INVESTIGACIÓN CLÍNICA
Impacto del grosor rotuliano en una
artroplastia de rodilla. Análisis clínico-funcional y complicaciones tempranas
Leonel Pérez Alamino,
María Agustina Oláran, Germán Garabano, César Á. Pesciallo
Servicio
de Ortopedia y Traumatología, Hospital Británico de Buenos Aires, Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, Argentina
RESUMEN
Introducción: La
artroplastia de rodilla es efectiva para restaurar la función en pacientes con
artrosis de rodilla. Un aspecto crítico es la restauración del grosor rotuliano
nativo. No hay consenso sobre el grosor rotuliano óptimo en la artroplastia de
rodilla. El objetivo de este estudio fue evaluar el impacto del grosor
rotuliano en los resultados clínico-funcionales y radiológicos, las
complicaciones y la revisión, en pacientes sometidos a una artroplastia total
de rodilla. Materiales y Métodos: Estudio
retrospectivo de pacientes con una artroplastia de rodilla por gonartrosis
primaria, con reemplazo del componente rotuliano y un seguimiento mínimo de 24
meses. Se registraron los siguientes datos: edad, sexo, índice de masa
corporal, alineación, grosor rotuliano pre y posoperatorio, dolor anterior de
rodilla, KSS y puntaje de la escala analógica visual de dolor, tasas de
complicaciones y revisión. Resultados: La serie
incluyó a 44 pacientes (edad media 70.4 ± 10.8 años) operados con el mismo
modelo de prótesis. El KSS y los puntajes de la escala analógica visual y de
dolor anterior de rodilla se incrementaron significativamente. No hubo
diferencias significativas entre los grosores rotulianos pre y posoperatorio
(22,6 ± 2,9 vs. 22,0 ± 1,5 mm; p = 0,09). El 15,9% tenía el mismo grosor
posoperatorio que antes de la cirugía. En el 45,5%, 29,5% y 9,1%, la diferencia
era de 1, 2 y 3 mm, respectivamente. Conclusión: El
grosor rotuliano no tuvo un impacto significativo en los puntajes
clínico-funcionales, las tasas de complicaciones o revisión tras una
artroplastia total de rodilla primaria.
Palabras clave:
Artroplastia total de rodilla; reemplazo de rodilla; articulación
rotulofemoral; grosor rotuliano.
Nivel de Evidencia: IV
Impact of Patellar Thickness in Total Knee Arthroplasty:
Clinical and Functional Outcomes and Early Complications
ABSTRACT
Introduction: Total
knee arthroplasty (TKA) is effective in restoring function in patients with
knee osteoarthritis. Restoration of the native patellar thickness is a critical
aspect, but there is no consensus regarding the optimal thickness. The aim of
this study was to evaluate the impact of patellar thickness on clinical and
functional outcomes, radiological findings, complications, and revision rates
in patients undergoing primary TKA. Materials and Methods: We conducted a retrospective study of patients who
under-went TKA for primary osteoarthritis, with patellar resurfacing, and a
minimum follow-up of 24 months. Recorded data included age, sex, body mass
index, alignment, preoperative and postoperative patellar thickness, anterior
knee pain, Knee Society Score (KSS), Visual Analog Scale (VAS) for pain,
complication rates, and revision rates. Results: The series included 44 patients (mean age, 70.4 ± 10.8 years),
all treated with the same prosthesis model. KSS, VAS, and anterior knee pain
scores improved significantly. No significant differences were found between
preoperative and postoperative patellar thickness (22.6 ± 2.9 mm vs. 22.0 ± 1.5
mm; p = 0.09). Postoperatively, 15.9% of patients had the same thickness as
before surgery, while differences of 1 mm, 2 mm, and 3 mm were observed in
45.5%, 29.5%, and 9.1% of patients, respectively. Conclusion: Patellar thickness did not significantly influence clinical
or functional scores, complication rates, or revision rates following primary
TKA.
Keywords: Total
knee arthroplasty; knee replacement; patellofemoral joint; patellar thickness.
Level of Evidence: IV
La
artroplastia total de rodilla (ATR) es un procedimiento efectivo para aliviar
el dolor y restaurar la función de los pacientes con artrosis avanzada de
rodilla. En la Argentina, la prevalencia de la artrosis de rodilla es
significativa, lo que lleva a realizar una cantidad sustancial de ATR cada año.1,2 Un aspecto crítico de la ATR es el
manejo de la articulación rotulofemoral, en particular, las decisiones sobre el
reemplazo rotuliano y la restauración de su grosor nativo.3
La rótula
desempeña un papel fundamental en la biomecánica de la rodilla, y las
alteraciones de su espesor pueden influir en las presiones de la articulación
rotulofemoral, y afectar los resultados posoperatorios. En algunos estudios, se
ha demostrado que las desviaciones del grosor rotuliano nativo pueden impactar
en la percepción del paciente sobre los resultados y en el rango de movilidad
de la rodilla.4 Por el contrario,
otras investigaciones sugieren que aumentos menores en el grosor rotuliano
pueden no afectar significativamente los ángulos de flexión de la rodilla ni
los resultados funcionales.5 A
pesar de estos hallazgos, aún no existe un consenso sobre el enfoque óptimo
para la restauración del grosor rotuliano durante la ATR.
Los
resultados variables de los estudios destacan la necesidad de llevar a cabo más
investigaciones para establecer guías estandarizadas. Es importante señalar que
hay escasos datos sobre poblaciones latinoamericanas, incluida la de la
Argentina, donde factores anatómicos y hábitos de vida pueden influir, de
manera diferente, en los resultados quirúrgicos.6,7
Abordar esta brecha es esencial para desarrollar estrategias quirúrgicas
adaptadas que mejoren la satisfacción del paciente y los resultados funcionales
en estas regiones.
Por lo
expuesto, el propósito de este estudio fue evaluar el impacto del grosor
rotuliano en los resultados clínico-funcionales y radiológicos, y las tasas de
complicaciones y revisión, en pacientes sometidos a una ATR por gonartrosis
primaria.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se
realizó un estudio retrospectivo de pacientes operados, en forma consecutiva,
por el mismo cirujano, en un centro de alto volumen de ATR, entre enero de 2021
y enero de 2023. Se incluyó a pacientes sometidos a una ATR primaria por
gonartrosis severa a quienes se les realizó el reemplazo del componente
rotuliano y que cumplieron un seguimiento mínimo de 24 meses. Se excluyó a los
pacientes con antecedentes de cirugías o fracturas en la rodilla tratada;
enfermedades, como artritis reumatoide o cuadro oncológico, o desejes en
varo/valgo >20º.
Se
utilizó siempre el diseño U2 KneeTM (United Orthopedic Corporation, Taiwán).
Durante el período mencionado, se había operado a 49 pacientes y se excluyó a 5
(10,2%) (3 por cirugías previas y 2 por artritis reumatoide tratada con
corticoides prolongados). La serie finalmente quedó conformada por 44
pacientes, con un seguimiento medio de 53.6 ± 2.4 meses. En la Tabla 1, se resumen las variables de los
pacientes incluidos.
Se
extrajeron los siguientes datos de las historias clínicas institucionales:
edad, sexo, lado operado, índice de masa corporal, rango de movilidad, uso de
manguito hemostático y tiempo de seguimiento.
Técnica quirúrgica
Todos los
pacientes fueron operados en decúbito dorsal bajo anestesia raquídea
hipotensiva, en un quirófano de flujo laminar y con un manguito hemostático en
la raíz del muslo. Se administró 1 g de cefazolina (2 g si el peso era >80
kg) como profilaxis antibiótica, 30 min antes de la incisión cutánea. En todos
los casos, se utilizó un abordaje anterior mediano, con artrotomía
pararrotuliana interna. Luego se liberaron y balancearon las partes blandas
para corregir la deformidad según el eje (varo/valgo).
Tras
realizar los cortes tibial y femoral, se registró el grosor rotuliano
manualmente con un “calibrador” antes de la osteotomía, inmediatamente después
de ella (grosor rotuliano remanente óseo) (Figura)
y con el componente de polietileno de prueba, respectivamente, utilizando los
componentes de prueba se evaluaron la estabilidad y el encarrilado. Si el
encarrilado era incorrecto, se procedía a liberar el retináculo externo y, si
persistía el problema, se revaluaba la rotación de los componentes. Antes de cementar
los componentes definitivos, se comprobó que el encarrilado rotuliano fuera
adecuado durante el rango completo de flexo-extensión.
Para la
fijación definitiva, se usó una dosis de cemento de alta viscosidad por cada
componente.
El
aparato extensor se cerró con suturas de Vicryl® 2.0 con puntos en
equis separados.
Todos los
pacientes siguieron el mismo protocolo de rehabilitación. El primer día se hizo
énfasis en los ejercicios isométricos de cuádriceps y gemelos, junto con
sedestación al borde de la cama. Al día siguiente, comenzó la marcha asistida
con andador o bastones canadienses hasta la tercera semana. Si la tolerancia
era buena, se les indicaba usar un bastón entre la tercera y sexta semana, para
luego continuar sin asistencia.
Análisis clínico-funcional
Se
registró la presencia de dolor anterior de rodilla si el paciente refería dolor
en la región rotuliana al incorporarse de una silla, subir o bajar escaleras o
con una flexión >90º en bipedestación antes de la cirugía.8 Además, se utilizaron la escala analógica
visual de dolor (EAV)9 y el Knee Society Score (KSS) de rodilla.10 El rango de movilidad se evaluó con un
goniómetro.
Todos los
datos se obtuvieron en una entrevista personal a cargo de un cirujano de planta
o un becario de perfeccionamiento entrenado en cirugía reconstructiva de
rodilla. Se compararon los valores preoperatorios con los del último control.
Análisis radiográfico
Se
tomaron las proyecciones anteroposterior, lateral y axial de 30º para el
análisis radiográfico.
El eje se
definió en 3 categorías de acuerdo con el ángulo formado entre los ejes
anatómicos del fémur y la tibia, respectivamente: neutro de 5° a 7º de valgo,
varo <5º de valgo y valgo >7º de valgo.11
La altura
rotuliana se determinó con el método descrito por Caton-Deschamps.12
Complicaciones
Se
documentó cualquier tipo de complicación perioperatoria sobre la rótula, como
necrosis, fractura, mal encarrilado. Además, se evaluó la tasa de revisión por
cualquier causa.
Análisis estadístico
Las
variables categóricas se describen como frecuencia y porcentajes, y las
continuas, como media y desviación estándar o mediana y rango intercuartílico,
según su distribución. La comparación de las variables cualitativas se realizó
con la prueba χ2 (o método exacto de Fisher) o ANOVA. Se utilizó la
prueba t de Student o Mann-Whitney para comparar los datos cuantitativos. Las
distintas variables pre y posoperatorias se correlacionaron con el coeficiente
de Pearson o Spearman, según su distribución.
Se
consideró estadísticamente significativo un valor p <0,05. Todos los datos
fueron volcados en una planilla de Excel (Redmon, EE.UU.).
Se
utilizó el programa GraphPad Prism 10.0 (La Jolla, CA, EE.UU.).
RESULTADOS
Resultado clínico-funcional
Hubo una
mejoría estadísticamente significativa en el rango de movilidad luego de la
artroplastia (flexión: 106,7 ± 6,8° vs. 114,7 ± 3,1°; p <0,01; extensión:
8,9 ± 3,6° vs. 3,4 ± 1,0°; p <0,01) y no hubo diferencias significativas con
respecto a la altura rotuliana (preoperatoria 1,1 ± 0,2 vs. posoperatoria 1,0 ±
0,1; p = 0,77).
Al
comparar los puntajes preoperatorios (EAV, dolor anterior de rodilla y KSS), se
observó una mejoría estadísticamente significativa en cada escala luego de la
cirugía (Tabla 2).
Resultado radiológico
El ángulo
femorotibial se modificó de 4,9 ± 1,7° (en varo) a 2,3 ± 1,2° (en valgo).
No hubo
diferencias estadísticamente significativas al comparar el grosor rotuliano pre
y posoperatorio (22,6 ± 2,9 mm vs. 22,0 ± 1,5 mm; p = 0,09).
Además,
no se hallaron diferencias significativas al analizar el grosor rotuliano entre
hombres y mujeres (Tabla 3).
El 15,9%
(n = 7) de los pacientes tenía el mismo grosor posoperatorio que antes de la
cirugía. El 45,5% (n = 20), 29,5% (n = 13) y 9,1% (n = 4) tenían una diferencia
de 1, 2 y 3 mm, respectivamente, luego de la cirugía.
No se
detectó una asociación estadística en los valores posoperatorios del KSS
(clínico y funcional) entre los pacientes con diferencia de 0, 1, 2 y 3 mm
luego de la cirugía (p = 0,10).
Complicaciones
No se
registraron fracturas, necrosis o problemas de encarrilado. No hubo revisiones
hasta el momento del cierre del estudio.
DISCUSIÓN
El
hallazgo más importante de nuestro estudio fue que no hubo diferencias
significativas en los resultados clínico-funcionales, las tasas de
complicaciones o revisión en pacientes sometidos a una ATR y en la cual no se
restauró el grosor rotuliano nativo.
Se
produjo una mejoría significativa en el rango de movilidad tras la ATR, con
incrementos en la flexión de 106,7 ± 6,8° a 114,7 ± 3,1° (p <0,01) y en la
extensión de 8,9 ± 3,6° a 3,4 ± 1,0° (p <0,01). Estos hallazgos son
consistentes con los publicados por Bonifacio y cols., quienes observaron
mejoras en la flexión máxima de 99 a 113° en pacientes sometidos a una ATR con
el mismo diseño de prótesis.13 En
cuanto al puntaje de la EAV y el KSS, también se lograron mejoras
significativas similares a las reportadas por Bartolomeo y cols., en un estudio
que evaluó a 62 pacientes con 63 ATR con prótesis estabilizada posterior, los
valores obtenidos variaron entre 88,5 y 86.14
Se han
publicado hallazgos mixtos sobre el impacto del grosor rotuliano en los
resultados posoperatorios. En algunos estudios, se sugiere que mantener un
grosor adecuado (24-26 mm habitualmente para hombres y 22-24 mm para mujeres)15 es esencial para prevenir complicaciones,
como fracturas o mala alineación,16,17
mientras que, en otros, no se halló una correlación directa entre el grosor
rotuliano y la función biomecánica de la rodilla tras la ATR.18
En
nuestro estudio, no hubo diferencias estadísticamente significativas en el
grosor rotuliano pre y posoperatorio (22,6 ± 2,9 mm vs. 22,0 ± 1,5 mm; p =
0,09), ni al analizar por separado a hombres y mujeres. Estos resultados
sugieren que la restauración del grosor rotuliano fue consistente en ambos
sexos.
Se ha
reportado que un grosor excesivo en la articulación rotulofemoral (fenómeno
conocido como “overstuffing”) tendría un impacto negativo en los resultados
clínicos tras una ATR.19,20 Dos
milímetros o más podrían incrementar significativamente la fuerza de
cizallamiento rotulofemoral al flexionar la rodilla.21 Con un 1 mm de incremento, la rótula
podría lateralizarse y, por cada 2 mm de aumento en el grosor total, podrían
perderse hasta 3° de flexión.22
Si bien
el seguimiento promedio de nuestro estudio es corto para evaluar el efecto del
grosor en el aflojamiento, no hubo diferencias significativas en las subescalas
clínicas y funcionales del KSS entre los pacientes con una diferencia de 0, 1,
2 y hasta 3 milímetros. Consideramos que, para obtener resultados
satisfactorios en el manejo de la articulación rotulofemoral, es menester
asegurar un adecuado encarrilado y, para ello, se debe brindar especial
atención a la liberación de partes blandas y la orientación (sobre todo la
rotación) de los componentes, respetando la altura de la interlínea articular.
Nuestro
estudio no carece de limitaciones. Se trata de una serie retrospectiva, con
bajo número de pacientes, pocas complicaciones y un seguimiento corto. Sin
embargo, creemos que podríamos considerarlo como punto de partida para futuras
investigaciones, ya que, en la Argentina y en la población latinoamericana, la
información sobre el manejo de la articulación rotulofemoral y el grosor
rotuliano es muy escasa.
CONCLUSIÓN
En
nuestro estudio, el grosor rotuliano posoperatorio no tuvo un impacto
significativo en los puntajes clínico-funcionales, las tasas de complicaciones
o revisión luego de una ATR primaria.
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ORCID de C. Á. Pesciallo: https://orcid.org/0000-0002-4461-8465
ORCID de G. Garabano:
https://orcid.org/0000-0001-5936-0607
Recibido el 2-4-2025. Aceptado
luego de la evaluación el 13-7-2025 • Dr.
LEONEL PÉREZ ALAMINO • leonelp95@gmail.com
•Ihttps://orcid.org/0000-0002-1563-6947
Cómo citar este artículo: Pérez Alamino L, Oláran MA, Garabano G, Pesciallo CÁ.
Impacto del grosor rotuliano en una artroplastia de rodilla. Análisis
clínico-funcional y complicaciones tempranas. Rev Asoc Argent Ortop Traumatol 2025;90(5):431-437. https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2025.90.5.2150
Información del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2025.90.5.2150
Fecha de publicación: Octubre, 2025
Conflicto de intereses: Los autores no declaran conflictos de intereses.
Copyright: © 2025, Revista de la Asociación Argentina de
Ortopedia y Traumatología.
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