del grosor óseo como consecuencia de la reacción perióstica (y por
fuera del área del callo óseo) que hemos documentado en este estudio no es una
característica que haya sido evaluada en estudios previos sobre fracturas de
clavícula. El seguimiento de nuestros pacientes ha sido de 1 año, por lo que
desconocemos si la remodelación posterior a ese período de tiempo ha llevado al
hueso a su diámetro anterior a la lesión. Creemos que no se justifica el
seguimiento radiográfico posterior, debido a la carga radiante innecesaria para
los pacientes.
En
nuestra serie de casos, el puntaje de la escala de Constant-Murley mejoró
posteriormente, a las 6 semanas, tal como se comunicó en estudios previos.30 Esto probablemente se debe a que se
restringe la flexión anterior más allá de los 90° en las primeras 6 semanas,
porque, a diferencia de las placas y tornillos, el clavo no tiene estabilidad
rotatoria.
Una
limitación de nuestro estudio es que no incluyó pacientes <12 años, porque,
en esta población, indicamos tratamiento conservador debido a la alta capacidad
de remodelación residual ante una consolidación viciosa eventual. Por otro
lado, el seguimiento a 1 año, en pacientes inmaduros esqueléticamente, puede
ser corto para evaluar los resultados y las complicaciones a mediano y largo
plazo. Otra limitación es su diseño retrospectivo y sin grupo de control. Sus
fortalezas son que incluye una población homogénea y que los pacientes fueron
operados por un mismo cirujano.
CONCLUSIONES
Los
clavos endomedulares son una alternativa válida para el tratamiento de las
fracturas simples desplazadas del tercio medio de la clavícula en adolescentes.
La reacción perióstica y el aumento del diámetro óseo que ocurren como
consecuencia de la fijación con un clavo endomedular no tienen implicancias
clínicas ni funcionales.
Se
recomienda considerar la reducción abierta cuando la evolución supere los 10
días o sea necesario utilizar un clavo endomedular de 1,5 mm de diámetro. Si
bien esto implicaría una incisión agregada, también significa menos tiempo
quirúrgico y, fundamentalmente, menos exposición a los rayos X.
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ORCID de D. Moya: https://orcid.org/0000-0003-1889-7699
Recibido el 13-2-2025. Aceptado
luego de la evaluación el 17-4-2025 • Dr.
Federico Alfano • drfedericoalfano@gmail.com
• https://orcid.org/0000-0003-1078-2600
Cómo
citar este artículo: Alfano F, Moya D. Fracturas diafisarias desplazadas de
clavícula en adolescentes. Resultados con clavos elásticos endomedulares. Rev Asoc Argent Ortop Traumatol
2025;90(4):335-343. https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2025.90.4.2119
Información del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2025.90.4.2119
Fecha de publicación: Agosto, 2025
Conflicto de intereses: Los autores no declaran conflictos de intereses.
Copyright: © 2025, Revista de la Asociación Argentina de
Ortopedia y Traumatología.
Licencia: Este artículo está bajo una Licencia Creative Commons
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