INVESTIGACIÓN CLÍNICA
Fracturas diafisarias de húmero
tratadas con un clavo MultiLoc®. Resultados a mediano plazo
Miguel Zublin,* Matías Beatti,*
Diego Guichet,* Tomás Pellecchia,*
Ignacio Arzac Ulla**
*Servicio de Ortopedia y Traumatología, Hospital
Médico Policial “Churruca-Visca”, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
**BR Traumatologí́a, Azul, Buenos Aires, Argentina
RESUMEN
Introducción: Existen
diferentes opciones terapéuticas satisfactorias para las fracturas diafisarias
de húmero. El clavo endomedular de húmero MultiLoc® es un implante recto que
ofrece numerosas opciones de bloqueo proximal. El tipo y la extensión del
bloqueo proximal se pueden adaptar al tipo de fractura y a los requerimientos
biomecánicos más complejos. Objetivo: Describir los resultados radiográficos y clínico-funcionales de
pacientes con fractura diafisaria de húmero tratadas con un clavo endomedular
recto MultiLoc®, sus complicaciones y posibles soluciones. Materiales y
Métodos: Se incluyó a 64 pacientes con
fracturas de húmero tipo AO 1.2. tratadas con un clavo MultiLoc®, y un
seguimiento clínico y radiográfico no inferior a 18 meses. Las variables
analizadas fueron: la evolución clínica con el puntaje DASH, el retorno a la
actividad previa a la lesión y la evaluación radiográfica.
Resultados: El puntaje DASH promedio luego
de más de 18 meses fue de 41. El tiempo promedio hasta retornar a la actividad
previa a la lesión fue de 3.1 meses. Nueve pacientes refirieron dolor en la
región de la puerta de entrada del clavo; el dolor remitió con la
rehabilitación en 7 de ellos y los 2 restantes presentaron una protrusión
proximal del clavo que requirió el retiro del implante una vez consolidada la
fractura. La tasa de consolidación fue del 96,87%. Conclusión: El uso de los clavos rectos con estabilidad angular en
fracturas diafisarias de húmero logra excelentes resultados clínicos y
radiográficos a mediano plazo.
Palabras clave: Fractura
de húmero; diafisaria; clavo endomedular; osteosíntesis.
Nivel de Evidencia: IV
Diaphyseal Fractures of the Humerus Treated With the
MultiLoc® Nail: Mid-Term Results
ABSTRACT
Introduction: Several
satisfactory therapeutic options exist for diaphyseal humeral fractures. The
MultiLoc® humeral intramedullary nail is a straight implant that offers
multiple proximal locking configurations. The type and extent of proximal
locking can be adapted to the fracture pattern and to more complex
biomechanical requirements. Objective: To describe the radiographic and clinical-functional
outcomes of patients with diaphyseal humeral fractures treated with a straight
MultiLoc® intramedullary nail, along with associated complications and their
management. Materials and Methods:
Sixty-four patients with AO type 1.2 humeral fractures treated with a MultiLoc®
nail and with a minimum clinical and radiographic follow-up of 18 months were
included. Variables analyzed included clinical progression using the DASH
score, return to pre-injury activity, and radiographic evaluation.
Results: The mean DASH score after more
than 18 months was 41. The average time to return to pre-injury activity was
3.1 months. Nine patients reported pain at the nail entry site; in seven cases,
pain resolved with rehabilitation, while the remaining two presented proximal
nail protrusion that required implant removal after fracture consolidation. The
consolidation rate was 96.87%. Conclusion: The use
of straight nails with angular stability in diaphyseal humeral fractures yields
excellent mid-term clinical and radiographic outcomes.
Keywords: Humeral
fracture; diaphyseal; intramedullary nail; osteosynthesis.
Level of Evidence: IV
INTRODUCCIÓN
Habitualmente,
las fracturas de húmero se atribuyen a traumatismos por caídas de propia altura
y a accidentes de alta energía en pacientes jóvenes. Representan el 1-3% de
todas las fracturas del cuerpo y el 13-25% son diafisarias.1-3
La cirugía se reserva, en general, para los
patrones desplazados, inestables y complejos, pero el tratamiento ideal sigue
siendo controvertido.4 Un acortamiento de
hasta 3 cm, las deformidades angulares y rotatorias <30° no tienen
repercusión significativa y se compensan bien funcionalmente.3,5
Existen
distintas opciones de tratamiento: incruento (útil en algunos casos
específicos), osteosíntesis con placa mediante reducción abierta y fijación
interna o utilizando técnicas mínimamente invasivas y enclavado endomedular.
El clavo
endomedular de húmero MultiLoc® (DePuy-Synthes, Warsaw, EE.UU.) es un implante recto que ofrece numerosas opciones
de bloqueo proximal. El tipo y la extensión del bloqueo proximal se pueden
adaptar al tipo de fractura y a los requerimientos biomecánicos más complejos.6 El diseño recto aumenta la estabilidad en
el extremo proximal del clavo, dejando una zona segura entre el orificio de
entrada del clavo y el segmento lateral de la cabeza humeral, evitando
eventuales fracturas en esta área.7
Es este mismo diseño el que permite el ingreso sobre la región muscular del
supraespinoso, evitando lesionar la porción tendinosa o avascular.
El
objetivo de este estudio fue evaluar los resultados radiográficos y
clínico-funcionales en pacientes con una fractura diafisaria de húmero tratada
con un clavo endomedular recto con estabilidad angular y tornillos
multidireccionales MultiLoc®, sus complicaciones y posibles
soluciones.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se llevó
a cabo un estudio retrospectivo, descriptivo y observacional, de serie de
casos. Entre 2015 y 2020, se evaluó a 77 pacientes con diagnóstico de fractura
diafisaria de húmero. En 64 de ellos, se pudo realizar el seguimiento. Todos se
sometieron a una fijación con un clavo endomedular recto MultiLoc®.
Los
criterios de inclusión fueron: 1) fracturas diafisarias de húmero, 2) edad
>18 años, 3) seguimiento mínimo de 18 meses, 4) fracturas expuestas, 5) uso
de un clavo MultiLoc® y 6) fracturas patológicas.
Los
criterios de exclusión fueron: 1) fractura de unión de tercio medio con distal,
2) fracturas que comprometieran la diáfisis con extensión proximal al cuello
quirúrgico, 3) lesiones vasculares o nerviosas, 4) uso de placas de
osteosíntesis.
Los
trazos fracturarios incluidos fueron transverso, espiroideo oblicuo corto y
conminuto que afectaran desde el cuello quirúrgico hasta la unión del tercio
medio con el tercio distal.
Antes de
la cirugía, a todos los pacientes se les tomaron radiografías de frente y
perfil que incluyeran la articulación del hombro y codo para establecer el
patrón de fractura, el deseje y el desplazamiento, la clasificación, si había
compromiso articular o no, y para la planificación preoperatoria (Figura 1). No se indicó, como rutina, una
tomografía computarizada; este estudio se limitó a aquellos pacientes con
sospecha de retraso de la consolidación o seudoartrosis.
Descripción de la técnica quirúrgica
Todos
fueron operados en posición de silla de playa o en decúbito supino, sobre una
camilla radiolúcida. Se realizó una incisión cutánea de 2 cm desde el borde
anterolateral del acromion, distalmente hacia la inserción del deltoides y se
seccionó el tendón supraespinoso en línea con sus fibras (se preservaron ambos
márgenes del tendón con suturas Vicryl® 1.0). Se efectuó el punto de
entrada justo posterior a la cabeza larga del tendón del bíceps en línea con el
canal endomedular en las radiografías de húmero de frente y de perfil.
Se
utilizaron sistemas de fresado del canal endomedular.
Según el
trazo fracturario, se eligió la técnica de reducción más adecuada para su
tratamiento. En algunos casos con tercer fragmento, se emplearon lazadas de
alambre o tornillo(s) interfragmentario(s) por fuera del clavo para simplificar
los fragmentos. En trazos transversos, se logra la compresión del foco mediante
la impactación en el codo. Se utilizaron 4 bloqueos en el sector proximal (3
tornillos en la cabeza y 1 en el cuello) y de 2 a 3 bloqueos en el distal.
Una vez
concluido el procedimiento, se procedió al cierre del supraespinoso, el
deltoides, el tejido celular subcutáneo y la piel por separado.
Cuando no
se puede obtener la alineación deseada, en patrones complejos de fractura, ya
sea en fracturas con tercer fragmento o multifragmentarias, un elemento de
ayuda adicional son los tornillos de posición colocados, por vía percutánea,
bajo control radioscópico, de forma tangencial para mejorar dicha alineación y
el contacto de esos fragmentos adicionales. Este procedimiento se hizo en 8
pacientes.
La
reducción se consideró satisfactoria cuando no se observó un defecto rotatorio,
el decalaje era menor al cuarto de diáfisis y el acortamiento, <1 cm (en
fracturas conminutas).
Protocolo posoperatorio
Todos los
pacientes fueron tratados inicialmente con un cabestrillo de Vietnam por 2
semanas. Se indicaron movimientos de pronosupinación de muñeca y
flexo-extensión de muñeca y codo a las 24 h de la cirugía. El movimiento
pendular asistido por la extremidad sana se inició en la segunda semana. La
movilidad activa del hombro comenzó en la tercera semana. Se permitió la
actividad sin restricciones contra la gravedad 6 semanas después de la
operación y se introdujeron actividades con carga de peso y ejercicio a las 12
semanas. El seguimiento clínico-radiográfico promedio fue de 18 meses (rango
12-24). Se realizaron controles radiográficos en el posoperatorio inmediato, a
los 15 y 45 días, a los 3, 6, 12 y 18 meses (Figura
2).
Variables analizadas
Se
analizaron las siguientes variables: datos demográficos (sexo, edad), lado
afectado, tipo de fractura según la clasificación AO/ASIF y Gustilo en casos
expuestos, mecanismo de la lesión, lado lesionado, tiempo desde la lesión hasta
la cirugía, tiempo quirúrgico, tiempo de internación, seguimiento
posoperatorio, retorno a las actividades previas, consolidación radiográfica,
complicaciones y puntaje del cuestionario DASH (Disability of the Arm, Shoulder and Hand).
Este
cuestionario se utilizó a los 18 meses de la cirugía y está compuesto por 30
ítems en el que las opciones de respuesta pueden alcanzar valores de hasta 5
puntos. El puntaje varía de 0 (sin discapacidad) a 100 (discapacidad severa).
Asigna 50 puntos a la función, 40 puntos para el dolor y 10 puntos a la
alineación.
Análisis estadístico
Para las
variables cuantitativas se aplicó la prueba de normalidad si seguían una
distribución normal; se utilizaron como medidas de resumen, la media y la
desviación estándar. En caso de no seguir una distribución normal, se muestra
la mediana y el rango intercuartílico.
Las
variables categóricas se describen con su distribución de frecuencias y
porcentajes con los intervalos de confianza del 95%. Para el análisis de las
variables cuantitativas se empleó la prueba de Student, con un nivel de
significancia de 0,05. Se usó el paquete estadístico Statistix 8.0 Chicago.
RESULTADOS
Trece de
los 77 pacientes con fractura diafisaria de húmero fueron excluidos por no
cumplir los criterios de inclusión. La serie quedó conformada por 64 pacientes.
La descripción de la serie se detalla en las Tablas
1 y 2.
Cuarenta
y cuatro pacientes eran mujeres y 20, hombres, con una edad promedio de 63 años
(rango 21-95).
Treinta y
seis fracturas eran del brazo izquierdo y 28, del brazo derecho (Tabla 1).
Con
respecto al mecanismo de lesión, 50 se produjeron por una caída de propia
altura; 6, por heridas de arma de fuego; 4, por un accidente vehicular
(auto/moto); 2, por una caída de escalera; 1, por una caída de altura (más de 1
m) y 1, por una caída de caballo.
Nueve
fracturas eran expuestas; 6 por proyectil de arma de fuego, 2 por una caída de
propia altura, 1 por un accidente vehicular, clasificadas como 3A según
Gustilo-Anderson. Los pacientes fueron sometidos a una limpieza y a la
colocación de un tutor externo tubular tipo AO en la urgencia hasta el momento
de la cirugía definitiva. Diecisiete tenían fracturas (AO 12) A1; 13, A2; 9,
A3; 10, B1; 7, B2; 1, B3; 1, C1; 2, C2; 4, C3 (Tabla
2).
El tiempo
promedio transcurrido desde el trauma hasta la operación definitiva fue de 10
días (rango 2-34). El tiempo de internación promedio fue de 3.37 días (rango
2-25).
Resultados radiográficos
En 48
radiografías, se observó una reducción satisfactoria; en 2, la protrusión
proximal del clavo; en 2, decalaje diafisario; 1, diástasis del foco de
fractura; 1, rotación del segmento del húmero distal. Dos pacientes tuvieron
seudoartrosis. La tasa de consolidación fue del 97%.
Resultados clínicos
El
puntaje DASH promedio luego de más de 18 meses de evolución fue 41 (rango
30-90) (Figura 3).
El tiempo
promedio hasta el retorno a la actividad previa a la lesión fue de 3.1 meses
(rango 2-6).
Nueve
pacientes refirieron dolor en la región de la puerta de entrada del clavo. En 7
de ellos, el dolor remitió con la rehabilitación, los 2 restantes tenían una
protrusión proximal del clavo que requirió el retiro del implante una vez
consolidada la fractura. La tasa de consolidación de las fracturas fue del
98,7%.
Complicaciones
Se
produjeron 7 complicaciones: 2 seudoartrosis que requirieron una segunda
intervención para alcanzar la curación, 2 infecciones superficiales de la
herida que se curaron con limpieza y tratamiento antibiótico, 2 protrusiones
del clavo en el segmento proximal que debieron ser retirados tras la
consolidación, 1 neuropraxia del nervio radial, con recuperación de la
actividad neurológica sin intervención (Tabla 3).
Las dos
seudoartrosis fueron tratadas con revisión del clavo y colocación de un clavo
de mayor diámetro más injerto óseo, o con retiro del clavo y osteosíntesis con
placa más injerto óseo. Ambas seudoartrosis consolidaron.
DISCUSIÓN
Nuestros
resultados respaldan la eficacia del clavo MultiLoc® en el
tratamiento de las fracturas diafisarias de húmero, con altas tasas de
consolidación, baja cantidad de complicaciones y buenos resultados funcionales
a mediano plazo.
Las
indicaciones quirúrgicas de las fracturas de húmero siguen en discusión, sobre
todo, en pacientes de edad avanzada. Las placas bloqueadas fueron consideradas
el patrón de referencia para su tratamiento, pero el uso en pacientes mayores
se asoció con complicaciones de la herida;8
por este motivo, los clavos de nueva generación se convirtieron en una opción
terapéutica.
La
evidencia actual muestra que, tanto en los pacientes tratados con placas como
en aquellos con clavos, se logran altas tasas de consolidación. Las placas
colocadas con la técnica mínimamente invasiva suelen generar una menor tasa de
falta de consolidación frente a la reducción abierta y fijación interna, y la
comparación clavo endomedular vs. placa arroja resultados globales similares en
cuanto a tasas de consolidación.9
Los
clavos endomedulares pueden estar relacionados con una menor incidencia de
lesión quirúrgica del nervio radial respecto a abordajes abiertos extensos que
exponen el nervio, aunque la diferencia no es absoluta y depende de la técnica
empleada. La técnica mínimamente invasiva emerge como una alternativa que
reduce la manipulación directa del nervio y disminuye la morbilidad de tejidos
blandos, con un riesgo más bajo de falta de consolidación y menos
complicaciones de tejidos blandos comparada con la placa abierta.10
Los
clavos de generaciones anteriores, como el Proximal Humeral Nail (PHN) de
Synthes, quedaron en desuso por dos motivos importantes: la escasa cantidad de
tornillos de bloqueo proximales que generan pivoteo de la cabeza humeral y por
la puerta de entrada lateral en el troquíter, que aumenta la posibilidad de
fractura de este e incrementa el riesgo de lesión del supraespinoso.6,7
Una
crítica al uso de clavos en el húmero es el dolor persistente luego de su
colocación. La causa es multifactorial, puede estar originada por un clavo
prominente que protruye sobre el límite proximal de la cabeza humeral, lesión
iatrogénica del supraespinoso que determina hasta un 80% de casos no curados,7 pinzamiento de la articulación del hombro,
rigidez o alteraciones de la reducción de la cabeza humeral.8-10
Dilisio y
cols.11 evaluaron la incidencia
de lesión del manguito de los rotadores con el uso de clavos en el húmero, y
llegaron a la conclusión de que, al utilizar clavos de diseño recto, con un
acceso medial a la cabeza humeral, disminuye el riesgo de su lesión. En nuestra
serie, solo 2 (3,12%) pacientes tuvieron dolor en el sitio de entrada por la
protrusión del clavo. Creemos que esto coincide con lo publicado por Dilisio y
cols. sobre el uso de un clavo recto que tiene su punto de ingreso en la zona
muscular y no tendinosa del supraespinoso, lo que evita dañar el área avascular
de Codman. Además, por la técnica utilizada, realizamos un abordaje limpio en
el vientre muscular y, al ingresar, las fresas fueron colocadas a la inversa y
de forma suave, a bajas revoluciones, hasta apoyarse en la corteza humeral.
Lopiz y
cols.7 compararon el uso de un clavo recto y
uno anatómico para las fracturas de húmero. Informaron una tasa de
reintervención del 42% con los clavos anatómicos y del 11,5% con los rectos. En
nuestra investigación, la tasa de reoperación fue del 6,24% (2 por protrusión y
2 por seudoartrosis), lo que respalda la baja tasa de reoperación mencionada
por el autor con el uso de clavos rectos.
Nolan y
cols.,12 utilizando el clavo
Polarus, informan una tasa de consolidación del 94%, pero también una tasa de
consolidación defectuosa del 50% debido a la pérdida de la reducción. Estos
autores concluyeron en que ese clavo, por tener su inserción más lateral, es incapaz
de resistir las fuerzas deformantes del húmero que pueden provocar la pérdida
de la reducción y el colapso en varo. También atraviesa el manguito de los
rotadores en una zona hipovascular dejando como secuela dolor crónico y pérdida
de la movilidad. En nuestra serie, utilizamos un clavo recto y posicionamos al
paciente en decúbito dorsal con un realce interescapular para que el acromion
no interfiera con la inserción del clavo.
La tasa
de falta de curación del manguito de los rotadores luego de colocar un clavo de
húmero puede llegar al 80%.7
Según
nuestra experiencia, el uso de este tipo de clavos ofrece ciertas ventajas
sobre el de otros implantes, entre ellas, la posibilidad de realizar una
cirugía mínimamente invasiva, menos tiempo quirúrgico, escaso sangrado,
adecuada estabilidad del foco y una posible movilidad precoz. Como desventajas
señalamos su costo, la curva de aprendizaje, las potenciales complicaciones
inherentes al método (infección, retraso de la consolidación, seudoartrosis,
lesión de nervio radial).
Este
estudio tiene ciertas limitaciones, como el diseño retrospectivo, la
variabilidad de la población y la ausencia de un grupo de control tratado con
otro método. Como fortalezas incluimos el tamaño de la muestra (según nuestro
conocimiento, la más grande reportada en la Argentina) y la aplicación de una
escala de evaluación mundialmente aceptada.
Coincidimos
con Belangero y cols.2 en que la selección
adecuada del paciente y la técnica quirúrgica precisa son fundamentales para
obtener buenos resultados, independientemente del método de osteosíntesis.
CONCLUSIONES
El uso
del clavo endomedular en fracturas diafisarias de húmero es un método seguro y fiable.
Nuestros
resultados revelan que los clavos rectos con estabilidad angular ofrecen
excelentes resultados clínicos y radiográficos a mediano plazo. La baja
incidencia de dolor en el sitio de entrada y de lesión del manguito de los
rotadores no impresiona ser una limitación para su uso.
BIBLIOGRAFÍA
1. Court-Brown
CM, Caesar B. Epidemiology of adult fractures: A review. Injury 2006;37(8):691-7. https://doi.org/10.1016/j.injury.2006.04.130
2. Belangero
WD, Zublin CM, Martinez Siekavizza SN, Sánchez Rosenberg GF, Cardenas Quintero
RA, Azi ML, et al. Demographics and clinical features of humeral shaft
fractures: The Latin American multicentre prospective study (HSF-LAMPS). J Orthop Surg (Hong Kong)
2019;27(3):2309499019874506. https://doi.org/10.1177/2309499019874506
3. Mocini F,
Rovere G, De Mauro D, Giovannetti De Sanctis E, Smakaj A, Maccauro G, et al.
Newer generation straight humeral nails allow faster bone healing and better
functional outcome at mid-term. J Orthop
Surg Res 2021;16:631. https://doi.org/10.1186/s13018-021-02776-w
4. Qiu H,
Liu Y, Chen Y, Weng Z, Liu D, Dong J, et al. Treatment of humeral shaft
fractures with different treatment methods: a network meta-analysis of
randomized controlled trials. BMC
Musculoskelet Disord 2023;24(1):583. https://doi.org/10.1186/s12891-023-06626-0
5. Belangero
W, Zublin C, Quintero R, Romero F, Fernandes H, Siekavizza S, et al. Quick-DASH
as a main early outcome of humeral shaft fractures: A Latin American
multicenter prospective study. J Orthop
Surg (Hong Kong) 2020;28(2):2309499020929436. https://doi.org/10.1177/2309499020929436
6. Hessmann
MH, Nijs S, Mittlmeier T, Kloub M, Segers MJM, Winkelbach V. Internal fixation
of fractures of the proximal humerus with the MultiLoc nail. Oper Orthop Traumatol 2012;24:418-31.
https://doi.org/10.1007/s00064-011-0085-z
7. Lopiz Y,
Garcia-Coiradas J, Garcia-Fernandez C, Marco F. Proximal humerus nailing: a
randomized clinical trial between curvilinear and straight nails. J Shoulder Elbow Surg 2014;23(3):369-76.
https://doi.org/10.1016/j.jse.2013.08.023
8. Amer KM,
Kurland AM, Smith B, Abdo Z, Amer R, Vosbikian MM, et al. Intramedullary
nailing versus plate fixation for humeral shaft fractures: A systematic review
and meta-analysis. Arch Bone Jt Surg
2022;10(8):661-7. https://doi.org/10.22038/ABJS.2021.59413.2947
9. Lopiz Y,
Garriguez-Pérez D, Román-Gómez J, Scarano-Pereira JP, Ponz-Lueza V,
García-Fernandez C, et al. Shoulder problems after percutaneous antegrade
intramedullary nailing in humeral diaphyseal fractures using contemporary
straight third-generation nail. J
Shoulder Elbow Surg 2023;32(11):2317-24. https://doi.org/10.1016/j.jse.2023.04.012
10. Nadeem A, Abbasi H. Outcomes of intramedullary nailing versus
plate fixation in the management of humeral shaft fractures: A systematic review and meta-analysis. Cureus 2024;27;16(10):e72473.
https://doi.org/10.7759/cureus.72473
11. Dilisio
M, Nowinski R, Hatzidakis A, Fehringer E. Intramedullary nailing of the
proximal humerus: evolution, technique, and results. J Shoulder Elbow Surg 2016;25:e130-8. https://doi.org/10.1016/j.jse.2015.11.016
12. Farragos
AF, Schemitsch EH, McKee MD. Complications of intramedullary nailing for
fractures of the humeral shaft: a review. J
Orthop Trauma 1999;13(4):258-67. https://doi.org/10.1097/00005131-199905000-00006
ORCID de M. Zublin: https://orcid.org/0000-0002-7333-8219
ORCID de D. Guichet: https://orcid.org/0000-0003-4259-0179
ORCID de M. Beatti: https://orcid.org/0000-0001-9575-6473
ORCID de T.
Pellecchia: https://orcid.org/0000-0003-4259-0179
Recibido
el 4-9-2025. Aceptado luego de la evaluación el 22-10-2025 • Dr.
Ignacio Arzac Ulla • ignacioarzac@hotmail.com
• https://orcid.org/0000-0002-5038-7720
Cómo citar este artículo: Zublin M, Beatti M, Guichet
D, Pellecchia T, Arzac Ulla I. Fracturas diafisarias de húmero tratadas con un
clavo MultiLoc®. Resultados a mediano plazo. Rev Asoc Argent Ortop Traumatol 2025;90(6):538-546. https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2025.90.6.2222
Información del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2025.90.6.2210
Fecha de publicación: Diciembre, 2025
Conflicto de intereses: Los autores no declaran conflictos de intereses.
Copyright: © 2025, Revista de la Asociación Argentina de
Ortopedia y Traumatología.
Licencia: Este artículo está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-No
Comercial-Compartir Obras Derivadas Igual 4.0 Internacional. (CC-BY-NC-SA 4.0)