INSTRUCCIÓN
ORTOPÉDICA DE POSGRADO - IMÁGENES
Resolución del caso
Juan Manuel Trebino
Molteni, Leticia I. Rodríguez
Sección
Pie y Tobillo, Servicio de Ortopedia y Traumatología, Clínica Modelo de Lanús,
Lanús, Buenos Aires, Argentina
Presentación
del caso en la página 112.
Dolor en el retropié
RESUMEN
Se presenta a un
varón de 20 años, que practica fútbol habitualmente, y consulta por dolor
interno del retropié izquierdo, de un par de meses de evolución, sin poder
determinar un antecedente traumático y que no calma con analgésicos. En el
examen físico, se constata pie plano valgo, más acentuado del lado del dolor.
Se solicitan radiografías y una resonancia magnética que muestran una lesión
expansiva, excéntrica, de contornos bien definidos, polilobulada, con niveles
líquido-líquido en su interior. Se discuten los diagnósticos diferenciales:
quiste óseo aneurismático, quiste óseo sinovial y lipoma intraóseo. Se describe
el tratamiento posible.
Palabras clave: Quistes óseos; calcáneo.
Nivel de Evidencia: IV
Pain in the Hindfoot
ABSTRACT
We present a 20-year-old male patient, active in sports to date
(Football) who consults for internal pain of the left hindfoot,
of a couple of months of evolution, without being able to determine the
previous traumatic history. Physical examination shows hindfoot
with Valgus Flatfoot, more accentuated on the pain side. Radiographic imaging
and Nuclear Magnetic Resonance imaging studies were requested, showing an
expansive, eccentric, well-defined contoured, polylobed
lesion, with liquid-liquid levels inside. Differential diagnoses are discussed:
aneurismal bone cyst, synovial bone cyst, and intraosseus
lipoma. The possible treatment is described.
Keywords: Bone cysts; calcaneous.
Level of
Evidence: IV
Diagnóstico: Quiste óseo aneurismático (QOA).
DISCUSIÓN
Se planteó el diagnóstico diferencial de tumor
benigno polilobulado de calcáneo entre quiste sinovial simple óseo (Figura 4), QOA (Figura
5) o lipoma intraóseo (Figura 6).
Se realizó una punción con trócar bajo intensificador
de imágenes en el quirófano, con la presunción de que el aspecto del líquido
extraído durante la punción confirmaría el diagnóstico. Si el líquido es
amarillo indica un quiste sinovial y requerirá un tipo de tratamiento, pero si
es líquido hemático confirmaría el diagnóstico de QOA.
Luego de extraer la mayor cantidad de sangre
posible, se inyectó una ampolla de polidocanol al 3% (esclerosante venoso) (Figuras 7-10).
En las Figuras 11 y 12,
se muestra el aspecto clínico del paciente a los 2 meses de la cirugía, no
sentía dolor, la morbilidad era mínima y no sufrió complicaciones.
En los sucesivos controles clínicos y radiológicos,
se comprobó la osificación de los quistes y la desaparición del dolor (Figuras 13-15). Después de más de 2 años de
seguimiento, el paciente no ha vuelto a consultar. Como se sabe que el QOA
puede recidivar, se debe mantener un control a más largo plazo.
El QOA es una lesión ósea seudotumoral benigna,
expansiva, localmente agresiva. Se define como una cavidad rellena de sangre,
separada por tabiques de tejido conectivo con células fusiformes, células
gigantes multinucleadas, áreas de depósito de hemosiderina y algunas trabéculas
óseas. Tiene una alta propensión a la recurrencia. Es una enfermedad poco
frecuente, cuya incidencia es de aproximadamente 0,14 por cada 100.000
habitantes (entre el 1% y el 1,4% de los tumores óseos primitivos). Puede
aparecer a cualquier edad, predomina en niños y jóvenes menores de 20 años.1,2
En un estudio de 1200 tumores óseos, solo 25 eran
QOA en varias localizaciones (2,1% del total).3
El tratamiento óptimo de los QOA sigue siendo un
tema de debate, incluye curetaje agresivo con adyuvantes, como crioterapia,
cemento de metacrilato o fenol, escleroterapia, embolización arterial selectiva
y denosumab, o sin estos procedimientos. En ocasiones, cicatrizan
espontáneamente o después de una fractura patológica.1,2,4,5 Varshney y
cols. compararon 94 pacientes divididos en 2 grupos:
grupo 1, sometidos a escleroterapia repetitiva percutánea con polidocanol y
grupo 2, sometidos a curetaje extendido e injerto óseo para tratar el QOA, con
un seguimiento mínimo de 3.2 años. Las tasas de curación fueron similares,
pero, en el grupo 2, las tasas de complicaciones fueron más altas, los
resultados funcionales fueron peores y la carga hospitalaria resultó mayor. Las
tasas de recurrencia fueron similares para los dos métodos de tratamiento.
Estos autores concluyeron en que la escleroterapia repetitiva es un método
mínimamente invasivo y más seguro.4
Rastogi y cols. determinaron
la eficacia de la administración intralesional percutánea de polidocanol al 3%
(hidroxipolietoxidodecano) como escleroterapia en 72 pacientes (46 hombres, 26
mujeres) con diagnóstico histológico de QOA, en varios sitios esqueléticos, e
informaron que es una alternativa segura a la cirugía convencional, que se
puede utilizar en sitios quirúrgicamente inaccesibles y es ambulatoria.5
Mohaidat y cols. estudiaron
a 25 pacientes (17 de sexo masculino y 8 de sexo femenino), la mayoría <10
años o >20 años. Las ubicaciones inusuales eran: escápula, olécranon, hueso
ganchoso, calcáneo y primer metatarsiano. Comunicaron que las imágenes
radiológicas sugirieron otros diagnósticos primarios en 8 pacientes y que se
llegó al diagnóstico mediante la biopsia con aguja gruesa solo en 2 de 7
pacientes, por lo que sostienen que el diagnóstico es difícil.6
Reddy y cols. introdujeron una técnica de biopsia
novedosa que llamaron “curopsy”, se trata de un curetaje percutáneo limitado en
el momento de la biopsia, obteniendo la membrana de revestimiento de varios
cuadrantes del quiste que conduce a la consolidación (“curopsy” = biopsia con
intención de curar) basados en que algunos pacientes cicatrizaron después de
una biopsia únicamente.2
van Geloven y cols. afirman que el curetaje sigue
siendo una opción terapéutica válida, especialmente con fresado adyuvante,
injerto óseo autólogo y fenolización, aunque la escleroterapia percutánea con
polidocanol es una alternativa válida que logró similares resultados en
estudios más amplios. La terapia sistemática con denosumab ha dado resultados
favorables, pero debe reservarse para lesiones irresecables, ya que puede provocar
hipercalcemia grave en los niños. Estos autores recomiendan considerar la
localización, la estabilidad y la seguridad al seleccionar una opción de
tratamiento.7
En una revisión sistemática de la bibliografía,
Cottalorda y cols. hallaron que los tratamientos menos invasivos (embolización
arterial selectiva, escleroterapia con alcohol o polidocanol e inyección de
matriz ósea desmineralizada) generan resultados tan buenos como la cirugía, a
menudo, con menos complicaciones, por lo que pueden recomendarse como terapia
de primera línea.8
CONCLUSIONES
El diagnóstico por imágenes y la punción de líquido
hemático son suficientes y permiten, en el mismo acto, inyectar la sustancia
esclerosante. En nuestro caso, este procedimiento fue eficaz y no provocó
complicaciones. Dado que es una lesión infrecuente, consideramos necesario
consultar a especialistas en tumores óseos.
Agradecimiento
Al Dr.
Pablo Segura.
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ORCID de L. I. Rodríguez: https://orcid.org/0009-0006-3990-579X
Recibido
el 20-2-2025. Aceptado luego de la evaluación 24-2-2025 • Prof.
Dr. Juan Manuel Trebino Molteni • mtrebino@gmail.com • https://orcid.org/0009-0001-0643-8391
Cómo
citar este artículo: Trebino Molteni JM, Rodríguez
LI. Instrucción Ortopédica de Posgrado – Imágenes. Resolución del caso. Rev Asoc Argent Ortop Traumatol 2025;90(2):197-203. https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2025.90.2.2126
Información del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2025.90.2.2126
Fecha de publicación: Abril, 2025
Conflicto de intereses: Los autores no declaran
conflictos de intereses.
Copyright: © 2025, Revista de la
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